Por Jorge Lara Rivera
En el insólito mundo que habitamos (“el peor de los posibles” según budistas, exégetas del bíblico Job, Hegesias, irracionalistas como Shopenhauer, Mailánder y von Hartman; los existencialistas Kierkegaard, Heidegger, Cioran, Sartre y Caraco, ¿tuvieron razón?), especialmente en nuestro kafkiano país, se ha puesto de moda la paradoja, lo irónico y la contradicción encarnados en la realidad. De ahí que vivos estén muertos desde hace 18 años (como sucede a Luis Miguel según una reconocida vidente), muertos estén vivos (como de tanto en tanto se afirma de Pedro Infante) o revivan (tal Juan Gabriel) o fingieran la muerte (como Jenny Rivera) y que vivales tal Kate del Castillo quiera nadar de muertito con el cuento de no tener vínculos con el ‘Chapo’ para arrebatar al pueblo de México 65 millones de dólares (al tipo de cambio del día que se los paguen); pero también la sensiblería de gente ante lágrimas de cocodrilo de un chacal “conmovido a la vista de sus 2 hijas” –tal vez por el despilfarro que Emma Coronel hace del dinero mal habido con tanta sangre y que motiva entre otras razones el llamado “juicio del siglo” (y del milenio apenas empezado) en Nueva York–, y se conduela porque el sociópata no puede dormir con tanta luz como le han puesto al ‘chuch’ pobre angelito, olvidados los miles y miles de asesinatos con saña perpetrados que enlutan a familias en nuestro país, de los cuales ha sido causa eficiente. Se da, incluso, que hasta un rufián como el exgobernador sonorense Guillermo Padrés Elías, causante del ecocidio en el Valle del Yaqui y la desgracia de esa etnia a cuyos líderes encarceló y mandó ‘silenciar’, desapareciéndolos y hallados muertos, mientras despojaba del agua a su gente, durante el calderonato; pero quien está preso sólo por el presunto delito de defraudación fiscal por 70 millones 415 mil 367 pesos, se proclame ‘preso político’ y se queje de “vivir en el infierno” cuando ha sido un demonio ladrón. El sainete ya dura varios episodios: desde su ocultamiento y luego calculada entrega a las autoridades que ahora quiere hacer pasar como un acto de valor cívico, tras la prisión de su hijo Guillermo Elías Dagnino del que quiere hacer pasar por héroe que fue rehén, a sus amparos conferidos por el corrompido Poder Judicial de la Federación, y ahora hasta el martirio fingido. Ahora con el remake del rescate frustrado porque el predio de Punta Diamante en Acapulco que ofreciera Diego Fernández de Cevallos Ramos en garantía de la fianza de 100 millones de pesos para liberar a Guillermo Padrés resultó ‘chocolate’, otra chuequez en la vida de este repugnante espécimen de la clase política nacional, pues si bien el inmueble está valuado comercialmente en más de 400 millones de pesos, como carece de la documentación necesaria que acredite el valor fiscal suficiente para cubrir la fianza impuesta, lógicamente el Juzgado Federal de la causa rechazó la prenda. (Sólo el 19, el Juzgado Séptimo de Distrito en Procesos Penales Federales habíase dado por satisfecho con los inmuebles que la familia de Padrés ofreció en garantía por los 40 millones de pesos impuestos al exgobernador PANista en otra causa que se le sigue por lavado de 11 millones 186 mil 895 pesos). Cabe recordar que Padrés Elías financió ilegalmente, a cambio de impunidad, la campaña de Ricardo Anaya (según se desprendió de la aprehensión de su empleado del rancho Nuevo Pozo de Padrés –donde se construyó una mega represa cuyo costo rebasaba los 70 millones– con maletas llenas de dinero y armas), no obstante debió acudir al ex procurador Fdo. Antonio Lozano Gracia, socio de Diego Fernández de Cevallos Ramos, para dar el 1er. golpe de su litigio mediático y politizado donde pasa por injustamente ‘perseguido político’. Su criminal comportamiento conecta con el clan calderonista vía el oscuro asunto del trasvase del río Yaqui al Reservorio Independencia del Acueducto Bicentenario hacia Hermosillo, ecocidio en el cual están implicados José Luis Luege Tamargo y Juan Rafael Elvira Quesada, cómplices del despojo del agua con el trasvase desde la presa ‘El Novillo’, y la milmillonaria obra emprendida por el genocida Calderón antes de terminar su mandato, violando criterios de prioridad en materia hídrica y pese al daño ambiental que provocaría y la omisa y abyecta conducta de la Suprema Corte postergando su fallo. Pero también queda sin explicación los “1 mil niños desaparecidos” en el país relacionados con una cuenta bancaria de María Iveth Dagnino Acuña, esposa de G. Elías, congelada para averiguar el origen de los fondos y esclarecer el turbio expediente de la red de venta de 300 niños cuya operación, impune, se le atribuye. No hay que perder de vista que Padrés, preso desde noviembre de 2016 en el reclusorio oriente, puede impugnar el fallo que le negó su salida para seguir su proceso en libertad. Pero por el momento seguirá confinado.
A propósito, en esta farsa, ¿qué persigue Diego Fernández de Cevallos Ramos, epítome de la doble moral y el abuso en el país, buscando liberarlo? ¿Qué gana o qué deja de perder como para ofrecer su ‘terrenito’ para garantizar la fianza del prevaricador?