México / Tren Maya

Estación del Tren Maya en Chichén Itzá divide opiniones entre habitantes de Pisté

La construcción de una estación del Tren Maya en la zona arqueológica de Chichén Itzá divide opiniones entre los habitantes de Pisté.
La construcción del paradero en Chichén Itzá genera incertidumbre en diversos sectores. Fotos: Martín Zetina.

El planteamiento del Gobierno Federal de construir una estación del Tren Maya en las inmediaciones de la zona arqueológica de Chichén Itzá divide a ciudadanos de a pie, artesanos, comerciantes, prestadores de servicios e incluso autoridades ejidales, quienes por un lado, ven una oportunidad para mejorar su economía por la llegada de potenciales turistas, pero por el otro piensan que al final se beneficiarían sólo unos cuantos, principalmente las grandes empresas de este sector de la producción.

El artesano José Chel dijo que hasta el momento no sabe cómo va a funcionar la logística del proyecto en cuanto a la contratación de personal que se encargaría de los trabajos de construcción.

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“Hace como dos meses dijeron que van a contratar trabajadores y mucha gente del pueblo de Pisté llevó sus papeles para que les den chamba, pero hasta ahora no sabemos nada”, indicó el también hombre del campo.

Comentó que él personalmente no llevó su solicitud, ya que a sus 60 años siente que ya es momento de jubilarse, el que sí hizo ese trámite fue su hijo, sin embargo, hasta el momento no hay respuesta por parte de ninguna autoridad.

Dudan que las ganancias lleguen a la gente de la comunidad

“Beneficios directos a los artesanos o al pueblo maya no creo que vayan a haber, porque el tren está dirigido al turismo y sabemos que este mercado está monopolizado por las grandes empresas”, sentenció Eliseo Pat, quien ofrece sus productos en el Mercado de las Artesanías de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá.

Opinó que hay grandes empresas que están concentrando y aprovechando la vocación turística de las regiones mayas y aseguró que son precisamente estas firmas las que arman los tours a los visitantes y terminan por vender artesanías de ellos, lo cual dejaría sin o muy pocas posibilidades a las personas originarias, en este caso de Pisté, para que vendan sus piezas.

“A nosotros lejos de beneficiarnos nos va a perjudicar, no tenemos la capacidad de competir con las grandes compañías turísticas, a los mayas siempre nos han querido desaparecer, pero aquí estamos”, expresó.

Piden protección a los propietarios

Por otra parte, el comisario ejidal de Pisté, Evelio Mis, dijo que está consciente de que la percepción de la obra está dividida, sin embargo, consideró que el proyecto es positivo. Aseguró que le importa el crecimiento de su comunidad, por lo que el plan de la 4T catapultaría la economía de la localidad, siempre y cuando se les permita seguir siendo dueños de las tierras.

“Estamos muy contentos que vaya pasar por aquí el Tren Maya, pero sí estamos sacados de onda porque no sabemos cómo viene el proyecto, si seguiríamos siendo usufructuarios de las tierras por donde estaría la estación o pasaría el mismo tren”, indicó.

La autoridad ejidal destacó que lo ideal es que se queden como beneficiarios de las tierras por donde pasaría o se instalaría la estación. Señaló que, en caso de ser usufructuarios, ellos a su vez podrían apoyar a otros trabajadores como mototaxistas, taxistas, artesanos o bien campesinos, a vender sus productos. Situación que no sería posible si las tierras son vendidas.

“Si nos quieren comprar la propiedad, ¿qué futuro nos espera?, cuestionó el representante de los 600 ejidatarios de Pisté.

Insistió en que la venta de las tierras no le convendría a los hombres y mujeres del campo de Pisté, ya que pasaría algo similar a lo que se vive en Chichén Itzá, al ser un área administrada por el Gobierno Federal limita la posibilidad de venta de los pobladores a zonas en específico, incluso recordó que muchos artesanos tienen que conformarse con estar en las inmediaciones de la zona arqueológica para vender sus productos u ofrecer sus servicios de guía de turistas.

Asimismo, la autoridad ejidal dijo que también están preocupados por los posibles impactos que el proyecto pueda ocasionar en la selva. Opinó que es necesario hacer un estudio concienzudo relacionado al medio ambiente, así como una investigación y rescate de zonas arqueológicas, asentamientos o vestigios por donde pasaría la locomotora.

Por otro lado, Dianelly Poot, quien tiene un restaurante a unos pasos del Palacio Municipal de esta localidad, señaló que este plan podría beneficiar a otras personas que como ella ofertan servicios o productos en la comunidad.

“Pienso que está bien porque hay mucha gente que está sin trabajo y este proyecto traería economía al pueblo de Pisté, necesitamos de proyectos como éste”, indicó.

Por su parte, pobladores del municipio de Dzitás, localizado a 18 kilómetros de Pisté y a 20 de la zona arqueológica de Chichén Itzá, externaron que el Tren Maya traería beneficios a su comunidad por la posibilidad de fuentes directas de empleo.

“Si hay chamba eso es una ayuda para nosotros, nada más habría que saber cómo y cuándo podríamos tener esos trabajos, necesitamos de esos apoyos porque nuestra cosecha se jodió cuando vino la tormenta tropical Cristóbal”, expuso Anastacio Chan, campesino de esa localidad.

Vivir cerca de las vías férreas

La señora Layda Chan vive cerca de las vías del ferrocarril en Dzitás y compartió que aún no le han informado si ese sería el mismo paso del nuevo tren. Expresó que este tipo de proyectos podrían sumar para bien de su comunidad si es que se contrata a personas de la comunidad.

Dijo que desde pequeña vive a unos pasos de las vías del Tren y que con el paso de los años se ha terminado por acostumbrar al ruido. Mencionó que actualmente pasa muy cerca de su casa, pero éste lleva carga, la mayor parte del tiempo combustible para la capital yucateca.

Cabe mencionar, de acuerdo con información de la página oficial, que el Gobierno Federal ha dispuesto que la estación del Tren Maya esté ubicada al Norponiente, entre la comisaría de Tinum, Pisté y el polígono de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá. Se ha programado que cuente con cuatro vías y dos andenes. La vocación de este proyecto está meramente enfocada al turismo, según la misma fuente.

Por Guillermo Castillo