Desde Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó la tarde de este martes 30 de marzo, ante integrantes de su familia y funcionarios del Gabinete Federal, el informe de los primeros 100 días de su tercer año de gobierno donde aseguró que los contratos resultado de la Reforma Energética del 2014 en el sector hidrocarburos se respetarán, pero no se otorgarán nuevas concesiones para la explotación del petróleo.
Durante su mensaje el mandatario reiteró que buscan producir en México las gasolinas, diésel y el gas que se consumen así como ser independientes en la generación de electricidad.
"La política petrolera del país tiene como propósito respetar los contratos otorgados por la llamada Reforma Energética del sexenio anterior, pero no entregaremos nuevas concesiones para la explotación del petróleo y seguiremos protegiendo a Pemex para mantener su participación actual en el mercado de las gasolinas, el diésel, y otros derivados", aseguró López Obrador.
Desde Palacio Nacional, AMLO indicó que esta política busca producir en México las gasolinas que el país consume y dejar de importar combustibles del extranjero. "Con este fin se continúan destinando recursos para la modernización de las refinerías existentes".
Sobre el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos (Pemex), el mandatario indicó que a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se continuará reduciendo los impuestos para garantizar la ejecución de su programa de inversión; mantenimiento; y operación. “Es una empresa de la nación y siempre contará con el apoyo del gobierno de la República, se terminará de limpiar la corrupción a nuestra empresa petrolera”.
Sin embargo, advirtió que no se permitirán más casos de corrupción como el de Odebrecht, así como los precios inflados para comprar plantas de fertilizantes o moches y sobornos para funcionarios.
Por último expresó que con la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, impugnada por sus adversarios, se garantizará la rectoría del Estado en el sector y se fortalecerá la CFE, que ya no será “ninguneada” ni tendrá trato de segunda como sucedió en otros sexenios cuando se privilegió a empresas como Iberdrola.
AR