México

CIUDAD DE MÉXICO, 23 de septiembre (SinEmbargo).- Manuel Ancira Elizondo, accionista y director general adjunto de operaciones de Altos Hornos de México (AHMSA) falleció este lunes.

De acuerdo con medios nacionales, el hermano de Alonso Ancira, presidente de AHMSA, murió a causa de un paro respiratorio a los 66 años en Monterrey, Nuevo León.

Manuel Ancira nació en la Ciudad de México en 1953. Estudió arquitectura en la Universidad Anáhuac y obtuvo una maestría en Administración de Empresas por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE Business School).

Según la información disponible, como director general adjunto de operaciones de AHMSA -cargo que ocupó durante 27 años-, y en colaboración con su hermano, dirigieron las dos transformaciones de la empresa. La primera en 1992 y, la segunda, con el Proyecto Fénix, cuando se posicionaron como una siderúrgica de clase mundial.

En 1993, fue elegido como Presidente de la Cámara Minera Mexicana (Canimex), cargó que ocupó hasta 1995. También fue presidente de la Organización Latinoamericana de Minería (OLAMI) entre 1996 y 1998.

A través de su cuenta de Twitter, la Diputada panista Silva Garza lamentó el fallecimiento de Ancira Elizondo y expresó sus condolencias a los familiares.

“Lamento profundamente el sensible fallecimiento de Don Manuel Arturo Ancira Elizondo. Mi más sincero pésame para sus familiares. QEPD”, publicó.

Este lunes, se dio a conocer que Altos Hornos de México (AHMSA) está trabajando en varias opciones de capitalización y/o asociación con diversos grupos industriales tras surgir versiones de que la compañía de Alonso Ancira habría llegado a un acuerdo de compra a Grupo Techint, integrado por Ternium y TAMSA.

En un comunicado a la Bolsa Mexicana Mexicana de Valores, la compañía indicó que hasta el momento no existe acuerdo alguno, aunque confirmó que sí busca socios u opciones de capitalización.

A principios de 2019, Hacienda bloqueó las cuentas de AHMSA y Alonso Ancira por la venta irregular de la planta Agro Nitrogenados a PEMEX por un precio de 500 millones de dólares cuando su valor real era de 50 millones por presentar severos daños y no tener una operación útil.