Apenas el pasado 19 de septiembre, a las 10:51 horas, las llamadas al 911 alertaron de un ataque contra guardias de seguridad penitenciaria del Centro de Readaptación Social “Cereso Mil”, en la carretera Salamanca-Pueblo Nuevo. El saldo fue de 5 custodios muertos y 2 lesionados. Los agresores no fueron detenidos. Apenas un día antes de estos hechos, el 18 de septiembre, agredieron en Salamanca al Jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de Irapuato, y asesinaron a su acompañante.
Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo/ZonaFranca/PopLab).– Las corporaciones policiacas vivieron una de las semanas más violentas en Guanajuato . Jorge Cisneros, Subdirector de Seguridad Pública del municipio de Pénjamo , fue la última víctima. Ayer, un grupo de sujetos armados secuestró al funcionario al medio día, lo sorprendieron al interior del Centro Educativo de Criminología en la comunidad de Huanímaro, donde estudiaba la carrera de Derecho. Y casi ocho horas después de realizar búsquedas y operativos, su cuerpo fue hallado adentro de un vehículo abandonado.
A través de un comunicado, el Gobierno Municipal confirmó el hallazgo y lamentó lo sucedido con el elemento, quien tenía cuatro años en la corporación. Además de enviar sus condolencias a la familia y amigos de Jorge Cisneros, las autoridades se comprometieron a brindar el apoyo conducente.
https://www.facebook.com/municipiodepenjamo/posts/2447549915520603
“Era un policía ejemplar. Esposo y padre responsable. Su deseo de superación y preparación constantes eran evidentes. Fue secuestrado en un plantel educativo en donde acudía de manera regular para obtener su título profesional. Lo que le permitiría avanzar en su carrera policial para brindar un mejor servicio a la ciudadanía. Su crimen no quedará impune”, expresó el Alcalde, Juan José García.
Con el asesinato del Subdirector de Seguridad Pública de Pénjamo , suman 35 homicidios perpetrados en contra de policías municipales, estatales, ministeriales, custodios y directivos de seguridad en lo que va del año en Guanajuato .
Apenas el pasado 19 de septiembre, a las 10:51 horas, las llamadas al 911 alertaron de un ataque contra guardias de seguridad penitenciaria del Centro de Readaptación Social “Cereso Mil”, en la carretera Salamanca-Pueblo Nuevo. El saldo fue de 5 custodios muertos y 2 lesionados. Los agresores no fueron detenidos.
Reportes indican que a la altura de la comunidad Callejones se registraron más de 100 denotaciones de ama de fuego. Un segundo informe alertó de otro ataque con más de 80 disparos a la altura de Labor de Valtierra, cerca de primer reporte.
Previo a esta información, los 7 custodios se dirigían al Cereso Mil de Valle de Santiago en una camioneta tipo Van de color blanco de caja cerrada para relevar a su compañeros cuando tres camionetas de modelo reciente, con más de 15 civiles armados los interceptaron: una se emparejó al vehículo de los custodios, disparándoles en varias ocasiones al agente que conducía y a su copiloto, ambos murieron en el interior de la camioneta, la unidad se estancó en la orilla de la carretera.
El Alcalde de Pénjamo, Juan José García, habría tenido un acercamiento con instancias estatales y federales para realizar un operativo de búsqueda y rescate del oficial adscrito al Mando Único Policial. Foto: Zona Franca
De los cinco custodios que iban en la parte trasera de la camioneta, dos más murieron en el interior, tres alcanzaron a bajarse de la unidad e internarse entre los sembradíos de maíz, pero uno más fue alcanzado por las balas, muriendo en el lugar.
Los dos sobrevivientes, identificados como Luis y Miguel, uno de ellos con una lesión en la cabeza, el otro sólo resultó con golpes contusos, fueron trasladados para recibir atención médica.
Los agresores huyeron, en la zona se encontraron más de 200 casquillos percutidos.
Los fallecidos (originarios todos del municipio de Pénjamo): José Manuel Rodríguez García, Federico Macías, Eduardo Salvador Jiménez Rodríguez, José Sergio Domínguez Zaragoza (de la comunidad de Magallanes), Octavio Laguna Carrillo (de la comunidad de La Troja). Lesionados: Los oficiales Miguel y Luis.
Por este hecho, el Secretario de Seguridad del Estado, Alvar Cabeza de Vaca Appendini, en sus redes sociales dio el pésame a las familias, asegurando que dicha corporación “está de luto”, y como en otros asesinatos de policías estatales, volvió a comprometer “nuestros mayores esfuerzos para que se castigue a los responsables y este crimen no quede impune”.
El titular de Seguridad Pública, Miguel Medina, se trasladó a la ciudad de Huanímaro para realizar la denuncia correspondiente en el Ministerio Público. Foto: Zona Franca
Por su parte, el Comité Estatal de Guanajuato del Movimientos Nacional por la Seguridad y en Pro de la Justicia (MNSPJ), ONG que promueve la dignificación policial y el servicio público de Procuración de Justicia le cuestionó al funcionario, también por la vía de redes sociales, “¿Como cuál de los más de 25 policías (asesinados) ha visto esclarecido?”. No hubo respuesta del funcionario estatal.
Apenas un día antes de estos hechos, el 18 de septiembre, agredieron en Salamanca al Jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de Irapuato, y asesinaron a su acompañante.
Alrededor de las 05:00 de la mañana en la carretera Salamanca-Celaya, kilómetro 86 + 940, a unos metros del acceso a la comunidad de Valtierrilla, tres sujetos armados con vestimenta tipo policial y tripulaban una unidad con torreta detuvieron a Juan José Olvera Soriano, jefe de la unidad Irapuato del Centro Nacional de Investigación y a su escolta, Cuauhtémoc Izquierdo, al conducir un vehículo, les pidieron que se identificaran.
Al mostrar sus credenciales, los civiles armados dispararon contra Cuauhtémoc Izquierdo, murió en el lugar, en ese momento Juan José Olvera comenzó a forcejear con los agresores quienes lo golpearon con la cacha de las armas en la cabeza, no le dispararon.
Policías estatales, de la Guardia Nacional y del Ejército custodian la zona donde emboscaron a los custodios. Foto: Zona Franca
Los agresores antes de huir se llevaron celulares, las pertenecías de los funcionarios, presuntamente información y documentación que portaban de algunas investigaciones.
De este hecho, la Fiscalía General de Guanajuato, el estado y la Federación no han fijado postura.
Los custodios trasladaban a un reo al Cereso Mil en Valle de Santiago. Foto: Zona Franca
34 POLICÍAS Y DIRECTIVOS ASESINADOS EN GUANAJUATO
En los primeros siete meses de 2019, sumaban 27 asesinatos de policías municipales, estatales, ministeriales, custodios y directivos en el estado. Los municipios con mayor cantidad de oficiales caídos son Irapuato y Celaya.
POLICÍAS CAÍDOS EN 2019:
El 3 de enero, en Irapuato, José Luis de 25 años policía estatal activo, asesinado en día de su descanso.
El 6 de enero, en Celaya, José Luis de 27 años, policía municipal asesinado en su día de descanso.
El 14 de enero en Yuriria, Miguel Ángel N, policía municipal asesinado en su descanso.
El 3 de febrero en Salvatierra, Julio Ortiz Jiménez, policía municipal asesinado en día de su descanso.
El 6 de febrero en León, Filiberto Mendoza Hernández, policía municipal asesinado en horario laboral.
El 7 de febrero en Pénjamo, José Luis Ventura Ramírez, comandante de turno del Cereso en Pénjamo, asesinado afuera de su casa, se disponía a ir a laborar.
Al menos cinco custodios fallecieron. Foto: Zona Franca
El 7 de febrero en Celaya, Luis Iván Revilla González, agente de tránsito, salía de su horario laboral, fue asesinado junto al conductor de Uber.
El 11 de febrero en Guanajuato, Edgar González, jefe de custodios del Cereso Mil de Valle de Santiago, fue asesinado cuando llevaba a su hijo a la escuela.
El 13 de febrero en San Francisco del Rincón, Braulio N, policía municipal, murió al salir de turno, fue atacado con otros dos compañeros.
El 20 de febrero en San Francisco del Rincón, Jesús Ávila Martínez, policía municipal asesinado cuando se dirigía a trabajar a la corporación.
El 28 de febrero en Irapuato, Jessica Alejandra Rodríguez Hernández, policía municipal asesinada en su descanso, además privaron de la libertad a su esposo, y su bebé de 10 meses resultó herido.
El 29 de marzo en Abasolo, Josafat Iván Job Martínez, agente ministerial de la Fiscalía General de Guanajuato, al realizar una investigación.
El 3 de mayo en Irapuato, Israel Barrios Hernández, policía municipal asesinado en horario laboral.
El 3 de mayo en Irapuato, Miguel Caudillo López, policía municipal asesinado en horario laboral.
El 24 de mayo en León, Eduardo Efraín Muñoz, policía municipal asesinado al acudir atender un reporte en la colonia la Luz.
El 18 de junio en Irapuato, Ulises Ramírez Andrade, agente de tránsito de León fue asesinado al escoltar a la esposa de un ex funcionario municipal, ella es amiga de la cónyuge del entonces secretario de Seguridad Pública, Enrique Ramírez Saldaña, hecho que le costó el puesto al funcionario.
El 12 de julio en Acámbaro, Miguel Ángel Sandoval Sosa, policía municipal asesinado en ataque a la comisaría de Seguridad Pública; además un segundo elemento resultó herido.
El 20 de julio en Celaya, Gustavo Adolfo Moreno López, policía ministerial fue asesinado junto a su hija de 8 meses cuando jugaban en el parque en su día de descanso.
El 22 de julio en Acámbaro, Alejandro Rangel, policía municipal asesinado junto a su hija adolescente en día de descanso.
El 23 de julio en San Miguel de Allende, Fernando Villegas, policía municipal, asesinado al atender reporte.
El 23 de julio en San Miguel de Allende, Valentín Vargas, policía municipal asesinado al atender un reporte.
El 10 de agosto en León, Juan Diego González Valadez, policía municipal asesinado al atender reporte de robo en proceso.
El 11 de agosto en Yuriria, Carlos Anastacio, teniente de la Guardia Nacional murió en un enfrentamiento con civiles armados en la comunidad Loma de Zempoala. De este hecho la Fiscalía sí reportó detención y vinculación a proceso de 7 hombres y una mujer por el homicidio.
El 15 de agosto en Acámbaro, Manuel Hernández, policía municipal asesinado en día de su descanso.
El 21 de agosto en San Francisco del Rincón, Raymundo Gutiérrez, policía municipal muerto en enfrentamiento con civiles armados.
El 9 de septiembre en Silao, José Erasmo Fuentes Damián comandante de la policía municipal asesinado cuando se dirigía de su casa a su trabajo.
Sin embargo en esta lista no tienen registrados varios homicidios, como el de Francisco Javier Fuentes Uribe, jefe de la Unidad Antidrogas de la Fiscalía General de Guanajuato, asesinado el pasado 3 de julio al salir de una tienda en el municipio de Celaya. Este sería el asesinato número 27.
La cifra ascienden a 28 asesinatos, al suman la privación de la vida del director del Centro de Comunicaciones (Cecom) de Irapuato, Oscar Paulino Márquez, el pasado 26 de enero por varios sujetos, cuando este se diría a su casa esa noche.
El asesinato número 29 se dio el 18 de septiembre en Salamanca, cuando Cuauhtémoc Izquierdo, agente de Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fue ultimado por sujetos con armas de grueso calibre en un ataque contra el jefe de la unidad Irapuato del CNI.
La cifra ascienden a 34 bajas con los cinco custodios que fueron privados de la vida ayer 19 de septiembre en Salamanca; José Manuel Rodríguez García, Federico Macías, Eduardo Salvador Jiménez Rodríguez, José Sergio Domínguez Zaragoza y Octavio Laguna Carrillo
El año 2018 Guanajuato batió el récord de 63 policías asesinados, dando al estado los primeros lugares en oficiales caídos a nivel nacional.
EL CRIMEN SE DISPUTA EL CONTROL DEL ESTADO
Desde hace aproximadamente tres años los distintos grupos del narcotráfico que se disputan el control del estado de Guanajuato se encuentran en un virtual empate técnico. Aunque cada cártel ha logrado consolidar zonas de influencia, es difícil trazar las “líneas de frontera”. Sabemos que en León, Silao, Dolores, los pueblos del Rincón y el noroeste del estado hay una fuerte presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). En el sur de la entidad (Pénjamo, Acámbaro, Salvatierra, Valle de Santiago) sigue habiendo incursiones de células de los cárteles michoacanos que amenazan las conquistas del CJNG. Finalmente, en Salamanca, Celaya, San Luis de la Paz, Villagrán y la zona de los Apaseos domina el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), orientado principalmente a la extracción ilegal de hidrocarburos, aunque recientemente ha fortalecido su “división” de secuestro y extorsión, y ha incursionado en el robo de cajeros y sucursales bancarias.
Pero gran parte del estado aún se encuentra en disputa. Hay regiones y municipios que han pasado del control de un cártel a otro, en espacios de tiempo relativamente cortos. De acuerdo con los mapas de calor que empezó a publicar la Fiscalía General del Estado (FGE) en sus redes sociales, esta situación se presenta en Irapuato, León, Salamanca y Celaya.
Hay demasiados territorios que son tierra de nadie, o mejor dicho, que son tierra de todos. No hay un claro ganador. No hay un cártel hegemónico en el estado, por lo que estamos en el peor de los mundos posibles. Hay varios cárteles peleando el control de la entidad, pero hasta el momento ninguno ha logrado imponerse.
Este “empate técnico” constituye en los hechos la razón principal que explica el baño de sangre que se vive en el estado. Los cárteles están trenzados en una diputa en la que nadie quiere ceder terreno. Los bandos en guerra cuentan con los recursos humanos, materiales y financieros para mantenerse en pie de lucha. Lo peor es que disponen de líneas de abastecimiento fuera de Guanajuato (Jalisco, Michoacán y San Luis Potosí). Aunque el negocio se les caiga, pueden seguir recibiendo apoyo del exterior. Ya van así más de 3 años.
Todos recordamos el paso arrollador con el que el CJNG irrumpió en Guanajuato. En tiempo récord aplastó y aniquiló a líderes históricos del narcomenudeo y robo de autos en León, como Gustavo Sánchez Reynoso, “El Jari”. Avanzaron a bayoneta calada en municipios como Silao, Romita, Pénjamo e Irapuato.
Los despiadados comandantes que envío Nemesio Oceguera, “El Mencho”, líder del CJNG, “estaban sentando plaza” con relativa facilidad. Pero el CJNG padeció la “enfermedad de la victoria”. Su rápido avance por varios municipios del estado les hizo pensar que Guanajuato sería pan comido. Empezaron colocando mantas en puentes, glorietas y boulevares. Ejecutaban a algunos narcocumenudistas locales. Al lado de sus cadáveres ponían cartulinas fosforescentes con la lista de los siguientes narcomenudistas rivales que serían abatidos, buscando la dispersión de los mismos. Todos nos aprendimos el caminito. Una narcomanta, una masacre, un montaje escénico y su difusión en redes sociales, eran la marca de la casa. Eran las famosas limpias de los jalicienses.