Pedro Uc, representante de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya “Múuch Xíinbal”, denunció que en la ruta del Tren Maya se han encontrado más de 10 mil vestigios arqueológicos, pero el tema se ha manejado con total opacidad por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que exigió que se transparente el proceso y que lo que se recupera sea conservado en las comunidades, pues existe el riesgo del tráfico de especies hacia otros países.
En este sentido, insistió en la postura de que se cancele el proyecto del Tren Maya y que el presupuesto aprobado que es alrededor de 170 mil millones de pesos se destine a la construcción de hospitales y compra de medicamentos para atender la pandemia de COVID-19.
La agrupación emitió un comunicado en el que manifestó su preocupación “ante la invasión y destrucción de nuestro territorio, provocado por la construcción del mal llamado tren maya en la Península de Yucatán, Tabasco y Chiapas”.
Asegura que, en la ruta del tren, se han encontrado a más de 10 mil vestigios arqueológicos y que las piezas se han manejado con total opacidad por parte del INAH y que se desconoce el destino de las piezas.
En este tenor, exigió al director del INAH, Diego Prieto Hernández, y al Gobierno Federal que el proceso de hallazgo, documentación y recuperación del patrimonio arqueológico sea transparente con informes cualitativos y cuantitativos de los monumentos y piezas encontradas, que todo este proceso no esté supeditado a los intereses empresariales.
Además, que las piezas prehispánicas recuperadas sean conservadas en las comunidades y sean regresadas a los dueños y herederos legítimos; que el INAH no se convierta en una agencia de compra venta de piezas arqueológicas del Estado.
“Que estos hallazgos sean suficientes para la cancelación del proyecto mal llamado tren maya, priorizar la vida y la cultura y no los intereses económicos de un grupo de empresarios, el INAH tiene la oportunidad histórica de reivindicarse para lo que originalmente fue creada”, expuso.
Exige que se cancele el proyecto del Tren Maya, ya que la especulación inmobiliaria y la desinformación origina afectaciones directas que se traducen en conflictos ejidales, tal es el caso de la comisaría de San Antonio Chun, que corresponde al municipio de Umán en Yucatán, en donde los que se oponen a la venta de la totalidad de su ejido han recibido insultos y amenazas.
Además de la cancelación, pide que el presupuesto aprobado de alrededor de 170 mil millones de pesos se destine a la construcción de hospitales y compra de medicamentos para atender la pandemia de COVID-19, priorizar la vida y no los intereses de un grupo de empresas extranjeras.
“El presupuesto destinado a turismo y al mal llamado tren maya tuvo un incremento del 700 por ciento en comparación con el 2020, mientras que el sector salud tuvo un aumento solo del 9.1 por ciento, en comparación con el año pasado; así de lamentable es la austeridad republicana que limita el acceso a la salud como un derecho consagrado en el Artículo IV Constitucional, pero da rienda suelta con el presupuesto en beneficio de empresas y consorcios que construyen su tren que le han mal llamado maya”, se lee en el documento.
Además, expone que el proyecto del Tren Maya se está realizando por encima de la legalidad, a pesar de existir, cuando menos, cuatro suspensiones dictadas por Jueces Federales en contra de la aprobación de la Manifestación de Impacto Ambiental aprobada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para el Tramo III, y los trabajos han continuado, lo que evidencia un desafío frontal del Fondo Nacional del Fomento al Turismo y el gobierno federal a las determinaciones del Poder Judicial Federal.
Legítima defensa
Se denuncia la existencia de amenazas vertidas recientemente de manera directa al Colectivo Tres Barrios de Campeche, para que los habitantes afectados por la construcción de las vías del tren acepten de manera forzada la “relocalización consensuada” y retiren las demandas de amparo que interpusieron en su legítima defensa ante la decisión de no aceptar la reubicación de sus casas.
Además, sostiene que hay cooptación a grupos y organizaciones que impulsan el turismo comunitario con la intención de arraigar la idea de desarrollo, que las comunidades acepten el proyecto mal llamado Tren Maya y, por ello, el pasado 17 de junio en Temozón, Yucatán, se firmó la Alianza Peninsular de Turismo Comunitario (APTC) con el gobierno mexicano. Asegura que las cooperativas de dicha alianza fueron engañadas, con la premisa de que podrían vender sus artesanías en las estaciones del Tren.
Pedro Uc expuso en entrevista que es muy grave que de los vestigios que se han encontrado por miles no haya información al respecto, de lo que se está haciendo, “y el temor es que estemos ante una situación en la que se trafique con estas piezas y que caiga otra vez en manos de gente de otros países”.
Además, dijo que sería interesante que en las mismas comunidades se queden los testigos y buscar la manera de que forme parte del patrimonio cultural y que se exponga para la misma población. “Pero, ante esta situación de opacidad y silencio, nos preocupa que se dé un tráfico de vestigios”.
También, comentó que se deben respetar los amparos que hay y no se ha hecho. Es más, cuando se han dado el mismo titular del Ejecutivo federal ha acudido a la Península a dar su aval a los trabajos e incluso se han aumentado hasta tres turnos. Insistió en que el proyecto debe ser cancelado.
“Desde el inicio dijimos que no es un Tren de los pueblos mayas, de la península. Nadie lo ha solicitado y sin bien algunas personas en las llamadas consultas levantó la mano, no lo hizo por el tren, sino porque les prometieron que iba a mejorar su sistema de agua, de salud, la educación, las carreteras para sacar las cosechas. Pero a casi tres años, ninguna de estas comunidades ha mejora y la pobreza, incluso, es peor”, dijo.
Sostuvo, además, que la promesa de empleo a la gente que vive en las zonas de influencia del tren fue engañada, porque el trabajo es a cambio de entregar sus tierras, bajo la lógica de “te doy trabajo, pero me das tu tierra”.
Exigió que transparenten la información “y cesen los engaños a las comunidades para manipular la aceptación del proyecto tren maya, que dejen de engañar a la gente con una falsa idea de justicia social y bienestar, ya que los 19 polos de desarrollo que se tienen programados no incluyen la participación de las comunidades mayas más que para despojarlos de sus tierras”.
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JG