El impacto negativo que provocaría la construcción de una estación del Tren Maya en Mérida, que se ubicaría en la zona de “La Plancha”, se presentaría desde el proceso de construcción a través de la contaminación a los cuerpos de agua subterráneos y al manto freático, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat).
En la quinta entrega del informe del Proyecto “Desarrollo Integral Territorial y Urbano de la Región Sureste de México – Corredor Regional Tren Maya, la Organización de las Naciones Unidas identifica también entre los principales riesgos posibles inundaciones y probabilidad de hundimientos, dadas las características del suelo y porque no existe un estudio que delimite las zonas del estado de Yucatán más vulnerables.
A través de un estudio realizado por ONU-Hábitat, que simula un escenario en el que la estación del tren se ubique dentro de la ciudad de Mérida, se determinó que los trabajos de construcción generarían diversos residuos, peligrosos y no peligrosos, como aceites, lubricantes, combustibles y grasas, además del vertimiento de aguas residuales sanitarias que podrían transmitirse al acuífero.
Respecto al riesgo de inmersión, el análisis señala que “el trazo propuesto del Tren Maya puede ser objeto de daños asociados con la intensidad y frecuencia de las inundaciones por hundimientos debido al peso de la infraestructura y el incremento de cargo del terrero, presencia de la zona de fractura, cenotes y debido a la naturaleza cárstica del terreno calcáreo”.
ONU-Hábitat determinó que la zona de “La Plancha” representa una gran área de absorción natural de agua, por lo que esta megaobra representa una mayor vulnerabilidad frente a inundaciones.
Además, una de las consecuencias del desarrollo urbano que impulsará el proyecto es el incremento de demanda del recurso hídrico, lo que estaría generando un aumento en la tasa de extracción de agua y modificación de la geomorfología de los cuerpos de agua cercanos.
Los estudios técnicos que realizó la ONU en apoyo a la actualización del Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Mérida (PMDU), del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), arrojaron alertas sobre el posible desplazamiento de los habitantes a causa del cambio de actividades urbanas actuales.
También advierten sobre la barrera física que causaría dificultades de conectividad de entre barrios, principalmente a medios no motorizados.
Otro punto rojo es el cambio en la estratificación social, que se traduce en la acumulación de riqueza en el área en torno a la estación.
Publicación del proyecto, después del 21 de noviembre
Este viernes el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) dio a conocer el cronograma del proceso de planeación participativa de la estación del Tren Maya en Mérida, el cual estipula que después del 21 de noviembre se dará a conocer el proyecto.
El análisis señala que se debe considerar aprovechar el polígono ferroviario central existente, por la ventaja de la localización, cerca de las zonas de mayor concentración de actividad económica y los principales equipamientos públicos, así como la conexión con la red de transporte público urbano y metropolitano, lo que reduciría los tiempos y costos de traslado.
“La estación del Tren Maya en el centro de la ciudad supone un detonante positivo para el desarrollo orientado al transporte y la movilidad en Mérida. Fonatur estará atento a la discusión pública alrededor de la ubicación de la estación de la ciudad, proveyendo insumos a la discusión y facilitando el desarrollo de procesos participativos junto con ONU-Habitat para fomentar el intercambio de opiniones”, señaló el Fondo en un comunicado.
Sin embargo, ONU-Hábitat encontró entre las amenazas de la obra la gentrificación en el área central de Mérida, la segregación de barrios a lo largo de la vía; la contaminación visual, auditiva y atmosférica; la inseguridad en intersecciones viales al paso del tren y la presión hacia los valores patrimoniales y culturales del entorno.
Para estos resultados se realizó un análisis de los escenarios de prospección, impactos estimados, casos análogos de estaciones ferroviarias alrededor del mundo, propuesta de polígono de actuación en torno a la estación y a las vías de acceso del tren. También consideró los criterios de intervención urbanística diferenciados a lo largo del polígono de actuación propuesto.
Respuesta al daño
El organismo desplegó una serie de propuestas de medidas de mitigación a estas afectaciones, como la restauración de suelos y la recuperación y compensación por el uso de los sitios.
Para evitar la contaminación de los cuerpos de agua subterráneos sugiere desarrollar e instrumentar un programa de manejo de residuos sólidos, la implementación de un programa de saneamiento de las fosas sépticas del centro de la ciudad y polígonos prioritarios.
Sobre el riesgo de hundimiento propone el desarrollo de un programa de monitoreo geohidrológico en tiempo real para el trazo del recorrido del Tren, para identificar y evaluar los riesgos de colapsos.
En total, son 17 impactos identificados en materia terriotorial-urbana, socioeconómica, de movilidad y ambiental, para los que determina soluciones antes, durante y después de la construcción, que implican acciones extraordinarias de los tres niveles de gobierno.
Por Astrid Sánchez