Debido a una estrategia que las tiendas implementaron para sobrepasar las pérdidas de estos meses por la crisis mundial que se vive actualmente, diferentes marcas de electrodomésticos alcanzaron el mayor precio que hayan tenido en 25 años. Esto a pesar de que las ventas de artículos duraderos estos meses tuvieron caídas históricas.
Los aparatos que más subieron fueron las licuadoras, 5.8% en junio con respecto a mayo del presente año, siendo el incremento más pronunciado desde mayo de 1995, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Le siguieron los refrigeradores, cuyo precio aumentó 4.8% y significó la mayor alza desde abril de 1995; continuaron las planchas eléctricas, con un incremento de 4.7% y fue el más acentuado desde marzo de 1996.
En cuarto lugar están las lavadoras de ropa, al registrar un repunte de 4%, el mayor desde diciembre de 1995.
En quinto sitio se ubicaron los hornos de microondas, con un aumento de 3.9% y fue la mayor subida desde que el Inegi presenta este artículo en su inventario de genéricos, a partir de febrero de 2011.
Los equipos y reproductores de audio se encarecieron 2.3%, siendo la alza más pronunciada en registro, desde agosto de 2002.
Algunos estados subieron los precios más que otros
En medio de la reapertura paulatina de comercios, a raíz de la disminución gradual en las medidas de restricción de la movilidad por la pandemia del COVID-19, el Inegi cotizó aparatos en las 32 entidades federativas, pero Michoacán, Sinaloa y Oaxaca reportaron los mayores aumentos de precio el mes pasado.
Por ejemplo, en Morelia, Michoacán, la lavadora LG de 17 kilogramos (kg), color blanco modelo sapience, se vendió en 9 mil 799 pesos en junio, un aumento de mil 900 frente a los 7 mil 899 pesos que costaba en mayo.
En Culiacán, Sinaloa, el refrigerador Mabe de 14 pies, color plata modelo RME1436VMXE, subió de 7 mil 999 a 10 mil 449 pesos; mientras en la capital de Oaxaca la lavadora Whirpool de 16 kg, modelo 8MWTW1613, se elevó de 7 mil 609 a 8 mil 784 pesos, señala el muestreo del Inegi.
En el centro de Puebla, la licuadora Oster de 10 velocidades, modelo 6831, pasó de 779 a 874 pesos; y en Acapulco, Guerrero, el horno de microondas Daewoo de 7 pies, modelo SKU 11001512, se incrementó a mil 999 pesos en junio, tras costar mil 749 en mayo.
Entre los productos que más subieron en la Ciudad de México destaca la lavadora Samsung de 22 kg carga frontal, color negro modelo FWWF22K6500A, cuyo precio se disparó de 24 mil 302 a 28 mil 23 pesos, un aumento de 3 mil 721 pesos.
Las tiendas subieron los precios como parte de una estrategia que busca compensar la caída en sus ventas, opinó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
“Los comercios están considerando que, por la recesión económica, no habrá una gran recuperación en el volumen de ventas, pero estiman que hay un mercado inercial que les permitirá realizar ventas mínimas, independientemente de las variaciones de precio”, explicó.
Al subir los precios, las tiendas también buscan compensar los mayores costos de importación por la depreciación del tipo de cambio, pues el dólar se llegó a intercambiar hasta en más de 25 pesos hace unos meses.
En la actualidad, la divisa ronda las 23 unidades, por encima de las 20 que costaba hace un año, expuso De la Cruz.
Desde su perspectiva, los costos de importación también se elevaron por las dificultadas en el transporte de mercancías, principalmente por avión, que trajeron consigo las restricciones a la movilidad aplicadas por los gobiernos para contener el COVID-19.
“La menor cantidad de opciones disponibles para transportar productos ocasionó una caída en la oferta, lo que está elevando los precios”, consideró el directivo del IDIC.
En su opinión, si se mantiene la recesión y los precios siguen aumentando, puede venir una segunda oleada de afectación en el poder de compra de las familias. La primera fue el desempleo y el desplome en la economía por la pandemia.
La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) informó que sus ventas a tiendas iguales, es decir, aquellas que tienen más de un año de operación, tuvieron una caída de 18% en junio con relación al mismo mes de 2019.
Se trata de la tercera baja consecutiva, originada principalmente por el cierre parcial o total de boutiques y tiendas departamentales a raíz de la pandemia.
No obstante, el indicador mostró una moderación en su caída de junio, luego de que las ventas tuvieron un desplome de 23% en abril y de 19% en mayo.
La ANTAD agrupa a más de 62 mil tiendas especializadas, departamentales y de autoservicio, a excepción de las de Walmart.
Con información de El Universal.
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