La construcción del Tren Maya fue una de las propuestas de campaña del ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. El objetivo de este proyecto, según ha dicho el propio mandatario, es generar infraestructura y derrama económica en el sureste mexicano, zona que considera olvidada por otras administraciones federales.
El Tren Maya recorrerá una distancia total de mil 500 kilómetros, aproximadamente. Su ruta comprende los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
De acuerdo al sitio oficial del proyecto, el recorrido busca conectar puntos estratégicos de la Península de Yucatán, entre polos turísticos y comunidades rurales.
“Esto abrirá una serie de oportunidades de comercio y desarrollo social, beneficiando a la población y empresas locales y al turismo nacional e internacional”, se señala.
De igual forma, se precisó que el 95 por ciento del recorrido del Tren atravesara derechos de vía ya existentes, sean vías férreas, autopistas o líneas de transmisión eléctrica.
Se estima que el Tren Maya genere medio millón de empleos directos e indirectos en las regiones que están involucradas en su construcción y ruta. La derrama económica por este proyecto sería de aproximadamente 35 mil millones de pesos.
Entre las funciones que tendrá este proyecto están la posibilidad de que el sector agropecuario, de materiales para la construcción y de traslado de combustibles del sureste puedan transportar sus mercancías de una manera más rápida, barata y segura.
Además, el Tren Maya conectará las antiguas ciudades mayas con las modernas metrópolis. Dando así oportunidad a los visitantes de conocer de manera ágil los atractivos turísticos de la Península.
Según autoridades federales, el primer tramo del proyecto debe estar funcionando para el 2023.
LAF