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Opinión

NAIM, mega-proyectos energéticos, tren maya, capricho burgués y saqueo imperialista

Ricardo Andrade Jardí  

Cuando los empresarios disfrazan sus rebuznos con oraciones como: “certeza económica”, “garantías para la inversión”, “estabilidad macroeconómica”... hay que tener muy claro que a lo que se están refiriendo es a: “nuestro divino derecho de casta al despojo, la destrucción, la explotación, la esclavitud, la banalidad y la estupidez...” pues la precarización y la muerte carenciada de los otros es uno de los más rentable negocios del narco-neoliberalismo capitalista.

Los grandes capitalistas del país están “muy enojados” porque una pretendida consulta popular le dijo no a su burgués e irracional mega capricho de muerte en Texcoco.

Por un lado detestan que el común proletariado pueda participar, o creer que participa de verdad, en la creencia existe la posibilidad del empoderamiento; en decisiones de vida y muerte en un sistema político que ha hecho de los consorcios y organismos empresariales (siempre organizados en sus cofradías clasistas, mientras nos convencen, a los carenciados, de que no existe la lucha de clases) un poder de facto que durante más de 30 años nos ha impuesto una lógica de muerte y destrucción de ecosistema y por ende del tejido social que nos ha convertido, hoy, en uno de los países más violentos del planeta; más de 34 mil desaparecidos y cerca de un cuarto de millón de ejecutados (cifras oficiales) en los últimos 12 años dan cuenta de ello.

El asunto tiene muchas aristas. Una, sin duda, es el gran negocio que genera la violencia al tiempo que el miedo a la inseguridad y la resignación judeocristiana impuesta desde la conquista, provocan la pasividad e inmovilidad de grandes sectores sociales, en la mayoría de los casos los más afectados. Desde ahí el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y las diversas cámaras empresariales han contribuido durante más de tres décadas a suplantar una educación crítica y científica por una educación individualista de competencias, haciendo del proletariado clasemediero un sector profundamente reaccionario, incapaz de tener empatía con otros más carenciados –personas incapaces de una defensa colectiva del territorio y de la vida– a cambio de defender los “privilegios” de su pantanoso confort. Aunque la falsa guerra contra las drogas de los corruptos gobiernos emanados del PAN y el “nuevo PRI”, con su gran desfachatez y su desprecio por la vida de les otros, terminó por hacer que esos sectores optarán, no por una convicción ideológica, ni menos aún política, porque millones de familias son víctimas directas o indirectas de las políticas neoliberales de muerte, por una opción que se fue construyendo después de la imposición fraudulenta de FeCal en el 2006. Y que promete ser otra cosa; pero en el último año esa opción pasó de luchar contra la mafia del poder a finalmente incluir a esa mafia en lo que será el próximo gabinete de la llamada “cuarta transformación”.

No deja de ser curioso que sea Morena en el Senado la que presente una iniciativa de Ley Agraria, que bien podría ser el sueño del chupacabras Salinas de Gortari. Lo que no logró hacer el salinato, hoy, lo pretende complementar la bancada legislativa de la “cuarta transformación” y su matemática de los 30 millones.

En tanto los caprichosos empresarios encabezados por el hampón Slim, (quien, por cierto, ofrece uno de los peores servicios de internet, pese a ofertarlo como lo mejor de lo mejor) se sienten ofendidos por la posible cancelación de su inútil capricho de muerte, a pesar de que el futuro gobierno ya les está garantizando el pago de su inversión, pese a que está saliendo a la luz que en realidad esa inversión se hizo presuntamente con el desvío de recursos públicos y no de los empresarios golpistas que hoy reclaman su tajada del pastel. Capricho inútil para millones de mexicanos en pobreza. Pero no para las proyecciones globales del saqueo imperialista de recursos naturales. Y ya viene la iniciativa de reforma agraria, los avales a la minería y mega-proyectos del capitalismo verde con todo y su Tren Maya, disfrazado de progreso que cumple con otra de las acciones de despojo capitalista impuestas por el Plan Puebla-Panamá. Aunque el sueño depredador viene ya de casi dos siglos atrás. Y la telebasura también golpista recibe de último momento su corrupta concesión para atizar, acorde a los vientos planetarios el neofascismo global, contra la pérdida de sus privilegios, pero sobre todo contra toda resistencia popular que intente hacer frente al despojo territorial en defensa de la vida...

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