México

El presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que la reforma al Poder Judicial no generará una crisis económica en México, rechazando las preocupaciones de sectores opositores y organismos internacionales

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó este jueves que la reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial desencadene una crisis económica en el país. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario respondió a las críticas afirmando que los temores sobre una posible crisis económica son "puras mentiras".

López Obrador aseguró que los inversionistas confían en su gobierno debido a su "autoridad moral y política". Resaltó que la estabilidad económica se refleja en la falta de devaluación del peso durante su administración, lo que no se había visto en 50 años. "Los inversionistas quieren un gobierno fuerte, respaldado por sus ciudadanos y democrático, y por eso sigue llegando inversión", destacó.

Además, el presidente mencionó que es probable que su sexenio termine sin una devaluación de la moneda, lo cual, según él, es un logro que debería ser celebrado por todos los mexicanos. "¿Por qué no celebrar que estamos logrando que esto ya no suceda en nuestro país?", señaló.

La reforma judicial, aprobada recientemente por el Senado de la República, propone la elección de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) mediante voto popular. Esta iniciativa ha generado una fuerte oposición entre diversos sectores. La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Jufed), que se encuentra en paro desde el 21 de agosto, ha anunciado que llevará el caso a instancias internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Organismos internacionales, como la ONU y Human Rights Watch, así como países socios de México, como Estados Unidos, han manifestado su preocupación por los posibles riesgos de intromisión del Ejecutivo en las elecciones judiciales. Además, han alertado sobre la posibilidad de que grupos de interés, incluido el crimen organizado, puedan influir en las futuras campañas electorales de los jueces.

López Obrador, por su parte, rechazó estas preocupaciones y defendió la reforma como un paso hacia una verdadera democracia en la que el pueblo elige a sus representantes en todos los niveles del gobierno.

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