Emilio Lozoya, ex director de Pemex, se declaró el miércoles "no culpable" por actos de corrupción que lo involucran con la firma brasileña Odebrecht, informaron funcionarios de la Fiscalía General de la República; este proceso amenaza con llegar hasta el ex presidente Enrique Peña Nieto.
La Fiscalía lo acusa de los delitos de asociación delictuosa, cohecho y operación con recursos de procedencia ilícita en agravio del Estado mexicano.
"De manera respetuosa hacia la autoridad quiero que sepa que no soy culpable ni responsable de los hechos que se me imputan en el marco de la investigación", dijo Lozoya citado por el Consejo de la Judicatura Federal.
Lozoya, de 45 años, agregó que colaborará con las autoridades buscando un "criterio de oportunidad", una figura jurídica que se aplica bajo la lógica de que el acusado puede dar información sobre otras personas para la persecución de un delito más grave y se compromete a testificar contra ellos.
Una consideración importante, sin embargo, es que Lozoya no podrá acusar a sus ex subalternos, sino que tendría que apuntar hacia arriba, opinan expertos jurídicos.
"Con relación a los hechos que se me imputan fui intimidado, presionado, influenciado e instrumentalizado", agregó Lozoya. El mismo argumento fue esgrimido en la audiencia de ayer, donde se le acusó de corrupción ligada a la compra de una planta de fertilizantes de Altos Hornos de México (AHMSA).
En marzo de 2012, según la Fiscalía, Lozoya pidió a Odebrecht dinero para la campaña presidencial del PRI que llevó a Peña a la presidencia.
La firma brasileña habría transferido unos cuatro millones de dólares en abril, junio y noviembre de aquel año a empresas vinculadas a Lozoya y su familia. A cambio, el ex funcionario habría otorgado millonarios contratos a la compañía brasileña cuando asumió la jefatura de Pemex.
Junto con Venezuela, México es uno de los pocos países donde ningún alto funcionario ha enfrentado a la justicia por el caso Odebrecht. La brasileña ha admitido haber pagado unos 10 millones de dólares en sobornos en México.
A fines de 2018 Andrés Manuel López Obrador asumió como presidente de México con la promesa de acabar con la corrupción enquistada en el país. El juicio contra Lozoya y otros altos funcionarios de la administración previa podría destapar la caja negra de ese fenómeno en la nación latinoamericana.
Con información de Reuters