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Por la corrupción dejaron el Sistema de Salud Pública por los suelos, dice el Presidente

ZONGOLICA, Veracruz, 28 de julio (Gobierno de México).- Por la corrupción dejaron el Sistema de Salud Pública por los suelos. No es para consolar a los de Zongolica, pero así están todos los hospitales y los Centros de Salud en el país: sin medicinas, faltan médicos, ya no alcanzan las instalaciones, mucho trabajador de la salud trabajando de manera eventual, sin plazas, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador en este municipio de Veracruz.

Esa es la realidad, porque se robaban hasta el dinero de las medicinas, ¿qué culpa tiene el médico y qué culpa tiene la enfermera?, ¿o compraban aquí las medicinas ustedes?

Claro que no, eso se compraba arriba.

¿Les digo cuánto se compró el año pasado de medicinas y de materiales de curación en el país?

Noventa mil millones de pesos y tres empresas le vendían al gobierno el 70 por ciento de todas las medicinas y de todos los materiales de construcción. Eran un monopolio prohibido por la Constitución.

Ya todo eso se está resolviendo, vamos a mejorar el sistema de salud que es lo más importante, porque siempre pensé y decía yo que estaba peor el sistema de salud que el sistema educativo, y ahora estoy seguro de que en realidad, en efecto, está peor el sistema de salud que el sistema educativo.

Nada más que en lo educativo se generó la polémica por la llamada reforma educativa y todos hablando de que estaba muy mal la educación y echándole la culpa a los maestros, todo lo que ya sabemos. Por cierto, ya esa mal llamada reforma educativa se canceló. Ya eso se acaba, eso no va a continuar.

Pero el sistema de salud se dejó caer mucho, no les interesaba y es muy grave, por eso estoy haciendo las giras visitando hospitales, los 80 hospitales del IMSS-Bienestar los voy a visitar y voy a ocuparme de manera personal para levantar el sistema de salud pública en el país. Es mi compromiso.

Miren, si no llega un maestro a dar clase, decían que los maestros eran irresponsables, no daban clase. Si hay ausentismos -que por cierto se tiene que terminar ese ausentismo, nada de la semana de martes a jueves, eso ya se acabó, es de lunes a viernes- si no llega un maestro a dar clase está mal, aceptando, sin conceder, como dicen los abogados, pero puede suplirlo otro maestro o se van los niños a sus casas y los atienden sus mamás, sus abuelitas y no pasa a mayores; pero si aquí viene a este hospital un infartado y no tienen el equipo, y no tienen la medicina no alcanza a llegar a Orizaba, no alcanza a llegar a Córdova, no alcanza a llegar para que le salven la vida.

Entonces, sí necesitamos mejorar toda la atención médica de salud pública, que podamos mejorar lo que conocen ustedes como régimen ordinario, es decir, que mejore el Seguro, el Issste, para atender a derechohabientes, y que con el Instituto que se creó de la Salud para el Bienestar, se atienda a la población que no tiene seguridad social, es decir, a la mayoría de la población, a la gente más humilde, la gente más pobre.

Y que los servicios de salud, atención médica y medicamentos sean gratuitos y que no sólo sea el llamado cuadro básico, porque hasta en eso hay una gran injusticia. En una unidad médica rural puede haber 120 claves, aquí en el hospital 280 claves, pero en el régimen ordinario 700 claves, y están autorizadas mil 200 claves.

¿Qué significa esto?

Que entre más pobreza, menos claves, menos medicinas. Hay enfermos de primera, de segunda y de tercera. Eso se va a terminar, somos iguales. No va a ser nada más el cuadro básico y por eso estamos considerando cuatro acciones:

Una acción es que no falten las medicinas en centros de salud, en unidades médicas, en hospitales. Yo conozco este sistema IMSS-Bienestar, porque en efecto este sistema se creó en 1979, tiene 40 años, y en 1979 -la señora que nació aquí en este hospital- este hospital se fundó, como nos lo han dicho, en 1980; pero en ese entonces, de 1977 a 1982 yo fui director del Instituto Nacional Indigenista en Tabasco y fui el delegado de Coplamar en ese periodo, que fue cuando se crearon las unidades médicas y se empezaron a hacer los hospitales. Entonces, conozco muy bien este sistema, primero fue IMSS-Coplamar, luego IMSS-Solidaridad, luego IMSS-Oportunidades, luego IMSS-Progresa y luego IMSS-Prospera y ahora IMSS-Bienestar. Lo conozco muy bien.

Decirles que no va a desparecer este sistema; al contrario, se va a mejorar el sistema, IMSS-Bienestar, que no falten -ni en el IMSS-Bienestar ni en lo que era el llamado Seguro Popular- que no falten los medicamentos, que haya abasto permanente.

Y ya se nombró al instituto, al director del Instituto de Salud para el Bienestar, Juan Ferrer, que está aquí con nosotros. Él se va a hacer cargo de lo que era el llamado Seguro Popular que ni era seguro, ni era popular, por eso se cancela.

Y en ese instituto va a trabajar encargado de que no falten las medicinas el doctor Alejandro Calderón Alipi, que está aquí con nosotros. Él es responsable de que no falten las medicinas

Si la Coca-Cola y las Sabritas distribuyen esos productos -que no voy a decir cómo los considero- y llegan hasta las comunidades más apartadas, ¿por qué nosotros no vamos a distribuir los medicamentos a todas las comunidades?

Por cierto, abro un paréntesis para decir: hay que trabajar mucho en la prevención, porque ya ustedes lo saben, son muchos los enfermos de diabetes, hipertensos y todo esto no era lo que predominaba en Zongolica y en el país, eran otras enfermedades. Estas tienen que ver con cambios de hábitos alimenticios.

Hay que prevenir mucho, es mejor que prevenir que curar, por eso la labor tiene que ser preventiva.

Llegó al grado de que tomarse un refresco era tener una fama, era como una distinción el que tenía para comprar un agua que no se sabe ni de que está hecha, cuando es muchísimo mejor un jugo de naranja, la papaya, el pozol, las bebidas, muchísimo más nutritivas, no dañan, y no sólo eso, son más baratas, porque hagan la cuenta, una bolsa de papitas lo que cuesta.

¿Qué no es mejor comprar una papa y hacerla?

Claro que sale más barata, no sólo es que come uno muchísima sal y a lo mejor no ayuda a la salud, es también el costo de bebidas de estas artificiales, se gasta la gente dinero en eso, mucho dinero.

Una de las zonas en donde más refresco se consume en México es en los Altos de Chiapas, la única ventaja que se tiene es que no hay cervecerías, pero sí hay ¿saben cómo le llaman? refresquerías.

Es decir, así como la cervecería, pero no para vender cerveza, sino para vender el refresco y es un lujo, como se dice allá, se siente galán estar sentados tomando su agua industrial. Y hay que ver todo esto cómo ha dañado en la salud.

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