SUCHIATE, Chiapas, 17 de junio (SinEmbargo/EFE).- La creciente presencia de fuerzas de seguridad mexicanas, en su mayoría Policía Naval, en las laderas del río Suchiate, que separa México de Guatemala, ha conllevado un marcado descenso de los cruces de migrantes indocumentados en este tradicional punto fronterizo.
Israel López Ordóñez, originario de Guatemala y balsero de profesión, comentó a Efe que desde hace una semana el flujo migratorio cayó sustancialmente, lo que impactó en los bolsillos de quienes trasladan de un lado a otro mercancías, pero también personas.
Reconoció que el costo por el trayecto que cobra a los migrantes indocumentados es de 25 pesos (unos 1,3 dólares), para cruzarlos de un lado a otro.
“Sí ha bajado bastante (…) y nada va a ser igual. Hay mucha expectativa, las cosas ya no serán iguales, porque al ver la presencia de la autoridad aquí la gente ya no se va atrever a pasar”, apuntó.
Afirmó que desde que se anunciaron las nuevas políticas migratorias por parte de México -que incluyen el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional en el sur y sureste del país- han dejado de verse a cubanos, haitianos y africanos.
En su mayoría, quienes todavía se atreven a cruzar por este punto caliente son de El Salvador, destacó.
“Eran bastantes las personas que venían del Congo, de Haití, de Cuba. Pero de estos lugares ahora ya no” llegan, aseveró.
Más de mil 500 balseros trabajan en este paso natural en el río Suchiate donde dos ciudades -Ciudad Hidalgo y Tecún Umán- son un foco comercial y hay decenas de pequeños empresarios que cruzan a diario para comprar mercancía.