La Fiscalía General de la República imputó a Emilio Lozoya, ex director general de Pemex, por actos de corrupción ligados a la compra de la planta de Agronitrogenados, informaron autoridades judiciales, en el inicio de un juicio que amenaza con llegar hasta al ex presidente Enrique Peña Nieto.
Lozoya, quien estuvo a cargo de Pemex entre 2012 y 2016 y fue extraditado desde España a mediados de julio, se declaró no culpable de recibir dinero para la adquisición irregular de una planta de fertilizantes de la firma Altos Hornos de México (AHMSA) calificada como "chatarra".
"Agradezco se me informen los hechos que se me imputan", dijo el acusado, según el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
"Mi compromiso fue renunciar al juicio de extradición para que se aclare mi situación jurídica y en el momento de la exposición de datos de prueba demostraré que no soy responsable ni culpable de los delitos que se imputan", agregó.
La audiencia se realizó a través de videoconferencia, ya que Lozoya se encuentra internado en un hospital privado de la Ciudad de México por presentar dolores en el esófago por el Síndrome de Barret y anemia grado tres.
Según la acusación formulada por la Fiscalía, mientras Lozoya fue mandamás de Pemex, la petrolera adquirió a fines de 2013 la planta de fertilizantes Agro Nitrogenados y otras unidades subsidiarias de AHMSA en 275 millones de dólares. La fábrica llevaba casi dos décadas sin funcionar y había sido calificada por ingenieros de Pemex como "chatarra".
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) concluyó en 2019 que la compra de esas instalaciones se formalizó con equipo incompleto, en mal estado y no utilizable, con 30 años de antigüedad y 18 años fuera de operación.
Lozoya habría pactado con AHMSA contratos con la petrolera a cambio de jugosos pagos, que se habrían concretado entre junio y noviembre de 2012 por unos tres millones de dólares, dijo la Fiscalía.
Por el mismo caso fue detenido el año pasado, también en España, Alonso Ancira, accionista mayoritario de Altos Hornos de México. El ejecutivo ha negado las acusaciones.
Testigo colaborador
A fines de 2018 Andrés Manuel López Obrador asumió como presidente de México con la promesa de acabar con la corrupción en el país. El juicio contra Lozoya y otros altos funcionarios de la administración previa podría destapar la caja negra de ese fenómeno en la nación latinoamericana.
Lozoya, de formación economista de 45 años buscaría un acuerdo con las autoridades a cambio de beneficios en su proceso y, según han reportado medios locales, presentaría videos de políticos recibiendo sobornos para apoyar la reforma energética impulsada por Peña, que permitió la participación de empresas privadas en el multimillonario negocio petrolero.
Los abogados de Lozoya han asegurado que él siempre actuó bajo las órdenes de Peña Nieto -quien ha negado las acusaciones-, así como de Luis Videgaray, ex secretario de Hacienda y ex canciller, quien ahora vive en Estados Unidos.
"Denunciaré y señalaré a los autores de estos hechos y vuelvo a reiterar mi compromiso de colaborar con las autoridades del estado mexicano", dijo Lozoya el martes antes de relevar que fue "sistemáticamente intimidado y presionado" para realizar los actos que se le imputan, sin brindar mayores detalles.
Con información de Reuters