El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que firmará una orden ejecutiva el próximo 20 de enero, una vez asuma la presidencia, para imponer aranceles del 25 por ciento a los productos importados desde México y Canadá.
Según Trump, esta medida busca responder al incremento en la migración, el tráfico de drogas y los índices delictivos que, en sus palabras, "han alcanzado niveles nunca antes vistos".
El anuncio, realizado a través de su plataforma Truth Social, generó fuertes reacciones de los líderes de ambos países vecinos. Trump argumentó que tanto México como Canadá no han controlado el flujo de personas y la entrada de narcóticos a territorio estadounidense.
Reacción de Canadá: Cooperación como solución
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sostuvo una conversación telefónica con Trump para abordar el tema. Posteriormente, expresó su confianza en que ambos países "puedan seguir trabajando juntos de manera constructiva". Aunque no dio detalles sobre los puntos discutidos, Trudeau enfatizó la importancia de mantener relaciones sólidas y soluciones conjuntas para los desafíos compartidos.
Respuesta de México: Rechazo a las amenazas
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó categóricamente las amenazas arancelarias de Trump. En una carta dirigida al presidente electo, que leyó públicamente, Sheinbaum afirmó:
"No es con amenazas ni con aranceles como se va a detener el fenómeno migratorio, ni el consumo de drogas en Estados Unidos".
Sheinbaum también recordó que la cooperación integral es la única vía para abordar estos problemas y pidió respeto mutuo en las relaciones bilaterales.
Impacto político y comercial
La amenaza de Trump ha generado preocupación entre sus vecinos y podría desatar un torbellino político y comercial en América del Norte. Ambos países han destacado la necesidad de evitar tensiones que afecten los acuerdos comerciales, como el T-MEC, y de priorizar soluciones basadas en el diálogo y la cooperación.