BOGOTÁ, Colombia, 22 de junio (EFE).- El asesinato de una mujer de 36 años al que algunas organizaciones definen como líder social, frente a uno de sus cuatro hijos tiene conmocionada a Colombia por la crueldad del hecho ocurrido en Tierralta, en el departamento caribeño de Córdoba.
La víctima, María del Pilar Hurtado Montaño, fue asesinada a tiros este viernes frente a su hijo de nueve años en un barrio humilde de Tierralta por desconocidos que se movilizaban en una motocicleta.
Los momentos posteriores al crimen quedaron registrados en un video que circula en las redes sociales y en el que llanto del niño huérfano ha conmovido al país.
La vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, dijo en su cuneta de Twitter que le “conmueve e indigna el asesinato de María del Pilar Hurtado y el dolor desgarrador de su hijo”.
“Averiguaremos si las autoridades conocían de amenazas y dispondremos de todos los medios para que no haya impunidad”, agregó.
Una referencia a la víctima apareció días atrás en panfletos que circularon por la zona de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como se hace llamar el Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país dedicada al narcotráfico.
Pese a que en diversos medios se indicó que Hurtado era una líder social, la Secretaría de Gobierno de Tierralta emitió un comunicado en el que afirma que la familia de la víctima lo niega.
“Con el presente comunicado informamos a la opinión pública, de acuerdo a lo manifestado por su compañero sentimental (Manuel del Cristo Berrío Velásquez), nos deja constancia que la señora María del Pilar Hurtado Montaño no pertenece a ninguna asociación ni figura como líder social”, dice el documento.
Añade que Berrío manifestó que su compañera, que trabajaba en un aserradero, “nunca recibió amenazas de ninguna índole” y que no es “la mujer del chatarrero” amenazada en el panfleto.
El homicidio de Hurtado se produce en medio de una ola de asesinatos de líderes sociales que causa alarma en el país.
Las cifras varían según las cuentas de distintas organizaciones, y mientras la ONG Somos Defensores calcula que entre el 2016 y el 2018 fueron asesinados 341 sociales, la Defensoría del Pueblo calcula que son 431 en ese periodo.
Somos Defensores informó el mes pasado que 25 defensores colombianos de Derechos Humanos fueron asesinados en el primer trimestre del 2019.
La semana pasada el presidente colombiano, Iván Duque, señaló que estos asesinatos disminuyeron un 32% entre agosto del 2018 y mayo pasado, al tiempo que pidió que no se permita que “el liderazgo social sea estigmatizado”.
Ante el asesinato de Hurtado, el ex jefe negociador del acuerdo de paz del Gobierno con las FARC, Humberto de la Calle, pidió a Duque en su cuenta de Twitter que tome medidas para detener “la carnicería”.
“Señor presidente. Con respeto. No digo que la carnicería de líderes sociales haya comenzado con Ud. Sería injusto. Pero está claro qué hay un agravamiento indiscutible. Mire bien cuáles ingredientes de su política han contribuido. Si seguimos así, viene una hecatombe humanitaria”, manifestó.