Durante años el birote y el bolillo son dos panes icónicos que no pueden faltar en las mesas mexicanas, pues su textura esponjosa los convierte en el complemento ideal para acompañar cualquier comida.
Birote
El origen de este pan también tiene descendencia de la cocina francesa, pues la historia dice que el cocinero del emperador Maximiliano fue quien ingresó el pan al territorio mexicano.
Además el birote es popular en Guadalajara, Jalisco donde lo preparan con un toque salado y es utilizado para preparar las famosas tortas ahogadas pues su consistencia super crujiente, dorado y duro es perfecta para ese tipo de platillos, además no tiene coditos e incluso en ocasiones tiene un toque de limón.
Bolillo
Este delicioso pan tiene herencia colonial pues su origen principal data desde la llegada del trigo a América y tiene una historia popular que explica el nacimiento del bolillo, pues los mexicanos relatan que Juan Garrido, esclavos de Hernán Cortés fue quien encontró 3 granos de trigo en un bulto de arroz y decidió sembrarlos para que al final solo uno germinara.
El porfiriato y la cultura francesa también influyeron en la panadería mexicana como en el surgimiento del bolillo. Este pan salado de trigo tiene una costra crujiente que envuelve el suave y esponjoso interior.
En conclusión, el birote es más dorado o duro y el bolillo es suavecito, bandito y con coditos, ambos panes son deliciosos y más cuando se acompaña en tortas de jamón, chorizo y hasta cueritos.
JCL