De enero a abril de 2019 se registraron al menos 1 mil 588 llamadas de emergencia por incidentes de abuso sexual contra víctimas de género femenino, sin especificar edad. En el mismo periodo se han registrado en total 1 mil 191 llamadas de emergencia por casos de violación, de acuerdo a las cifras oficiales más recientes.
Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo).- María, madre una niña víctima de abuso sexual en un kínder en Cuautitlán Izcalli, Estado de México , acusó al Fiscal General de Justicia del Estado de México, Alejandro Jaime Gómez Sánchez , de “hacer escarnio con su hija” al mentir sobre la presunta captura y vinculación a proceso del responsable del ataque a la menor, cuando el hombre “ni siquiera está sujeto a proceso”.
“Cuando creí que lo peor había sucedido, es decir, lo que ese hombre le había hecho a mi hija, la pesadilla apenas comenzaba: me enfrenté a un sistema corrupto e insensible. Me he encontrado a hombres y, lamentablemente a mujeres, que no les ha importado hacer escarnio de mi hija; una niña de tan solo 4 años de edad”; dijo la madre en entrevista.
El pasado 14 de febrero una menor de 4 años fue víctima de abuso sexual en los baños del Jardín de Niños Ikikuri en el municipio.
La familia de la pequeña denunció que su caso sigue impune y que incluso está en riesgo porque, acusó, Ministerios Públicos del Estado de Mexico han cometido una serie de excesos en sus diligencias que podrían afectar el debido proceso, y con ello, obstaculizar el acceso a la justicia para la menor de edad.
Además, la madre de la pequeña afirmó que el Fiscal de Justicia notificó en su perfil de Facebook que el abusador había sido vinculado a proceso por el ataque a su hija, sin embargo, la información era falsa, pues el presunto responsable “sigue libre y hasta con un amparo”, aseguró la mujer.
“El Fiscal publicó una noticia en su perfil de Facebook, el pasado 6 de marzo, donde hace de manifiesto que la persona que le hizo daño a mi hija, se encuentra vinculado a proceso, es decir, que está en un penal; él hizo esa referencia, cuando yo tengo conocimiento que él no está dentro de un penal y no está sujeto a proceso”, denunció.
La pequeña Soledad no podía dormir, se despertaba alterada e inquieta. María, la madre, decidió llevar a su pequeña consigo a la cama y ahí le preguntó que le sucedía. Luego de insistir, la niña le contó lo que ocurría: un hombre “le había metido los dedos en la vagina”.
María abrazó fuerte a su hija mientras le repetía que no se preocupara. Era la noche del 17 de febrero. En ese instante, María y su esposo tomaron a su hija y se dirigieron a las instalaciones de la Fiscalía de Género de Cuautitlán Izcalli –llamadas el Edificio Rosa– para interponer la denuncia.
“Fuimos a iniciar la carpeta de investigación y ahí es donde inició una serie de tropiezos de martirios”, comentó la madre.
María narró todo lo que le contó su hija en la entrevista inicial. Una agente del Ministerio Publico cuestionó la fecha exacta en que ocurrieron los hechos, pero al tratarse de una niña de 4 años “que no sabe dar fechas específicas, ni horarios”, no podía brindar ese dato a detalle.
La agente que tomó la entrevista estableció en el acta de denuncia de hechos, por su propia consideración, que los hechos habían ocurrido el 15 de febrero, cuando la madre no había brindado aún una fecha establecida. Ese fue el primero de varios excesos de los servidores públicos, de acuerdo al relato de la madre.
Conforme pasaron los días la niña dio más detalles que le permitieron a María conocer que el ataque ocurrió el 14 de febrero.
La madre de la víctima denunció que tanto ministerios públicos, investigadores y funcionarios, lo único que han hecho tras la denuncia ha sido protegerse, “pero de ninguna manera hacer responsable al hombre que hizo daño a mi hija, que abusó de ella, y ahora anda libre; me preocupa saber si en este momento no estará abusando de otro menor.
“Hoy estoy aquí llena de rabia y de dolor por no poder hacer nada frente a un sistema corrupto y lleno de ineptitud, pero sobre todo falto de insensibilidad, y sé que como yo hay miles de personas a las que les hacen lo mismo que a mi hija y a mí”, agregó.
La denuncia de hechos fue el primero de varios excesos que cometió la FGE, insistió la madre, sin embargo, no quiso brindar mayores detalles de las negligencias y errores, pues aún analiza con su abogada las acciones que habrán de realizar al respecto.
“No podemos hacer ya mucho, lo único que está en mis manos será evidenciar a las autoridades que han utilizado a mi hija como a otras tantas o tantos para llenar estadísticas falsas y dar por cierto hechos, haciendo saber a las ciudadanía, con mentiras, en lugar de trabajar que trabajar”.
La mujer agregó que las autoridades y servidores públicos de la Fiscalía General del Estado de México no solo son ineficientes y corruptas, sino que también mienten para inflar estadísticas.
“Lo que pido es que mi voz se escuche y que más personas alcen la voz para ventilar lo que pasa esas oficinas y con ello se vean obligados a profesionalizar al personal de la Fiscalía “, expresó.
La entrevistada también urgió al Fiscal General de Justicia a que no comparta información falsa. “Que no nos siga vendiendo la idea que se trabaja, con estadísticas falsas, pues tengo la prueba de que el abusador de mi hija no está vinculado a proceso como él ha mencionado, y está libre y promoviendo un amparo, y no como lo afirma él”.
EL DELITO DE VIOLACIÓN
Los delitos sexuales que se han denunciado en el país en total ascienden a 15 mil 933, de las cuales 7 mil 400 denuncias son por el delito de abuso sexual, es el que mayor incidencia. En estas cifra la autoridad no desglosa el número de víctimas por edad y sexo.
El delito de violación simple reporta un total de 4 mil 143 casos y 1 mil 141 casos de violación equiparada.
Las cifras de incidencia delictiva con perspectiva de género, es decir donde las víctimas son mujeres, reportaron que el año pasado, 2018, se registraron en total 5 mil 78 llamadas de emergencia relacionadas con casos de abuso sexual contra víctimas del sexo femenino, sin especificar la edad; 3 mil 797 en 2017 y 3 mil 925 en 2016.
De enero a abril de 2019 se han reportado al menos 1 mil 588 llamadas de emergencia por incidentes de abuso sexual contra mujeres, adolescentes y niñas. En el mismo periodo se han registrado en total 1 mil 191 reportes de incidentes de violación.
Los estados con mayor número de reportes sobre abuso sexual en el primer cuatrimestre del año son Nuevo León, con un total de 271 casos; Ciudad de México con 193; Baja California con 183; Chihuahua, 181; y Sonora con 162.
En el Estado de México, donde fue agredida la pequeña Soledad, sólo registró un total de 35 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de abuso sexual.
El estado de Sonora registra la tasa más alta de llamadas de emergencia por abuso sexual, con 10 casos por cada 100 mil mujeres, seguida por Nuevo León con 10; Baja California con 9.9 y Chihuahua con 9.2.
El estudio de Early Institute evidenció el pasado mes de marzo que las niñas mexicanas que son víctimas de abuso sexual son invisibles para las autoridades, pues no hay cifras en cuanto esta problemática.
“No existe en la base de datos del SESNSP la relación de víctimas por delitos sexuales, ni abuso sexual en particular, por lo que no se tienen estadísticas enfocadas al problema central. Es importante abogar por este tipo de registro, de manera que se pueda advertir el número de menores de edad afectados por este delito a partir de denuncias registradas”, destaca el documento.
El estudio concluyó que hay una ausencia de datos para determinar y apreciar el panorama y la situación del abuso sexual en menores de edad.
Los datos son necesarios para diseñar programas o estrategias de prevención más precisos de acuerdo al marco de referencia.
El pasado 9 de marzo, Mario Arroyo, miembro del Consejo Consultivo e investigador de la organización, dijo que las autoridades mexicanas carecen de información sistematizada que permita documentar este delito y mejorar las acciones de prevención.
El análisis en mención exploró las bases de datos de egresos hospitalarios de México durante el año 2015 y se encontró que 309 niños, niñas o adolescentes, menores de 18 años, requirieron atención hospitalaria en la República Mexicana, siendo la afección principal o diagnóstico el abuso sexual.
Con base al estudio y el análisis, Mario Arroyo señaló, en ese momento, que hace falta incluir la modalidad “infantil” en el registro del abuso sexual, así como el género de la víctima y la entidad federativa donde fue agredida. Desde el punto de vista de la justicia, no hay datos específicos sobre abuso sexual infantil, lo más cercano son los datos sobre la incidencia del delito de abuso sexual y de los delitos sexuales en general.