El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) declaró desierta la licitación para contratar asesoría especializada para la definición del modelo de negocio integral del Tren Maya.
Con propuestas económicas que van de los 16.4 a los 31.5 millones de pesos, la paraestatal consideró que ninguno de los cinco despachos que levantaron la mano cumplía con los requerimientos técnicos. Lo anterior, en momentos en que la Auditoria Superior de la Federación (ASF) emitió severos cuestionamientos sobre la avalancha de licitaciones que se han realizado para el Tren Maya.
La ASF entregó el sábado pasado a la Cámara de Diputados, 871 auditorías al gasto federal del 2019 y detectó que fueron utilizados de forma irregular 67 mil 498 millones de pesos. Los informes corresponden a las auditorias del primer año del actual gobierno federal e incluyen observaciones a obras insignia, entre las que incluye licitaciones del Tren Maya.
Los despachos de consultoría que participaron para realizar el Modelo de Negocio y presentaron una propuesta económica, así como las ofertas económicas planteadas fueron las siguientes: De Anda Torres Gallardo y Compañía S.C. de R.L. de C.V. (16 millones 488 mil 240 pesos); Deloitte Asesoría Financiera, S.C. (21 millones 964 mil 600 pesos); Felipe Ochoa y Asociados, S.C. (17 millones 400 mil pesos); Idom Ingeniería, S.A. de C.V. (17 millones 698 mil 141 pesos); y Mancera, S.C. (31 millones 552 mil pesos).
De acuerdo con el acta de fallo del proceso de licitación que emitió el Fonatur, las propuestas fueron desechadas al no alcanzar el puntaje necesario en la propuesta técnica, pese a aprobar todas las ofertas económicas.
De acuerdo al Fonatur la intención de contratar asesoría especializada para la definición del modelo de negocio integral del Tren Maya, tiene por objeto conseguir la máxima ganancia y minimizar costos. Dada la magnitud del proyecto en espacio, tiempo y relevancia económica y social, se consideró necesario contratar un especialista que asesore en la conformación del modelo de negocio, subrayó la paraestatal.
En la convocatoria, se precisa que el modelo de negocio integral se centra en tres áreas: el negocio de carga, ingresos adicionales distintos al cobro a usuarios y optimización de los costos del proyecto.
El primero se refiere al modelo para la explotación para el transporte de carga y determinar la conveniencia para el Tren Maya; incrementar la demanda de carga ferroviaria y detectar los principales productos. Toma en cuenta la infraestructura y plataformas logísticas existentes en la región y lo necesario para conectarlas con la zona de influencia del proyecto.
Así mismo, un mapeo de los principales productos, rutas y formas de traslado en la región, con tiempos de recorrido, gastos y costos, así como oferta y demanda, que sirvan para hacer competitivo al Tren Maya. En ingreso distinto al cobro a usuarios, el modelo de negocio destaca la posibilidad de explotación de la fibra óptica de forma factible para el proyecto del Tren Maya, así como del derecho de vía y servicios de telecomunicaciones.
En la optimización de los costos del proyecto se destaca la “mejor estrategia de suministro de energía y al menos 3 esquemas de suministro de energía, tarifas, regulación, riesgos y oportunidades en el mercado de energéticos”, señala el documento.
A la par de los elementos económicos se deberá tomar en cuenta los impactos sociales en el empleo y la cadena productiva en la región de las diferentes propuestas de modelo integral de negocio para el proyecto.
SY