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Opinión

El derecho humano al agua

Jesús Solís Alpuche

1.- Día de mañana 27 de octubre, la Iglesia Católica, en la voz del Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, ha convocado a un Foro de diálogo sobre el cuidado del Agua en Yucatán. El objetivo es “ofrecer a través de la Comisión Pastoral Social un espacio de información y reflexión para que, a la luz de la ciencia y la doctrina social de la Iglesia, crezcamos en el compromiso de cuidar la casa común, que es la Tierra, y en especial el sagrado don del agua”. El foro propone abordar el tema del agua bajo tres enfoques: ¿Recurso? ¿Mercancía? ¿Conflicto?

2.- Ante el nuevo paradigma de la Revolución Industrial, en 1848 Marx y Engels publicaron el Manifiesto Comunista, filosofía de una nueva doctrina política, entre otras obras como Los Orígenes de la familia, el 18 Brumario, La Ideología alemana, La propiedad privada y el Estado; en los años 1873-90 estas teorías políticas, económicas y sociales de Marx y Engels, y el espectro que recorría Europa se estaban concretando en la lucha de clases entre opresores y oprimidos, entre capitalistas y trabajadores; lucha de la que surge, históricamente, las grandes transformaciones de la humanidad. El objetivo del Manifiesto no era otro que la organización de los trabajadores y mediante la revolución, proclamar la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y establecer un Estado de bienestar común.

3.- En 1891, frente este acontecer político social revolucionario de la época por causa de la crisis económica y la quiebra de los monopolios industriales, que estaban sembrando conflictos internacionales, el Papa León XIII emite la Encíclica Rerum Novarum, un Comunicado o Carta solemne a todos los Obispos de la Iglesia Católica, respecto al surgimiento de nuevas instituciones laborales. Es la primera encíclica social de la Iglesia Católica. Fue promulgada por el Papa León XIII, en una carta abierta dirigida a todos los obispos y catedráticos, que versaba sobre las condiciones de las clases trabajadoras. En ella, el papa dejaba patente su apoyo al derecho laboral de “formar uniones o sindicatos”, pero también se reafirmaba en su apoyo al derecho de la propiedad privada. Además, discutía sobre las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una organización socioeconómica que más tarde se llamaría distributismos.

4.- Aun cuando se ha debatido sobre sus posiciones o declaraciones particulares, es claro que este trabajo fue notable como resumen de muchos asuntos planteados por la Revolución Industrial, por el creciente problema obrero y las sociedades democráticas modernas. Con esta encíclica la Iglesia pretendió, entre otras cosas, paralizar la “descristianización” de las masas trabajadoras, en un período en el cual la credibilidad de la Iglesia se veía disminuida debido a que los sectores populares de la cristiandad e incluso del clero, se inclinaban por las ideas revolucionarias, o que las soluciones, que vendrían de las acciones conjuntas de la Iglesia, del Estado, el patrón y los trabajadores. Precisó los principios para buscar la justicia social en la economía y la industria. Se reconoce que la encíclica Rerum Novarum es la carta de fundación de la democracia cristiana y una pieza clave de la doctrina social de la Iglesia. Wikipedia la enciclopedia libre.

5.- Desde entonces, la vigencia de la Iglesia Católica es su posicionamiento en la dirección social frente a los paradigmas rotos por el desarrollo de la humanidad. La Iglesia pretende ir al paso del desarrollo de la conciencia social, y es así es como el Papa Francisco, a tono con la circunstancia histórica de crisis por causa del extractivismo de bienes naturales que ponen en peligro la vida del planeta, emitió en mayo de 2015 su Encíclica Laudato Sí, en que nuevamente se reivindica el Cuidado de la Casa Común, y desde donde el arzobispo Rodríguez Vega, al anunciar el evento del sábado 27, a las 9:30 de la mañana, dice que “Hemos de ser conscientes que el tesoro natural más preciado de Yucatán es nuestra agua, ese vital líquido indispensable para nuestra subsistencia”.

6.- Con relación a la conciencia social y económica con la naturaleza, nos encontramos en una etapa avanzada regida por la dominación de los valores del tener y la acumulación. El sistema avanza en tecnología en comodidades para las minorías, los valores se materializan en bienes de uso y consumo y el modelo de desarrollo en la privatización y la destrucción de los bienes y la Casa Común, en la dinámica desarrollista de extracción-desecho. Si no fuera por el profundo deseo humano de actuar a favor de la vida y el amor, este modelo económico seguiría expandiéndose al servicio de los intereses de muerte hasta provocarla en un colapso generalizado de los sistemas vitales de todo el planeta.

7.- La gestión del derecho humano al agua limpia y saneamiento se funda en principios universales; en México son originariamente de la población en territorio. La Constitución en el Artículo 27 dice que “La propiedad de las tierras y aguas corresponden originalmente a la Nación…” “La Nación (no el gobierno) tendrá en todo tiempo el derecho de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales con objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidado y conservación, para lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana… Y, corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales, el dominio de la nación es inalienable e imprescriptible…”

8.- El gobierno neoliberal, partiendo de la llamada democracia representativa, ha abusado de la confianza y/o debilidad política popular, para entregar nuestros recursos naturales a intereses privados. Les hemos permitido toma de decisiones de carácter punitivo en sus reformas a las leyes, como son las concesiones excesivas y excluyentes, provecho a empresas, como “Kekén”, cervecerías y refresqueras, que no sólo extraen miles de metros cúbicos de agua todos los días del subsuelo, y benefician sólo intereses políticos y privados, sino que contaminan el mismo acuífero. Frente a esta realidad es importante el Compromiso de trabajar en la toma decisiones y plantear en el Foro los cambios de modelo de gestión en el derecho al consumo del agua.

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