Ejidatarios de Xpujil, en Calakmul, Campeche, indicaron que condicionarán el proyecto del Tren Mayaa que las autoridades respeten los acuerdos que se hagan, las costumbres y las riquezas naturales de la región.
Pedro Payán, secretario del Comisariado Ejidal, dijo que están de acuerdo con el proyecto y la estación proyectada, sin embargo, exigirán y vigilarán que los beneficios para las comunidades se cumplan.
Se han tenido varias reuniones con autoridades del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), entre otras, refirió.
“Nos han hablado de los beneficios que habrá, pero no queremos que se quede sólo en palabras, queremos que se ponga por escrito para que podamos exigir que se cumplan. No queremos que nos pase como en otros tramos del tren", subrayó.
El secretario del Comisariado indicó que en Xpujil son 68 ejidatarios, de los cuales al menos tres ya han ofrecido parte de sus tierras para el predio donde podría ubicarse la estación.
“Los predios ahí están, pero las autoridades no han vuelto a tocar el tema de la ubicación, en las pláticas sólo se mencionan los beneficios, pero no el sitio exacto, pero por si acaso, ya se tienen tres predios listos”, precisó.
No obstante, lo que más urge solucionar, resaltó, es el tema del agua, ya que la infraestructura con la que cuenta cumplió su tiempo de vida útil y actualmente ha sido rebasada por la demanda.
“Como en todos lados, tenemos también otros problemas sociales como la inseguridad, falta de servicios públicos, entre otros y algo que nos preocupa es que el desarrollo económico incremente los conflictos sociales”, dijo.
En el poblado, incluso entre labriegos, hay voces en contra, sin embargo, aseguró que son los menos, ya que la mayoría lo ve como una buena opción para que la comunidad progrese.
Se refirió al amparo que interpuso el llamado Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (Cripx) al considerar que la consulta realizada en diciembre de 2019 incumplió los procedimientos legales.
“Esta organización integra actualmente a unas 15 personas de unos 3 ejidos, pero ninguno de Xpujil, así se llama porque aquí se originó, pero no representa a este poblado; aquí estamos en la mejor disposición hacia el proyecto”, afirmó.
El representante de los campesinos indicó que una situación que están previendo y ya están alertando a los labriegos es que cuando se defina el lugar de la estación va a comenzar una fuerte especulación por la tierra.
“Lo más seguro es que llegue mucha gente extraña con dinero para pretender comprar terrenos en la zona a bajos precios para hacer negocio y desplazar a la gente local”, advirtió.
Agregó, “por eso les hemos dicho que no se dejen llevar por ofertas aparentemente ventajosas, porque ellos mismos pueden ser quienes, organizados, hagan el negocio y tengan un beneficio a largo plazo”.
En este sentido el Gobierno Federal señala en su Análisis de Costo Beneficio del Tren Maya, que las estaciones serán de inversión privada, es decir, los terrenos serán adquiridos finalmente por particulares.
A decir de Romel González, del Cripx, el origen de la contradicción en el proyecto es que no nace de las comunidades, sino que llega como la panacea, pero encubre un proceso de colonización moderna.
Sobre la estación que se proyecta en el poblado y que implicaría uno de los llamados polos de desarrollos o comunidades sustentables, existen muchas lagunas, desde la forma en que serán financiados hasta su forma de operar, dijo.
Existe el temor fundado de que los polos de desarrollo en torno a las estaciones destruyan el sistema de trabajo comunitario que, más que en la ganancia y explotación extensiva, se basa en el bienestar y explotación sustentable.
Señala que otro impacto que ya se está viendo es la especulación, porque antes del Tren Maya un terreno de 20 metros cuadrados valía no más de 50 mil pesos y actualmente llega a los 300 mil pesos.
Con esto se fomenta la segregación urbana, porque los que no tienen recursos se quedarán en las orillas y los que sí los tienen, en el centro de la ciudad, lo que es exclusión social, advirtió.
En la comunidad de Xpujil habitan alrededor de 28 mil personas con un sistema de abastecimiento de agua insuficiente, y si se llega a las 8 mil visitas diarias con el Tren, el problema sólo se agravará, coinciden ejidatarios y activistas.
SY