En el tramo 2 del Tren Maya que correrá de Escárcega a Calkiní se suspendió de manera definitiva la construcción de nuevas obras correspondientes a: rieles, estaciones, relleno de cenotes, nuevos polos de desarrollo, así como la remoción de vegetación, aval dado por la jueza Grissell Rodríguez Feble, del juzgado 1 de distrito de Campeche, informaron los activistas que interpusieron el recurso legal.
Aunque el juicio no ha concluido, existen posiciones encontradas al interior del grupo conformado por habitantes de las localidades y de las agrupaciones sobre el futuro del “mal llamado Tren Maya”.
Por una parte, Lourdes Ganzo Rivera, representante del Colectivo 3 barrios en Campeche pide que se reubique la ruta debido a que la actual disposición de la red implicaría no solo dividir la ciudad y restar movilidad, sino que representaría un gran riesgo, considera que las vibraciones afectarían a la larga el cerro de Bellavista, incidiendo en la parte alta, donde se ubica el fuerte de san José, un punto turístico de la ciudad.
Por su parte, Xavier Martínez Esponda, director técnico operativo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) sostiene que el asunto es de fondo, no es la ruta per sé, porque aseguran que esta es una visión que se está imponiendo para promover otros megaproyectos, lo que se cuestiona es la sustentabilidad del proyecto.
Finalmente no descartaron que vayan a continuar promoviendo otras acciones legales, no obstante, prefieren no hacer comentarios de su estrategia jurídica.
Con información de Karla Regina Aguilar