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Collado creó red de empeño en al menos ocho estados

Los establecimientos prendarios se extienden a 8 estados; son propicias para dificultar rastro de dinero: especialista

El abogado Juan Collado Mocelo ha tejido una red de empresas, entre ellas Prenda Oro, S.A. de C.V., y Casa de Empeño Siglo XXI, S.A. de C.V., fundadas hace 18 años y dedicadas a los préstamos prendarios y de ahorro con presencia en ocho entidades del país.

EL UNIVERSAL tuvo acceso a documentos de los registros de comercio y de marca, de diversos estados, de las casas prendarias vinculas con Libertad Servicios Financieros, empresa queretana que encabeza la lista de las sociedades mercantiles “relacionadas a negocios extraños” en la carpeta de investigación integrada por la Fiscalía General de la República (FGR) sobre el caso.

Dentro de los documentos se identifican nueve filiales de Prenda Oro y seis de Casa de Empeño Siglo XXI, donde miembros de la familia Collado Mocelo han tenido participación accionaria o han sido parte del consejo de administración. A través de estas casas prendarias con sus filiales la familia Collado Mocelo ha tenido presencia en al menos ocho estados del país.

También es posible conocer que las filiales o sucursales terminaron concentrándose en Comercializadora Prenda Oro en el año 2015. Prenda Oro de Veracruz, S.A. de C.V., y Prenda Oro Puebla fueron fundadas en el entonces Distrito Federal el 24 de enero de 2001 e inscritas en el registro de comercio de Veracruz y Puebla ese mismo año.

Estas empresas tienen 21 objetos sociales y entre ellos está la construcción de sociedades y asociaciones civiles y mercantiles, servicios de mensajería nacional, importación y exportación de todo tipo de transportes y comercialización de bienes inmuebles. Los brazos de las empresas están en Veracruz, Prenda Oro con filiales denominadas Canal, San Ángel, El Golfo; Prensa Oro Puebla; en el estado de Oaxaca abrieron Prenda Oro Antequera y la comercializadora Prenda Oro registrada en Monterrey, Nuevo León. Prenda Oro Canal y Prenda Oro San Ángel fueron inscritas en Veracruz en abril de 2004; sobre Prenda Oro del Golfo, fue registrada en ese estado, pero en 2006.

Prenda Antequera está inscrita en el estado de Oaxaca y sobre Prenda Oro de Palma, Prenda Oro San Cosme y Prenda Oro del Estado de México no se encontró inscripción en el RPC; no obstante, se mencionan en la asamblea donde se vota para la fusión.

Casa de Empeño Siglo XXI está inscrita en Acapulco, Guerrero, pero cuenta con las filiales Tabasco, Del Sureste, Tampico, Villahermosa, Made-ro, Tamaulipas. A su vez, Casa de Empeño Siglo XXI Tabasco y Casa de Empeño Siglo XXI Villahermosa quedaron inscritas en abril de 2005. Esta empresa se fusionó en 2015 con Prenda Oro. Casa de Empeño Siglo XXI del Sureste, inscrita en 2006 en Tabasco.

Todas las filiales tanto de Prenda Oro como de Casa de Empeño Siglo XXI fueron fusionadas en 2015, en el conglomerado Comercializadora Prenda Oro, entidad que surgió de la fundación de Casa de Empeño Siglo XXI Monterrey. El cambio de denominación se formalizó el 16 de febrero de 2016 ante el Registro Público del estado de Nuevo León.

En la orden de aprehensión emitida por la FGR, el pasado 6 de julio, se hace mención de 42 empresas de diversos giros que presuntamente están relacionadas a Libertad Servicios Financieros, S.A. de C.V. Sin embargo, en esa lista no se hace mención de Prenda Oro y Casa de Empeño Siglo XXI, pese a que, según especialistas, el negocio prendario es idóneo para lavado de dinero. Salvador Mejía, socio director de Asimetrics, considera que las casas de empeño son un vehículo idóneo para el llamado pitufeo; es decir, la fragmentación del monto que se quiere lavar en múltiples operaciones que hacen difícil su rastreo. “Es más difícil que los sistemas automatizados puedan detectar estas operaciones”, asegura.

El único comprobante que una casa de empeño tiene la obligación de emitir es el registro del préstamo que supuestamente dio por una prenda; si el cliente, real o simulado, recuperó su objeto empeñado, ahí terminó la huella dejada por esa supuesta transacción. Ahí radica lo oscuro de este esquema, comenta el consultor.

El abogado Jorge Alberto Lara Rivera, académico de la Universidad Panamericana, aseguró que las casas prendarias se encuentran supervisadas en la llamada Ley Antilavado; sin embargo, concuerda en que son propicias para el pitufeo.

“Es el panal de las abejas de los lavadores (...) ya es muy difícil que la autoridad le dé seguimiento”. “Las empresas de prendas o mutuos, como el Monte de Piedad o muchas otras que conocemos, pueden ser utilizadas para triangular recursos tanto en el origen ilícito como en su destinación ilícita. Esas empresas financieras están perfectamente vulnerables para este tipo de delitos”, dice Lara.

El experto en seguridad Ricardo Márquez Blas afirmó que las casas de empeño son una opción que con frecuencia utilizan las organizaciones criminales para lavar dinero. Lo anterior, explicó, ante la falta de controles estrictos y rigurosos sobre las operaciones que realizan estás instituciones. A su consideración hacen falta sistemas técnológicos que vigilen las operaciones que llevan a cabo las casas de empeño y cambio en el país.

(El Universal)

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