De la mañanera a la historia: El fin de las conferencias de AMLO

Las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador, conocidas como "las mañaneras", han marcado un antes y un después en la comunicación gubernamental en México. A lo largo de su sexenio, López Obrador utilizó este espacio diario para informar sobre sus decisiones, responder preguntas de la prensa y, en ocasiones, generar polémica.

Con más de mil 400 conferencias realizadas, estas ruedas de prensa se han convertido en una de las características más distintivas de su mandato.

El inicio de las mañaneras: Un nuevo modelo de comunicación

Desde el 3 de diciembre de 2018, poco después de asumir la presidencia, AMLO instauró las mañaneras como una herramienta para acercarse directamente a la población. Celebradas de lunes a viernes a las 7:00 a.m., se convirtieron en un espacio clave para difundir las políticas de su gobierno, responder a las críticas y presentar su visión sobre los principales temas del país.

Este modelo de comunicación rompió con el esquema tradicional de ruedas de prensa esporádicas. López Obrador buscó ofrecer una imagen de transparencia y apertura, donde cualquier periodista podía hacer preguntas.

Además, destacó la intención de las mañaneras de combatir lo que él considera "la manipulación de los medios tradicionales". Para AMLO, la conferencia fue una plataforma para "informar sin intermediarios".

La influencia de las mañaneras en la opinión pública

Las conferencias de AMLO no solo cambiaron la dinámica de la comunicación gubernamental, también influyeron directamente en la opinión pública. Con ellas, el presidente marcó la agenda mediática del país, dictando qué temas se debatirían cada día.

Durante las mañaneras, López Obrador abordaba una amplia variedad de temas: desde asuntos económicos, seguridad y política exterior, hasta temas más locales, como programas de bienestar.

A lo largo del sexenio, estas conferencias fueron seguidas tanto por simpatizantes como por críticos. Según diversas encuestas, las mañaneras fueron un factor clave en la popularidad sostenida de AMLO, quien las utilizaba para defender su proyecto de la "Cuarta Transformación" y, a su vez, criticar a quienes se oponían a su gobierno.

Controversias y críticas en torno a las mañaneras

Las mañaneras no estuvieron exentas de polémica. Uno de los puntos más criticados fue la forma en que AMLO utilizó este espacio para señalar a periodistas, medios de comunicación y opositores. Para algunos sectores, esto fue percibido como un ataque a la libertad de prensa y un intento de desacreditar a sus críticos.

Además, la gran cantidad de información presentada en las conferencias generó debates sobre la precisión de los datos. Según organizaciones como México Evalúa y Verificado, varios de los datos presentados por el presidente en sus conferencias fueron cuestionados o desmentidos. A pesar de esto, la base de seguidores de AMLO respaldó su estilo de comunicación, viéndolo como un ejercicio de rendición de cuentas.

El fin de las mañaneras y el legado de AMLO

El lunes 30 de septiembre de 2024, AMLO encabezó oficialmente el fin de las conferencias mañaneras. Sin embargo en días previos, señaló que, aunque él dejaría la presidencia el 1 de octubre de 2024, las conferencias diarias continuarían bajo el liderazgo de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

Esto ha generado expectativas sobre cómo evolucionará este formato con el cambio de gobierno y si Sheinbaum mantendrá la misma dinámica de comunicación que su predecesor.

Con el fin de las mañaneras de AMLO, se cierra un ciclo que marcó profundamente la relación entre el Poder Ejecutivo y la ciudadanía. Aunque algunos críticos ven este formato como una herramienta de propaganda, no cabe duda de que las conferencias lograron consolidar la figura de López Obrador y redefinir la forma en que un presidente se comunica con el pueblo mexicano.

El impacto político de las conferencias

La influencia de las mañaneras en la política mexicana es innegable. AMLO utilizó este espacio para impulsar sus políticas, criticar a la oposición y defender las decisiones de su gobierno. Además, las conferencias se convirtieron en un termómetro de su relación con diversos actores políticos y sociales.

El formato de conferencia diaria también se convirtió en un símbolo de su gobierno y de la "Cuarta Transformación", un proyecto político que buscó cambiar las estructuras del país en términos de justicia social, lucha contra la corrupción y bienestar para los más vulnerables.

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