Los integrantes de la mesa directiva del comisariado ejidal de Izamal, realizarán una reunión mañana para con los representantes del Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur), en Mérida, para solicitar se reanude la asamblea y llegar a un arreglo definitivo sobre la cantidad a pagar por las tierras que serán utilizadas en el proyecto nacional del Tren Maya.
Los ejidatarios entrevistados lamentan que se pueda a desviar la ruta de esta obra y denuncian que las pláticas que se “reventaron” por la avaricia de una persona, a la que siguen 20 personas, son las que crearon el alboroto el domingo pasado. Santos Castro integrante del Consejo de Vigilancia señaló que en la reunión de mañana también se analizará la situación en la que se encuentra el padrón ejidal, porque muchos han fallecido.
Dijo que de los 2 mil 407 ejidatarios que están en el padrón ejidal de Izamal, solo hay mil 400 a mil 600 activos, quienes podrían acceder al pago, además de las viudas o de los herederos que tengan en orden sus papeles agrarios.
Recordó que Fonatur Tren Maya solicitó al ejido 15.30 hectáreas y en la asamblea del pasado domingo ofreció el pago de 4 millones 814 mil 203.3 pesos, pero azuzados por José Elías Canché, un grupo empezó a gritar y alterar la asamblea por lo cual fue suspendida.
Indicó que el ofrecimiento de Fonatur por hectárea es similar al que se hará en otras zonas del Tren Maya.
Indicó que de no llegar a un arreglo con Fonatur la ruta del Tren Maya cambiaría y los campesinos no recibirán la indemnización y los prestadores de servicios turísticos sufrirían el desplome del proyecto.
Por su parte el comisario ejidal José William May Gorocica señaló que por la ruta que les han planteado no afecta a ningún campesino, y quienes se oponen a un arreglo están cegados por la ambición y no por un pago justo.
“Solo unos criaderos de abejas podrían estar dentro de la ruta, pero a los apicultores se les ha indicado que además de la indemnización, se les apoyara a instalar sus apiarios en otro sitio”, dijo.
Álvaro Cupul Castro, ejidatario de la localidad, dijo estar consciente de la necesidad de ceder sus tierras a un proyecto de beneficio nacional, y los acuerdos a los que llegue la asamblea los acatará.
Lucrecia Domínguez expresó su preocupación, porque su esposo que era ejidatario falleció y no sabe si a su familia le tocará algo, por lo cual pide a las autoridades de la Procuraduría Agraria brinden asesoría a todos.
En los próximos días se podría convocar a una nueva asamblea, todo depende de las pláticas que la mesa directiva del ejido de Izamal lleve con representantes de Fonatur.
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