México

En el modelo Centinela 'no todo es visible”

CIUDAD DE MEXICO, 7 de abril (SinEmbargo).- Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y rostro del esfuerzo mexicano contra la pandemia, dijo en una entrevista publicada en Medium con Richard Ensor, el jefe del buró de The Economist, que por el modelo que se escogió para monitorear los casos de coronavirus (COVID-19) en el país “no todo es visible”.

El periodista le pregunta por qué “su Gobierno no está haciendo un mayor esfuerzo para proporcionar la cifra negra para los casos de COVID-19, lo que mejoraría la transparencia”.

López-Gatell responde: “Lo estamos haciendo y seguiremos haciéndolo. Hoy publicamos un nuevo indicador [la entrevista se publica el 6 de abril] de la vigilancia centinela: el porcentaje de confirmación [resultados positivos de la prueba como porcentaje de todos los resultados]. No importa si un país tiene 20 casos, 400 casos o mil casos. La proporción de confirmación misma revela cuál es el patrón. Una tasa creciente de confirmación de casos de COVID-19, entre los casos sospechosos, es un indicador de que las cosas están progresando en la epidemia. En varias ocasiones, en nuestras conferencias de prensa, hemos dicho: utilizamos el modelo centinela, y en este modelo centinela no todo es visible”.

Agrega: “El modelo centinela comenzó a funcionar formalmente cuando nos mudamos a la Fase Dos el lunes pasado [23 de marzo]. Y ahora estamos haciendo todo el paquete de estimaciones para presentarlo públicamente. No es que queramos restringirlo, sino que los números del modelo aún no están disponibles porque recién acaba de comenzar a funcionar”.

El periodista de The Economist insiste: “¿Entonces no puede dar un número del número verdadero de casos que están en México? Usted reporta mil 700 casos hoy en total. ¿Cuál es el número real en tu estimación?”.

El subsecretario de Salud responde: “En México, todavía no tenemos eso. Ese es un problema técnico. En el mundo, ha habido dos o tres publicaciones, algunas más técnicas que otras, que han sugerido un factor de 10, un factor de corrección de 20, un factor de corrección de 40. Estas estimaciones no son universales. Porque para cada país, el factor de expansión, o el factor de corrección, depende de varios elementos. Sobre todo tiene que ver con el comportamiento de riesgo. Hay segmentos de la población que, con el menor estímulo, buscarán atención médica. Luego, hay segmentos de la población que nunca van, o toman mucho tiempo. Entonces, los patrones de demanda son un factor”.

“En el modelo centinela de vigilancia –agrega López-Gatell– de la influenza, hay un indicador que es muy útil, y es el que los CDC propusieron formalmente con la OPS [Organización Panamericana de la Salud] en 2005. Es decir: la proporción de consultas de salud debido a una enfermedad similar a la influenza. Y a partir de esta atribución, el número aumenta cuando se conoce el número de consultas”.

“En este momento estamos calibrando esto. Y esto tiene que ver con el hecho de que todavía tenemos influenza, todavía está activa en México. Tenemos alrededor del 30 por ciento de las infecciones respiratorias agudas, síntomas compatibles con COVID-19, que son clínicamente indistinguibles de la gripe, pero que todavía se deben al virus de la gripe. Entonces, insisto, no está incorporando el modelo centinela para COVID-19, este es un problema que se activó recientemente. Lo planeamos de esta manera, porque al cambiar la fase de respuesta [desde eliminar la propagación del virus hasta mitigarlo], el modelo de vigilancia requerido también cambió”.

El jefe del buró de The Economist en México puso en su cuenta de Twitter [@richardjensor]: “Vale la pena señalar que, incluso si Dios colocó una barrera protectora mágica contra los gérmenes alrededor de las fronteras de México y la libró por completo de una crisis de salud, la crisis pandémica aún condenaría al país a una depresión económica que superó los temores más salvajes de todos hace sólo unos meses”.

López-Gatell Ramírez, reconoció que México le vendió a China “grandes cantidades” de mascarillas o tapabocas apenas en febrero pasado, y que ahora los está recomprando “en menos de” 30 veces su precio.

El periodista afirma que el Gobierno mexicano vendió grandes cantidades de cubrebocas a China en febrero y ahora las compra hasta por 30 veces más del precio inicial. “¿Usted hubiera detenido esas ventas?”, le pregunta.

“En retrospectiva, tal vez debimos hacerlo, pero no lo hicimos”, contesta López-Gatell. El también especialista en epidemiología agrega que no había señal que mostrara que se debía detener la operación, además “China tenía la necesidad”, China tenía que localizar los suministros. Pero, asegura el vocero del Gobierno federal contra el COVID-19, se están comprando a 30 veces menos de su costo original.

Haber detenido la transacción con China habría implicado tomar acciones en febrero que hubieran resultado “extremadamente disruptivas”, como la declaratoria de emergencia en aquel mes, anticipando las medidas y afectando la dinámica social, económica y política, expone. “Pensar en los contrafactuales basados en cómo resultó siempre tiene sus consecuencias”, añade el funcionario.

El periodista de The Economist considera positivo “ser el último en la fila para una pandemia”, porque se pueden observar las respuestas que se tuvieron en otros lugares y aprender las lecciones necesarias para que la población conozca la situación, pero le pregunta a López-Gatell: “¿Existe también una desventaja en venir después de Europa?, porque los fabricantes de ventiladores, seguramente, no se han planteado ‘necesitamos ahorrar un 5 por ciento de estos para enviarlos a América Latina’, por lo que México deberá irse al final de la fila para recibir el suministro global gratuito para todos”.

“En definitiva ha sido un reto adquirir diferentes suministros y cada uno ha tenido su propia especificidad”, le responde el subsecretario de Salud federal. Están aquellos que son de bajo costo pero de consumo en masa, como el equipo de protección individual (como ropa protectora, lentes o mascarillas), y los que son de más costo pero menor uso social, para los que México ha tenido problemas en encontrar hasta el punto en que se han tenido que obtener en proporciones pequeñas, agrega.

“¡Esta compañía tiene 50, esa tiene 120, esa tiene 10, esa tiene 2, esa tiene mil! Bueno, mil en ningún caso, lo máximo que hemos tenido de una sola fuente ha sido 200”, relata López-Gatell y recuerda que el 4 de abril saldrían hacia China dos aviones con equipo de protección individual como cubrebocas, en su mayoría, y dos días después volverían con ventiladores.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador y el Canciller Marcelo Ebrard ya llevan a cabo una búsqueda exhaustiva alrededor del mundo para conseguir ventiladores, asegura. También cita que el Presidente de China [Xi Jinping] tuvo una teleconferencia con el mandatario mexicano para este fin.

“Hemos trabajado por 10 días en utilizar aquí los prototipos tecnológicos no solo en el MIT [ Instituto Tecnológico de Massachusetts, por sus iniciales en inglés], sino también en otros que estaban en México”, afirma. “Descubrimos que hay siete prototipos de ventiladores en México en un estado de desarrollo avanzado, ello pensando en la posibilidad de que en las diferentes fases seamos capaces de obtener más ventiladores”, agrega.

Por la mañana, López-Gatell aseguró que “en las últimas 24 horas, se empieza a ver que la Unión Europea disminuye su contribución a la epidemia, pero la región de América comienza a incrementarla. Esta tendencia va a seguir por lo menos en las siguientes tres o cuatro semanas”.

“Sabemos que va a haber dos fases. Un primer ciclo de transmisión que va a tener un periodo de transmisión prolongado en la medida en que tengamos éxito en el control de la transmisión, que ayudará a que no se saturen los hospitales. Pero paradójicamente y contrario a lo que uno desearía eso va a prolongar la epidemia, podría llegar hasta septiembre. No es un mal signo. Al contrario, es un buen signo de que se va administrando el riesgo y además en la medida en que la epidemia circula en distintos tiempos en el mundo, existe el riesgo de que los países puedan reinfectarse”, sostuvo.