El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó enérgicamente las acusaciones de la ex candidata presidencial de oposición, Xóchitl Gálvez, quien lo señaló de haber intervenido en el pasado proceso electoral.
“No somos iguales”, enfatizó el mandatario durante su conferencia de prensa, subrayando que él es un demócrata, mientras que sus adversarios son partidarios de la oligarquía.
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“No soy igual que ellos, no somos iguales, yo soy demócrata, ellos son partidarios de la oligarquía; no de la democracia, son como sepulcros blanqueados, muy hipócritas; en sentido estricto no son demócratas, ellos no quieren al pueblo, aunque vengan del pueblo se voltean al pueblo, se vuelven ladinos”, declaró López Obrador.
Al mismo tiempo, el presidente celebró la iniciativa de la senadora del PAN, Xóchitl Gálvez, para que la intromisión del Presidente en procesos electorales sea tipificada como traición a la patria.
“Está muy bien, pero ya está el que pueda ser juzgado el Presidente por cualquier delito”, afirmó, recordando que su administración llevó a cabo una reforma constitucional que permite juzgar al Presidente por cualquier delito, eliminando el fuero presidencial.
El mandatario aprovechó la ocasión para insistir en que sus adversarios no tienen un verdadero compromiso con la democracia.
“Ya basta de usar la palabra democrática, por sus adversarios, porque ellos no quieren al pueblo, por eso son clasistas, racistas y discriminan”, dijo el mandatario, reiterando que su gobierno se distingue por su enfoque en la justicia social y la igualdad.
El presidente también arremetió contra lo que considera la hipocresía de sus opositores, destacando que, a pesar de sus orígenes, se han alejado de los intereses del pueblo para convertirse en defensores de una élite privilegiada.
IO