El asesinato del empresario limonero Rogelio Escobedo sacudió este sábado al municipio de Apatzingán, Michoacán, un hecho que subraya la creciente violencia en la región y su impacto en la industria agrícola.
De acuerdo con los primeros reportes, el crimen ocurrió en la carretera Apatzingán-Cuatro Caminos, a la altura del poblado de El Ceñidor. El cuerpo del empresario fue hallado junto a su vehículo con múltiples impactos de bala.
Escobedo era propietario de una empacadora en el municipio de Múgica y de otro establecimiento en Apatzingán, ambos dedicados a la producción y comercialización de limón, un sector clave para la economía local.
Contexto del asesinato
Este ataque se registró horas antes de una reunión programada entre productores limoneros de Apatzingán y Buenavista, en la que discutirían estrategias para mejorar los precios del fruto, una preocupación constante en la industria.
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Productores del sector consultados señalaron que Escobedo era un actor relevante en la región, conocido por su actividad comercial en la industria limonera.
Crisis de seguridad en Michoacán
El asesinato de Rogelio Escobedo se suma a una serie de actos de violencia en Michoacán, un estado que enfrenta desafíos significativos por la presencia de grupos delictivos que afectan tanto a la seguridad como a la economía agrícola.
Las autoridades locales aún no han emitido información oficial sobre posibles responsables o el motivo detrás del homicidio, mientras la comunidad agrícola exige justicia y protección para sus integrantes.
El caso subraya la necesidad urgente de garantizar la seguridad en una región fundamental para la producción de limón en México, donde los riesgos no solo amenazan vidas, sino también la estabilidad económica de miles de familias.
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