Con tan solo 13 años, Ian Emanuel González Santos se ha convertido en el biólogo molecular más joven del mundo, luego de terminar una maestría en esta rama en una universidad mexicana. Y por si fuera poco también compite como atleta de alto rendimiento en Atletismo.
Al igual que cualquier adolescente, Ian tiene aficiones y pasatiempos como el parkour, la música electrónica, es fanático de los videojuegos y es admirador del 'Bicho', Cristiano Ronaldo.
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A los 18 meses tenía el vocabulario de un adulto, a los 3 años aprendió a leer, a los 6 fue diagnosticado con alto coeficiente intelectual y a los 9 acreditó de una sola vez la educación primaria, la secundaria y la preparatoria para ingresar a la licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo, en el campus de ciencias exactas de la Universidad de Guadalajara.
Desde muy pequeño comenzó a participar en concursos de química, donde ganaba siempre el primer o segundo lugar, por lo que decidió estudiar una carrera en donde estuvieran involucrados conocimientos de química, microbiología, hematología, biología, molecular.
Su madre, Sandra Santos, ha sido su cómplice para abrirle espacios educativos y buscó los apoyos necesarios para que pudiera cursar la maestría al mismo tiempo que la licenciatura.
De la licenciatura y la maestría se graduó con honores, pero siempre le interesó hacer investigación científica. Recientemente, colabora con un académico de su campus en una investigación para buscar la manera de degradar el plástico PET mediante una bacteria.
Obstáculos y malos ratos
Ian no ha salido ileso de prácticas como el acoso escolar en los pocos años que estudió la primaria, así como de docentes que no respondían a sus inquietudes, ni lograban darles los conocimientos que su intelecto requería.
“Enfrentarse a todo eso fue agotador, todo un reto para mí. Él sufría, entonces no tenía ningún sentido que él asistiera a una escuela que no le proporcionaba ningún tipo de conocimiento. Fue difícil tomar la decisión porque eso significó dejar nuestra vida en Puerto Vallarta, dejar todo para que él fuera lo que es ahora un niño feliz, un niño pleno”, dijo la madre del joven, Sandra Santos.
A la par de entrar a la licenciatura, Ian comenzó a entrenarse en 80 y 150 metros planos en el atletismo y representó a su estado en competencias nacionales. Para lograr un mejor rendimiento y evitar una lesión tuvo que abandonar el "parkour", una de sus pasiones. A cambio logró un tercer lugar en las competencias locales.
Va por el doctorado
La ambición de Ian por seguir aprendiendo no termina con la maestría, pues ahora planea estudiar un doctorado para investigar todo lo relacionado con el envejecimiento celular prematuro y la prevención de enfermedades. Al momento ha recibido ofertas de universidades en Estados Unidos y España.
Pero sus sueños no se limitan a la ciencia y la posibilidad de hacer algo por la humanidad, sino que se vislumbra representando a México en competencias deportivas internacionales, pues también quiere llegar a unos Juegos Olímpicos.
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AA