CIUDAD DE MEXICO, 4 de enero (EFE).- Panaderos mexicanos preservan la receta de la rosca de reyes tradicional ante las alternativas comerciales que han surgido en los últimos años, que incluyen ingredientes como chocolate y galletas industriales, e inician su venta meses antes del Día de Reyes, que se celebra el 6 de enero.
El sabor a tradición persiste en la Pastelería Ideal, una de las panaderías más emblemáticas del centro histórico de Ciudad de México, donde se producen 80 mil roscas solo del 2 al 6 de enero, “ni un día más ni un día menos”, expone José Piña, gerente de producción, en entrevista con Efe.
“Nosotros seguimos manteniendo la misma receta de hace 93 años. Los mismos materiales, la misma calidad con la cual nos hemos manejado todo ese tiempo. Actualmente lo seguimos haciendo”, afirma Piña.
La rosca, conocida en España como roscón, es un pan típico de forma circular decorado con frutas para simular la corona de los reyes magos Melchor, Gaspar y Baltasar, cuya visita al niño Jesús se celebra el 6 de enero, también conocido como el Día de la Epifanía por ser el momento en el que el hijo de Dios se manifiesta al mundo.
La tradición europea se ha mezclado con las indígenas, por lo que en México se acostumbra acompañar este pan con chocolate caliente y atole, una bebida dulce de maíz, y partirlo en familia para conmemorar el fin de las fiestas de la época, que en el país se inician el 12 de diciembre con el Día de la Virgen de Guadalupe.
“Entonces realmente estamos vendiendo tradición. Son regalos, la gente los ve así. La gente desde que entra a nuestra pastelería se remonta en el tiempo, le trae recuerdos de niño y eso hace parte del éxito de nuestra pastelería”, asegura Piña.
Sin embargo, el mercado se ha llenado de roscas con ingredientes industriales como crema de avellana, chocolates, galletas de marcas internacionales e incluso versiones con carne para tacos, que se venden en los supermercados meses antes de la festividad.
Aun así, Piña percibe que los consumidores mexicanos también quieren recuperar sus tradiciones, pues muchos de ellos acuden a la pastelería con el recuerdo de sus padres y abuelos.
“Nosotros nos seguimos manteniendo en el mercado como siempre. Incluso, yo te diría que vendemos más. Cada año hay más gente, producimos más. Realmente nosotros vemos nuestro pan y, en este caso, nuestra rosca, como todo un éxito”, asevera.
Ingredientes de tradición
Los ingredientes que distinguen a la rosca tradicional son la mantequilla y las frutas, como el membrillo, los higos, la cáscara de naranja y las cerezas, detalla Maximiliano Díaz, quien trabaja en la pastelería desde hace ocho años.
La clave, además de la calidad de la mantequilla, está en el diseño y los acabados, añade el panadero, quien precisa que cada rosca tarda hasta cinco horas para estar lista.
“Hay que supervisar que vaya bien, que vaya bien distribuida la pasta, que vaya bien puesta la fruta y que lleve el tamaño adecuado. Entonces son detalles que hay que cuidar”, comenta Díaz.
A cada rosca se le agregan pequeñas figuras de plástico del niño Jesús; la tradición en México indica que la persona que corte una rebanada que contenga este objeto, debe invitar a tamales el Día de la Candelaria, el 2 de febrero, cuando se conmemora a la Virgen de la Candelaria y la presentación del niño Jesús en el templo.
En estos días, los más de 150 panaderos de esta pastelería trabajan desde las cinco de la mañana para abastecer la demanda, por lo que Díaz dice sentirse orgulloso del trabajo en equipo que ayuda a cumplir una de las primeras fiestas del año de las familias mexicanas.
“Es una gran satisfacción. Una alegría. Ya es tradición. El sabor y todo eso nos han hecho que estemos aquí todo el día trabajando”, reflexiona.