Habitantes del municipio de Chocholá confirmaron que fueron detenidas las labores delTren Mayay aseguran que el paro de los trabajadores fue alrededor de hace 15 días, cuando la maquinaria y el personal se retiraron del lugar y dejaron el trabajo a medias.
Como se sabe, el Juzgado Tercero de Distrito declaró la suspensión de los trabajos del megaproyecto ferroviario, medida que surte efecto para obra nueva en las localidades de Izamal, Chocholá y Mérida, ante la ampliación de la demanda de amparo interpuesta en julio del año pasado.
Vecinos de Chocholá consideraron que esta suspensión les beneficia de manera directa porque no continuarían las presiones para vender sus viviendas.
Edwin Alejandro Tun Quintal, quien vive cerca de los rieles, que abarca la calle 28, las colonias Esperanza y San Antonio y circundantes, comentó que las autoridades encargadas de la construcción les habían ofrecido comprar sus casas que se encuentran al filo de la carretera para ampliar las vías, de manera que sólo quedaría un pasillo minúsculo donde los transeúntes podría pasar para acceder a la hacienda Chablé o para llegar al centro del municipio.
“Desde que inició el proyecto, aproximadamente hace un año, las autoridades encargadas del proyecto nos ofrecieron comprar nuestras casas con el pretexto de ampliar los rieles y que no tendríamos espacio para pasar, pero nadie quiso y muchos de los vecinos colocaron pancartas pidiendo al Presidente que no les obligue a desprenderse de sus patrimonios”.
Antes de ser suspendida la obra, las autoridades habían tomado parte de la carretera que colinda con la hacienda Chablé, ya que se iban a instalar nuevos rieles para que pasara el tren. En ese paso se encontraba tubería de gasoductos que fue retirada.
Carlos Quintal dijo que la mayor parte de los ciudadanos de Chocholá no tiene conciencia de lo que está pasando, ya que no son informados oportunamente por el Ayuntamiento que consideran debería dar a conocer todo lo que pase en la comunidad.
“No sabría decir nada sobre el asunto porque no nos dicen nada, como tampoco nos importa preguntar por qué ni nos beneficia ni nos perjudica, al menos en mi caso no soy comerciante y tampoco vivo al filo de donde están construyendo”.
Armando Yam y Manuel Centeno, trabajadores del sector turístico, comentaron que lo mejor fue detener la instalación de las vías, ya que no los beneficiaría de ninguna manera y sí les perjudicaría por el impacto ambiental y el acceso al Hotel Resort Chablé, donde laboran y tendrían que buscar otra entrada para acceder a su trabajo.
“No hay mucho que decir al respecto, porque a nosotros no nos beneficiará para nada, si pusieran una estación aquí en Chocholá entonces podría decirse que sería beneficioso para fomentar el turismo, pero la realidad es que el tren sólo va a pasar de largo, por lo que las personas que viven ahí se perjudicarán por el ruido que hará el tren, y el impacto ambiental al quitar árboles y áreas verdes eso sí es perjudicial. Además, vamos a tener que buscar cómo pasar a la hacienda para trabajar en el hotel. Si llegaran más turistas, qué nos importa pasar por otro lado, pero no será así”.
Mario Cel, prestador del servicio de transporte en tricimoto, se manifestó a favor del Tren Maya, ya que considera que más turistas conocerán Chocholá, así que el municipio se llenará nuevamente de extranjeros y la economía crecerá.
“Está bien que se haga, yo no vivo cerca de donde se está haciendo el tren, pero sé que, con eso, aunque no se bajen aquí cuando esté transitando la máquina, sí conocerán más nuestro municipio y se hará visible ante los turistas que tendrán la curiosidad de visitar el lugar y, con eso, la crisis económica se acabaría, pues muchos comerciantes tendrían más trabajo y nosotros los que manejamos un medio de transporte daríamos recorridos por la localidad”.
Cecilia, quien hacía comida para los trabajadores que laboraban en el proyecto del tren, comentó que al parar la obra se le perjudicó económicamente, pues al llevarles de comer tenía un ingreso extra.
“Ahora que se fueron los que estaban construyendo y rehabilitando los rieles fue algo impactante para mí porque yo me ofrecí a hacerles su comida y como eran bastantes, pues sí era un ingreso extra. También las tiendas de los alrededores que venden refrescos y agua perderán clientes y pues ya de entrada eso perjudica. Tampoco entiendo por qué la gente se niega a modernizar las cosas con la construcción de este tren, ya estamos en el siglo XXI y hay que hacer grandes cambios, como las grandes ciudades”.
SY