El Gobierno de México ha manifestado su descontento tras el anuncio de Canadá de requerir una visa o una Autorización Electrónica de Viaje (eTA) a los ciudadanos mexicanos que deseen entrar a su territorio, medida que entrará en vigor este jueves.
Esta decisión responde a la creciente ola de solicitudes de asilo por parte de mexicanos, situación que había llevado previamente a Canadá a señalar la necesidad de endurecer los requisitos de entrada.
En un esfuerzo por mitigar las consecuencias de esta medida, México envió dos delegaciones de alto nivel a Canadá para enfatizar la importancia de salvaguardar los derechos de las personas afectadas por prácticas fraudulentas, trata de personas, tráfico y desinformación.
Fruto de estas negociaciones, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México informó que se logró un acuerdo que permitirá mantener la eTA, aunque con restricciones adicionales, beneficiando así al 60 por ciento de los viajeros mexicanos.
A pesar de este acuerdo, la Cancillería mexicana ha advertido que se reserva el derecho de tomar medidas recíprocas en respuesta a la nueva política de visado impuesta por el gobierno canadiense.
Este desarrollo pone de manifiesto las tensiones en las relaciones bilaterales entre México y Canadá, así como los desafíos en la gestión de flujos migratorios y la protección de los derechos de los migrantes.
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