TIJUANA, Baja California, 22 de abril (Zeta).- Autoridades estatales investigan una fiesta que presuntamente se realizó el fin de semana último al interior de la Comisaría de Prisión Preventiva, en el complejo penitenciario de Puente Grande.
Mientras que la visita familiar, íntima y hasta de abogados a las personas privadas de libertad se encuentra suspendida desde la tercera semana de marzo con motivo de la pandemia del coronavirus, se filtraron fotografías al periódico Mural de Grupo Reforma sobre un convivio con bebidas embriagantes.
De acuerdo con la información publicada por el diario, el protagonista de la fiesta fue un empresario de nombre Horacio N., imputado por el delito de fraude, quien habría utilizado un dormitorio especial para dar rienda suelta a la diversión.
En una fotografía se aprecia la imagen de cuatro personas, sin guardar la debida distancia que aconsejan los protocolos sanitarios, y dos de ellas muestran botellas con supuestas bebidas alcohólicas.
El caso de Horacio N. y otros cuatro internos que habrían participado del convivio junto con otras personas, al parecer visitantes, no es el único escándalo ventilado recientemente.
Hace poco más de una semana, versiones periodísticas también dieron cuenta de la celebración de eventos en los que reclusas de la Comisaría de Reinserción Femenil son llevadas a penales de varones a participar en actividades deportivas, con festejo que incluye carne asada y cerveza.
Este miércoles 22 de abril, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, aseguró que ya ordenó una investigación de la última farra denunciada en el medio de comunicación.
“Evidentemente no es correcto lo que la foto refleja, no es algo que se pueda tolerar y por supuesto que habrá medidas al respecto”, dijo el mandatario.
Respecto al incremento de tres a ocho el número de internos que fueron detectados con el virus de COVID-19 dentro del antes llamado “Reclusorio Preventivo de Guadalajara”, Alfaro expresó que se reforzarán las medidas de seguridad sanitaria.
El Gobernador jalisciense refirió que “en medio de la emergencia sanitaria, hay todo un programa de monitoreo y de muestreo dentro de las instalaciones en materia de reclusorios y estamos intensificando esas medidas”.
Cabe mencionar que a los presos que son confirmados con coronavirus se les envía cumplir con el aislamiento que el caso amerita al Módulo de Tratamiento en Adicciones, antes Clínica de Desintoxicación, programa que actualmente se encuentra suspendido debido a la contingencia y a la falta de espacios debido a la sobrepoblación, pues en ese reclusorio hay 6 mil 700 internos.
Al cumplirse más de un mes de la prohibición de visitas, tanto reclusos como sus familiares se encuentran desesperados ante la falta de comunicación a la que se enfrentan, ya que aunque se les permite el acceso a la telefonía, en ocasiones los presos no cuentan con dinero para adquirir las tarjetas necesarias para hacer las llamadas.