El Proyecto de Desarrollo Integral Territorial y Urbano de la Región Sureste de México – Corredor Regional Tren Maya elaborado por Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) considera que el diseño de un trazo de tren elevado en Mérida contribuiría a la integración urbana en la ciudad, aunque también advierte efectos negativos como la generación de congestionamiento vial y ruido en la zona de la estación, cambios en la imagen urbana, contaminación visual y atmosférica, entre otros.
Informamos que, de acuerdo con el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, el proyecto del Tren Maya en Mérida, tanto su ingreso a la ciudad como la estación de La Plancha, serían elevados, a 9 metros de altura.
En el análisis de ONU-Hábitat se establece que la existencia de una estación en el centro de la ciudad traería beneficios, como la cercanía con las zonas de mayor concentración de actividad económica, la cercanía a los principales equipamientos públicos de salud, educación, cultura y recreación.
Además, la conexión con la red de transporte público urbano y metropolitano, y la cercanía de la población al transporte para el acceso a diversos servicios especializados. Lo anterior, permitiría la reducción de tiempos y costos del traslado. También, se expone que habría un ahorro en la inversión de los recursos, en este caso del municipio de Mérida pues se invertiría en fortalecer la infraestructura ya existente, lo que no sucedería si se tuviera que extender más allá del Periférico.
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Hoy, se proyecta que la estación de pasajeros de La Plancha sea elevada, a 9 metros, lo mismo que la vía de acceso que corre por toda la vía 39 hacia el oriente, hasta Periférico. Sin embargo, se exponen como retos a resolver la generación de congestionamiento vial y ruido en la zona de la estación, cambios en la imagen urbana, así como especulación de la tierra alrededor de la estación, lo cual puede llevar a un posible proceso de gentrificación y cambios de uso de suelo en la zona.
Se advierte la posibilidad de generar contaminación visual, atmosférica y de ruido, aunque se destaca como una mejor opción que el proyecto sea elevado pues en el caso de que fuera a nivel se generarían tramos estrechos de sección en corredores que contendrán el paso del tren, así como inseguridad en intersecciones viales.
El documento agrega que, si no se echan a andar proyectos adecuados de regeneración urbana, existe el riesgo de presión hacia los valores patrimoniales y culturales del entorno.
Para que el proyecto pueda avanzar e implementarse, el organismo expone que se deben echar a andar instrumentos de planeación urbana y de movilidad a escala urbana, local y metropolitana, además de que se debe propiciar una amplia participación ciudadana.
El texto expone que, a partir de la estación, se puede generar una nueva centralidad para la ciudad que ayudará a consolidar las zonas aledañas aumentando su densidad y diversificando los usos. Además, permitiría la integración de equipamiento urbano, como parques, áreas verdes y espacios recreativos al programa de la estación.
Aumentaría la inversión en la zona oriente de la ciudad, así como permitiría la regeneración y recuperación urbanística de la zona, en temas como iluminación, paisaje urbano, estado de las banquetas, calles, renovación de edificaciones, etc. Además, se obligaría al reordenamiento de transporte público en la zona centro de la ciudad.
“La presencia de la estación puede ayudar a la consolidación de la mancha urbana dentro del periférico al fomentar la inversión en zonas céntricas, con una expansión controlada y se crearía un nuevo nodo de actividad dentro de la ciudad”, se lee en el documento.
En cuanto a los impactos del Tren Maya dentro de la ciudad de Mérida, en el aspecto urbano se menciona el aumento de la población, el encarecimiento acelerado del valor de la tierra dentro del periférico, lo cual favorece los desarrollos en zonas suburbanas.
Además, la presión de crecimiento de la mancha urbana hacia diferentes zonas y el riesgo de conurbación con localidades rurales, lo cual también puede traer impactos sociales.
Se expone que el tren es una mejor opción elevado, porque a nivel habría ruido y vibración en el corredor, además del desplazamiento de habitantes por estos motivos, así como afectación a la imagen urbana en el corredor y afectaría la conectividad y relación económica entre ambos lados de la calle. Además, el tren en la superficie impediría que exista vegetación en la calle 39.