Presuntamente ante la falta de permisos para levantar y desmantelar las vías férreas y por violentar el reglamento de vialidad en el manejo de maquinaria pesada, fueron suspendidos los trabajos del Tren Maya, en el tramo II Escárcega-Calkiní por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y autoridades de la Junta Municipal, que realiza la compañía Daniferrotools, S.A. de C.V.
Según datos recabados, personal del INAH llegó para notificar y entregar un documento a la compañía y que por el momento se pare los trabajos y presentarse a las oficinas en la ciudad capital, para llegar a acuerdos, porque se están levantando las vías sin el conocimiento, hay lugares y casas históricas que no se deben de tocar, no sin antes contar con un permiso para que se puedan desarrollar los trabajos.
Los trabajadores de la empresa Daniferrotools indicaron que el INAH llegó y suspendió los trabajos, porque según no está permitido que entre este tipo de maquinarias a estos lugares, luego de causar afectaciones en el pavimento de las calles de la Junta Municipal al desplazarse al lugar de trabajo y regresar, le causó agujeros al pavimento.
Personal de INAH recorrió el área de los trabajos en el tramo señalado, verificando donde se encontraba laborando la compañía Daniferrotools, por lo que los trabajadores decidieron abandonarla cerca del mediodía.
Al mismo tiempo, arribó el presidente de la Junta Municipal, José Carlos Sánchez Flores, para atender la queja de los vecinos del barrio Las Cuatro Piedras, al saber que la retroexcavadora había destruido aproximadamente 200 metros lineales de la calle recién pavimentada que cruza a espalda del campo Las Cuatro Piedras, siendo suspendida la maquinaria.
En el mismo sitio arribó el director de Gobernación, Josué de Asís Uc Bolívar y elementos de Seguridad Pública para dialogar con los trabajadores y encargados de la compañía y verificar las afectaciones que causó la pesada maquinaria, más tarde se llegaron en un acuerdo satisfactorio y se levantó una minuta de trabajo para la reparación de los daños.
Por Néstor Cuevas