CIUDAD DE MÉXICO, 29 de enero (SinEmbargo).– “No queremos pelearnos. Tenemos buena relación. Amor y paz”. Así respondió el Presidente Andrés Manuel López Obrador a Donald Trump, quien dijo anoche: “Nos gusta México, ¡mucho! Nos hemos llevado muy bien. El Presidente es un amigo mío, creo que está haciendo un trabajo fantástico. Pero México está, de hecho, pronto lo descubrirán, pagando por el muro”.
Durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario mexicano aseguró que su relación con el país vecino “es buena”, por lo que no se va a “enganchar”.
“Lo que quisieran nuestros adversarios, los que dejaban pasar armas, los que están callados ahora que está en Estados Unidos detenido García Luna, ellos quisieran que nos peleáramos con el Presidente Trump y el Gobierno de Estados Unidos, no”, sostuvo.
Desde Palacio Nacional, López Obrador subrayó que no se va a confrontar con la administración de Trump y pidió a la gente tomar en cuenta “que hay una elección en Estados Unidos”.
“Y ya saben cómo son las elecciones en Estados Unidos, en España, en Francia, en Guatemala, el México”, indicó.
Ayer, el Presidente estadounidense nuevamente aseguró que México está pagando el muro fronterizo.
“Nos gusta México, ¡mucho! Nos hemos llevado muy bien. El Presidente es un amigo mío, creo que está haciendo un trabajo fantástico”, dijo durante un mitin en Nueva Jersey.
“Pero México está, de hecho, pronto lo descubrirán, pagando por el muro”, añadió. Las palabras de Trump se dan en el marco de la firma del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Cuestionado sobre estas palabras, López Obrador dijo que no hay que olvidar que Estados Unidos está en periodo electoral, un “tiempo especial”.
“Nuestra relación con Estados Unidos es buena, no queremos pelearnos. Amor y paz”, dijo, y a continuación levantó las manos en señal de paz.
Y agregó con algo de sorna: “Aunque nos cuquen (provoquen), no nos vamos a enganchar”.
Y a continuación, hizo un ejercicio a mano alzada con los periodistas presentes en la mañanera, preguntándoles si piensan que México debe actuar con confrontación o con prudencia frente a Estados Unidos.
Tras un recuento rápido del mandatario, ganó la segunda opción.
Crisis migratoria
López Obrador fue cuestionado sobre este “muro” del que habló Trump luego de que, en la frontera sur de México, la Guardia Nacional y las autoridades migratorias frenaran en días pasados el intento de miles de centroamericanos, en caravana, de cruzar el país para llegar hasta Estados Unidos.
De hecho, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó este lunes que se habían deportado entre el 18 al 27 de enero a dos mil 303 hondureños, retornados por aire o por tierra.
No obstante, el mandatario recordó que estos fueron “retornos asistidos”. “Lo están haciendo (regresando) por voluntad”, aseveró.
Aseguró que se está dando posibilidades a los migrantes a pedir refugio y por ende “se está cumpliendo con la ley”.
Y recordó que es importante que haya un registro y un orden de entrada al país.
Un periodista le cuestionó por qué en lugar de guardias nacionales no se disponían de más agentes migratorios para poder solicitar refugio.
“Está resuelto el problema sin violencia, se han respetado los Derechos Humanos”, continuó el Presidente, que defendió que el plan de desarrollo que impulsan en Centroamérica ya está dando resultados y frenando la ola migratoria.
Prohibición de entrar a albergues
En una breve nota informativa, el Instituto Nacional de Migración (INM) confirmó este martes la veracidad de un oficio que señala que se suspendían las visitas a albergues migratorios -donde hay detenidos a miles de migrantes- de ONG y entidades religiosas, reprogramando las visitas a futuro.
“La reprogramación dependerá de la agenda de trabajo de cada estación y estancia migratoria, con el objetivo de que los servicios para la población migrante se desahoguen sin interrupción”, apuntó el INM, en una decisión muy polémica.
El Presidente no estaba enterado de esta decisión, y en un primer momento negó el hecho.
“Si fuese así, no tienen por qué impedirle a nadie la entrada. El que nada debe, nada teme”, dijo después, y atribuyó esta decisión a “inercias” del “régimen autoritario” pasado.