Originaria de Mesoamérica, la cuetlaxóchitl, o también es conocida por varios nombres, incluyendo Poinsettia, Flor de Pascua, Pastora, Corona del Inca y el más popular "Flor de Noche Buena", esto debido a que florece sólo en temporada decembrina. Su nombre es de origen náhuatl y se ha convertido en una de las plantas en maceta más comercializadas en el mundo.
La Cuetlaxóchitl o "Flor de Noche Buena" como todos la conocen, tiene una rica historia y simbolismo que se remonta a las culturas prehispánicas, es originaria de México y se encuentra principalmente en los estados de Guerrero, Michoacán y Chiapas, así como en algunas localidades de Guatemala.
Se dice que en la época prehispánica, esta flor tenía un significado profundo para los mexicas, quienes la asociaban con la pureza y la nueva vida de los guerreros caídos en batalla. Se colocaba en los altares dedicados a los guerreros muertos, simbolizando su renacimiento y la creencia de que los héroes regresaban para libar la miel de la flor.
Además de su uso ornamental, la cuetlaxóchitl tenía aplicaciones medicinales y rituales. Según el Códice Florentino, se recomendaba hervir las flores para estimular la producción de leche materna. También se utilizaban para extraer tintes naturales para telas y códices. La flor estaba asociada a la diosa Xochiquetzal, relacionada con la sexualidad femenina y la fertilidad.
La Flor de Nochebuena en la Navidad de acuerdo con las creencias europeas
Con la llegada de los colonizadores españoles, los franciscanos vieron en la cuetlaxóchitl una herramienta para la evangelización. Utilizaron la flor para fusionar las festividades del equinoccio de invierno con la Navidad, aprovechando su color rojo, que simbolizaba la sangre de Cristo, así como también la flor de Nochebuena comenzó a asociarse con la celebración del nacimiento de Jesús.
Por lo que es muy probable que los franciscanos, asentados en Taxco, hoy un municipio de Guerrero, retomaran el uso ceremonial de la flor y lo introdujeran en la celebración de la Navidad católica como parte de su esfuerzo evangelizador. Esta integración de la flor en las festividades navideñas ayudó a fusionar las tradiciones indígenas con las nuevas prácticas religiosas traídas por los colonizadores.
Así, la cuetlaxóchitl se convirtió en un símbolo navideño, conocido en Estados Unidos y Europa como la poinsettia, en honor a Joel Roberts Poinsett, quien introdujo la planta en el norte del continente en el siglo XIX.
Cultivo y Variedades
La cuetlaxóchitl es una planta que florece en invierno y requiere poca luz para su crecimiento. Sus flores pueden variar en color, desde el blanco hasta el rojo intenso, siendo este último el más popular durante la temporada navideña. En la actualidad, existen numerosas variedades y modificaciones genéticas de la planta, que se comercializan en todo el mundo.
Es mucho más que una simple decoración navideña. Su rica historia y simbolismo la convierten en un ícono cultural que ha trascendido fronteras y épocas. Desde sus orígenes prehispánicos hasta su adopción como símbolo de la Navidad, la cuetlaxóchitl sigue siendo una flor que representa la belleza, la pureza y el renacimiento.