México

#MetaDatos | Una comunidad de usuarios impulsó durante una semana una campaña mediante el empleo de un lenguaje discriminatorio en contra de varios actores políticos de izquierda y algunos militantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Lo hicieron con la misma estrategia que han empleado por casi una década para inyectar odio en la Red a partir de la burla, el sarcasmo y la humillación.

Ciudad de México, 28 de julio (SinEmbargo).– La campaña tuitera que durante esta semana atacó a varios protagonistas de la Cuarta Transformación  (4T ) y líderes de opinión de izquierda  activó las alarmas por el empleo de un lenguaje de odio  y discriminación con el que un grupo de opositores intenta apuntalar su discurso político desde hace una década. La cadena de hashtags que iniciaron con el ataque a la Senadora Citlalli Hernández  se centraron en criticar características físicas de sus objetivos, con la meta de quitar el foco de atención en el debate político e iniciar una confrontación desde el entorno digital a partir de descalificativos superficiales.

Entre el jueves y el viernes pasado, las muestras de racismo  y clasismo  que emergieron de esta movilización elevaron un debate en México sobre la discriminación en las redes sociales. El Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación  (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, condenó desde su cuenta oficial los ataques que recibió el politólogo Gibrán Ramírez Reyes .

https://twitter.com/ArturoZaldivarL/status/1154147396391243779

Sin embargo, el fin de quienes posicionaron la tendencia no era precisamente desprestigiar al politólogo sino provocar a las comunidades de izquierda y simpatizantes de la 4T, amplificar la polarización y descentralizar la discusión del debate político.

De acuerdo con expertos en análisis de discurso, estas narrativas suelen emerger de propagandas que tienen fines manipulatorios. En el análisis titulado “Polarización y demonización en la campaña presidencial de Colombia de 2018”, publicado en el mismo año por Oscar Andrés Prada Espinel y Luis Miguel Romero Rodríguez, se presentaron prácticas similares entre las comunidades de usuarios de Twitter de Colombia durante el pasado periodo electoral.

Estas prácticas fueron identificadas por los analistas como parte de procesos de polarización que tienen su origen en la desacreditación del adversario a partir de estrategias en las que se destacan las virtudes del grupo de pertenencia y se rechaza de manera general al grupo contrario.

La campaña que surgió esta semana es similar a las que ocurren en otros países. En el caso mexicano se buscó descentralizar el debate político y hacer descender la argumentación a enunciaciones de corte superficial, enfocada en críticas al aspecto físico de sus adversarios; destaca también la desacreditación de los atacados a partir de comentarios reiterativos respecto a la raza, la clase social y las capacidades intelectuales.

Además de Gibrán Ramírez y Citlalli Hernández, otros objetivos de la campaña fueron al Diputado Gerardo Fernández Noroña, la Senadora Jesusa Rodríguez Ramírez, la agencia Notimex, dirigida por la periodista Sanjuana Martínez, y el viernes pasado la activación continuó con una movilización en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador .

El efecto que generaron tuvo variaciones en la intensidad. El viernes, el impacto obtenido entre la comunidad de usuarios afines a la 4T presentó una notoria reducción. En tanto que la respuesta fue mayor los primeros días en que los ataques fueron dirigidos a la Senadora Citlalli Hernández y el politólogo Gibrán Ramírez; en ambos casos surgieron hashtags en respuesta a los ataques, pero en ellos no participaron todos los miembros de la comunidad.

MOMENTO COYUNTURAL

La campaña surgió en un contexto político en el que las comunidades de izquierda habían intensificado el debate político en torno a los casos del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emliio Lozoya Austin, quien tramitó un amparo para detener los procesos legales en contra de él y sus familiares, señalados como sospechosos de haber participado en el fraude de Odebrecht.

La tensión ya se había apoderado del debate acontecido en redes sociales desde el lunes, cuando el ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, y el ex líder petrolero Carlos Romero Deschamps también obtuvieron suspensiones a los procesos legales en su contra.

En los últimos días ha crecido en Twitter la exigencia por llevar a juicio a ex funcionarios implicados en corrupción. Uno de los casos que más revuelo generó fue la solicitud de López Obrador por investigar el fin que tuvieron 205 millones de dólares incautados al empresario Zhenli Ye Gon durante el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón, y que puso los reflectores sobre el ex Secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, señalado por el empresario de origen asiático de presunta extorsión.

UNA COMUNIDAD AÑEJA

Quienes impulsaron esta campaña pertenecen a una de las comunidades más antiguas de Twitter; arribaron a esta red social desde los primeros años en que la plataforma fue activada en México, muchos de estos usuarios provenían de los foros de Yahoo Respuesta, que entre los años 2006 y 2007 alcanzó un alto grado de polarización en el ámbito político sobre todo durante el periodo postelectoral del 2006 en que el país se encontraba envuelto en protestas que acusaban la comisión de un fraude electoral.

En Yahoo Respuestas surgieron perfiles pro derecha que adquirieron notoriedad por las constantes confrontaciones que protagonizaron contra usuarios que ya desde entonces apoyaban a López Obrador en la Red. Algunos de estos usuarios migraron a Twitter y continuaron atrayendo interés con los mismos argumentos y el mismo nivel de debate.

Entre estas cuentas, destaca la que esta semana se adjudicó el posicionamiento de los hashtags cargados de intolerancia racial y discriminación. A través de los años, esta comunidad ha dejado un rastro de actividad en la observan la misma estrategia de choque. En 2010 intensificaron sus ataques contra el movimiento del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) con múltiples muestras de intolerancia hacia esta agrupación, afectada por la extinción de la compañía Luz y Fuerza el Centro durante el sexenio de Felipe Calderón fue liquidada por decreto presidencial.

El mismo discurso hostil, la búsqueda por cambiar el centro de atención de los debates políticos y degradarlos a cuestiones superficiales, así como la manera en que provocan por medio del llamado a la acción no ha cambiado mucho desde el año 2010.

Por casi una década, las tendencias que posiciona este grupo se caracterizan por ser iniciadores de discusiones simplistas con alto grado de odio y de términos discriminatorios. En contra del SME posicionaron etiquetas como #CatálogoPuestosdelSME que dieron pie a frases para desacreditar el movimiento y degradarles.

Otras campañas que han activado desde aquel año tuvieron como objetivo atacar a los simpatizantes de ideologías de izquierda agrupados bajo el término “chairo”. Con la misma estrategia que emplearon estas semana posicionaron etiquetas como #SabesQueEresChairo, #ComoDetectarChairos, #comidachaira y otras más que se caracterizan por se invitaciones para la enunciación de frases sarcásticas y denostativas hacia el grupo adversario.

Aunque esta técnica no es exclusiva de este grupo, destaca por su interés en promover un discurso discriminatorio, que busca desacreditar a través de la burla y el sarcasmo y que se ha mantenido activo en la red social de microblogging sin ser sancionado por los administradores.

Otra características de los grupos de oposición a la 4T que en este clúster se acentúa es su supuesta falta de interés por identificarse con una ideología o agrupación política. Su críticas son generalizadas y abordan fallas de todos los partidos y actores políticos del país, pero en el caso de esta agrupación, hay una notoria diferencia entre los juicios que emiten a perfiles de izquierda y el resto de propuestas políticas.

En algunos episodios el grupo se ha posicionado a favor de Felipe Calderón a pesar de que en ocasiones le han criticado. Durante su sexenio, los miembros de esta agrupación intentaron disipar etiquetas como #RenunciaCalderón al sumarse a estas tendencias con frases en su defensa.