Roldán Peniche Barrera
Antiguo yucatequismo que ha perdurado en el tiempo. Todavía se emplea en nuestra época para indicar “comer”, “almorzar”, etc.
No lo cita la Academia, pero sí Rodríguez Cimé:
Empacar (Palomillas); Comer.
También lo menciona el Dr. Güémez:
empacarse v. prnl. Comer y comer bien.
En la península, contamos con un buen número de sinónimos para el verbo “comer”, además de “empacar”: “meterle” (a la vianda), “pipiar”, “embutirse”, “tragar”, “papear”, etcétera.
Un ejemplo de “empacar”:
En el Moncho’s conversan acalorados el presidente D. Julián Victoria y Díaz y un montón de sabios y agregados:
-La otra mañana -se queja el presidente- os invité a irnos de farra a la playa y darnos un chapuzón pa’quitaros el calor pero nadie se animó.
-Yo sí quería ir -protesta el tío Pascual-, pero no tengo calzonera.
-¿Cómo que no tienes? Si me has dicho que a veces te bañas en piscina.
-Sí, pero es de los años veinte y está rete anticuada. Es tan larga como un pantalón y me da pena que me vean entrar al mar así…
-¿Y tú, Becerro? Tampoco te animaste.
-No, porque a mi calzonera, contraria a la del tío Pascual, le falta tela y en realidad es una tanga y se me ve hasta el alma…
¡Ujule, Bece… ya la regaste!
-Tú también te rajaste, Gasolina y no te animaste a ir.
-¡Es que no había “empacado”!
Carta del Tío Cristóbal
Para Víctor Manuel Lara Durán
Hace más de 55 años llegó a nuestro pequeño pueblo un maestro proveniente de Yucatán, estaba realizando, creo recordar, “su servicio”… enseguida se generó una amistad característica de las buenas costumbres de nuestra gente sencilla y de buen corazón, pues mis estudios empezaban, quizá estaré hablando de un segundo año de primaria, recuerdo que nuestro profesor, llamado Víctor, se preocupaba por la salud y hacía programas de asistencia médica visitando y pidiendo que le ayudáramos a reportar a las personas enfermas, mismas que se contenían en reportes que le hacíamos llegar, también nuestro buen profesor elegía a ciertos alumnos y les enseñaba mecanografía prestándoles su máquina de escribir, ahhhhh pero no todo era bueno ya que traía de su pueblo natal unos bastones delgaditos y todo aquel que se indisciplinaba conocía el dolor de ser azotado atrás de las piernas… la verdad ni sabíamos porqué nos merecíamos tan duro castigo, pero así pasaban las cosas… supongo que para personas de mi edad este detalle no tiene nada de extraordinario… nuestra escuela era una casucha con techo de palma que amenazaba con caerse cuando el viento era fuerte y la mecía de un lado a otro, nuestra inocencia no generaba más que un ligero asombro porque eso era muy repetido y supongo que sin temor ni miedo, sólo nos robaba atención, qué hermoso lugar veracruzano un paraíso… un río muy caudaloso era el silencioso testigo de nuestros días, a veces mucho calor, mucho mosquito, mucha lluvia… y hasta la fecha el clima de Veracruz y su vegetación amazónica siempre será la característica más peculiar y muchas cosas más… pues sin duda era este maestro el que por turno del destino tenía frente a él no sólo el privilegio de ser nuestro maestro, sino que también hizo suyo el compromiso de llevar a cada familia su educación y su cultura… como digno yucateco, no podía negar su elevado origen que data de la maravillosa civilización maya.
(Concluirá mañana)