El tipo de suelo en la Península de Yucatán es frágil por su origen sedimentario y de roca caliza, lo que alerta de un posible impacto severo de llevarse a cabo las estaciones contempladas para el Tren Maya, advirtió Francisco Bautista, de la Asociación Mexicana de Estudios sobre el Karst.
El especialista señaló que la zona incluso es vulnerable a derrumbes y colapsos por malas prácticas. Por ello consideró que una terminal subterránea en Mérida es imposible porque el acuífero está a 10 metros, y dijo que le parece más bien una ocurrencia.
“Tendría que ser un tren subacuático. Hay ocurrencias y sólo son eso”, expuso.
Sin embargo, apuntó que habrá que tener cuidado de los lugares por donde corra la vía porque también hay sitios donde hay fallas que pueden generar colapsos. Reiteró que habrá que tener cuidado de que las estaciones no se construyan sobre estas fallas.
Dijo que hay karst joven como el de Yucatán y otros maduros como el de Campeche. El primero es de menor riesgo porque puede generar colapsos de poca extensión, como de 10 ó 20 metros, pero en el vecino estado pueden darse de una o dos hectáreas.
“En el caso del Tren Maya puede haber problemas, pero mínimos, porque la línea de superficie que impacta es muy pequeña y va paralela a la carretera. Los impactos son en su mayoría por el desarrollo y por eso el problema mayor lo tenemos en torno a lo que se haga alrededor de las estaciones”, expuso.
Bautista, junto con otros investigadores, participó ayer en una rueda de prensa virtual, en la que se presentó el VI Curso Internacional de Verano en Edafología Aplicada sobre Suelos Tropicales de México y la IV Reunión Anual de la Asociación Mexicana de Estudios sobre el Karst.
Refirió que hoy en día se necesita diseñar ciudades para el karst que es el tipo de suelo de la Península de Yucatán, porque, por ejemplo, en el caso de Mérida y sus desarrollos no hay plantas de tratamiento de aguas y éstas van al acuífero.
En este contexto, consideró que las granjas porcícolas son también nocivas porque, por ejemplo, extraen alrededor de 1 mil 500 metros cúbicos de agua y dicha cantidad se regresa al suelo ya con antibióticos, hormonas y materia fecal de los cerdos.
En la rueda de prensa, el M.C. Bartolo Rodríguez Santiago, director regional del Centro de Investigación Regional Sureste (CIRSE) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), señaló que en la Península de Yucatán está el afloramiento de rocas calizas más extenso del país y una región kárstica representativa.
Sin embargo, hay muchas problemáticas como la degradación de zonas debido al uso intensivo agropecuario y también por prácticas turísticas que se observan, como ejemplo, en Quintana Roo y la Riviera Maya.
Por David Rico