CIUDAD DE MEXICO, 17 de abril (Economía Hoy).- El desplome sin precedentes en la demanda de petróleo está generando situaciones singulares que, probablemente, pasarán a formar parte de la historia de este mercado. Más allá del colapso de los precios, parece que en la industria existe un miedo muy justificado a que los tanques que almacenan el crudo se llenen hasta los topes. Esto obligaría a muchas empresas a regalar prácticamente el petróleo (mantenerlo tiene un coste) y a los productores a reducir sobremanera el bombeo de crudo. La cuestión es cuánto espacio hay en el mundo para almacenar petróleo, cuánto está en estos momentos ya ocupado y cuándo se llegará al límite.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicaba esta semana en su informe mensual un recuadro específico que intenta resolver este enigma. Según los expertos de la AIE resulta muy complicado saberlo a ciencia cierta porque muchos datos no son públicos, y aunque se han usado satélites para analizar la capacidad global, algunos países usan el subsuelo para almacenar el petróleo, lo que complica aún más la situación.
¿Cuánto petróleo cabe?
Con toda la tecnología disponible y usando los datos de almacenamiento estratégico de los países, la infraestructura comercial en tierra (tanques y oleoductos), bajo tierra (almacenamiento en el subsuelo) y en el mar (petroleros y plataformas), hay capacidad para 6 mil 700 millones de barriles (no hay que olvidar que gran parte está ocupado ya) a nivel global, según datos de la AIE.
El departamento de investigación de Citigroup desagrega algo estos datos y señala que Estados Unidos tendría una infraestructura suficiente para mil 499 millones de barriles y China para mil 440. Arabia Saudita también está entre los países con mayor capacidad con 329 millones de barriles. Un apunte extra, en España hay capacidad para 43 millones de barriles, al nivel de países como Polonia o Sudáfrica. Para poner algo de contexto a todas estas cifras, España consumen de media alrededor de 1.3 millones de barriles de crudo por día (en tiempos normales sin coronavirus), mientras que el mundo consume unos 100 millones de barriles cada día, pero en abril el impacto del coronavirus reduce esta cifra a 75 millones.
¿Cuánto espacio queda libre?
De toda esa capacidad, a finales de enero estaban ocupados una cantidad equivalente a 4 mil 200 millones de barriles, lo que supone una tasa de utilización del 63 por ciento. Sin embargo, la AIE cree que por cuestiones técnicas es imposible llenar hasta los topes muchas de las instalaciones, por lo que reducen la capacidad real hasta los 5 mil o 5 mil 700 millones de barriles. De modo que finales de enero aún cabían mil 500 millones de barriles.
Sin embargo, desde enero se comenzaron a acumular inventarios, lo que ha ido reduciendo el espacio sobrante semana a semana. A finales de marzo, los inventarios globales sumaban unos 4 mil 650 millones de barriles y para finales de abril la AIE prevé una cantidad de 5 mil 200 millones, lo que ya estaría presionando la capacidad operativa real de la infraestructura de almacenamiento. Si la situación no cambia, las proyecciones muestran que a finales de mayo no habría más espacio para guardar petróleo y en junio la situación será aún más dramática.
“De acuerdo con nuestras estimaciones, los inventarios de petróleo pondrán la capacidad operativa al límite a mediados de año… La situación para el almacenamiento es crítica a día dada la elevada sobreoferta que implica un nivel alto de inventarios para todo 2020, incluso después de que se implementen las medidas anunciadas por la OPEP+ y el G20”, señala el informe de la AIE.
Aún así, la situación puede llegar a ser especialmente grave en algunos puntos concretos incluso antes de mediados de año. “La capacidad de almacenamiento puede saturarse en algunas regiones antes de que ocurra a nivel global. Este es particularmente el caso en regiones sin acceso al mar en lugares de América del Norte o Rusia. Una vez que el almacenamiento local está saturado, si no hay medios para acceder directamente a los mercados internacionales, la producción debe detenerse. Los productores de crudo del oeste de Canadá, así como algunos productores de shale oil (petróleo de esquisto) en los Estados Unidos, también enfrentan hoy estas limitaciones”, sentencia la AIE.
Si llega el momento en el que no cabe más petróleo en tanques, oleoductos, petroleros y demás instalaciones, el precio del crudo podría sufrir un nuevo colapso hasta caer a los 10 dólares por barril, mínimos de 1999, según los economistas de Citigroup. Ahora mismo, el petróleo Brent, de referencia en Europa, cotiza en los 28 dólares por barril, un 58 por ciento menos de lo que valía a principios de año.