Luis Enrique Hernández, uno de los fundadores de la organización llamada El Caracol, la cual atiende a la población sin hogar desde hace 27 años, asegura que no hay algún estudio en el mundo que compruebe el por qué las personas en situación de calle no se han infectado de COVID-19, a pesar de estar expuestos día con día a esta pandemia.
En una entrevista realizada por Milenio, Hernández comentó que aunque no hay estudios concretos sobre esta situación, en algunas ocasiones en las mesas de diálogo que se realizan con otras organizaciones de Chile, Brasil, Colombia, España y México se han planteado tres hipótesis de por qué las personas en situación de calle no se contagian.
El fundador de El Caracol habló sobre la primera hipótesis, además de que aseguró que ésta es en la que más cree. Esta teoría dice que, al vivir en un aislamiento social muy intenso, el riesgo de contagio es menor, pues nadie se acerca a abrazarlos, a saludarlos ni a hablar con ellos. Si bien les va sólo reciben dinero o comida, pero desde lejos.
La segunda hipótesis tiene que ver con la parte inmunológica. Hernández comentó que “al menos la experiencia médica dice que entre más expuestos estamos a patógenos, más resistente es nuestro sistema inmune”. La población de calle está expuesta a situaciones muy adversas y se salvan por esta razón; además el COVID es una enfermedad que ataca a los pulmones, órgano más deteriorado por vivir en la calle.
La tercera hipótesis, considerada la más débil, es que la gente en situación de calle ingiere solventes y éstos pueden llegar a fungir como desinfectante.
Por otra parte, Hernández contó que hasta el momento organizaciones similares al Caracol no han encontrado ni un solo caso de coronavirus en personas que viven en la calle. También compartió que ayer asistieron a un refugio donde se encontraban 100 personas y, al tomarles la temperatura, solo un joven salió alto, pero simplemente porque estaba acalorado.
Finalmente, Luis Enrique mostró su preocupación ya que cada vez hay más casos de COVID, por lo que tarde o temprano la gente en situación de calle podría infectarse y eso sería un problema grave ya que los tratamientos son costosos, además de que los hospitales públicos se encuentran rebasados y no podrían atender a este sector de la población.
Luego de ser entrevistado por Milenio, Boris, un indigente que vive en la calle aseguró que ninguna autoridad ha ido a visitarlos para explicarles de qué trata esta pandemia. Boris asegura que él se enteró por un taquero, quien le contó que “la cosa se venía fea y dejó de abrir como tres meses”.
Con información de Milenio