Busca lo más vital

Dra. Sylvia Zenteno Ruano

Busca lo más vital, no más, Lo que es necesidad no más

Y olvídate de la preocupación

Tan sólo, lo muy esencial, para vivir sin batallar

Y la naturaleza te lo da…

….Busca lo más vital no más Lo que has de precisar no más

Pues nunca del trabajo hay que abusar (¡sí señor!)

Si buscas lo más esencial Sin nada más ambicionar

Mamá naturaleza te lo da (¡eso!) Mamá naturaleza te lo da (¡sí señor!)…

Nos llegará

Cantada por Tin Tan en la película “El Libro de la Selva”, libro escrito por Ruyard Kipling

Y bueno, de vacaciones en el hospital, he disfrutado de levantarme tarde, y hacer a gusto y sin prisas mis pendientes, salvo por la incomodidad que hube de vivir, -¡Uuuff! Mmm ¡mi culpa!-, por estacionarme a menos de 15 metros de la esquina, y que motivó que la “amable” grúa de tránsito, levantara mi coche a las once de la noche…¡dos días antes de Navidad! No tienen idea –o a lo mejor sí, y concordarán conmigo-, que experiencia de vida más desesperante… primero no sabes si te robaron el auto -el mío no creo-, y después tienes que dar de 3 a 5 vueltas a diferentes corralones, donde con una mínima información te traen de aquí para allá, recorriendo como puedas -ya que no tienes coche y debes molestar a la familia o a los amigos-, largas distancias entre uno y otro corralón, luego pagar por el arrastre, y por los dias de “amable estancia”, o sea!!! Ahí quedó mi auto regalo navideño-… Lección más que aprendida… no quiero volver nunca en la vida a pisar esas “amables” oficinas… En fin que algo había que contar, en las pato aventuras navideñas…

Pero en fin, llegó el Año Nuevo, y con él las mil felicitaciones y los mil planes de que haremos con este 2019, desde luego nos pusimos muy guapos la noche vieja, y a las 00:00 horas en punto hicimos toda clase de deseos y de propósitos entre uva y uva, tan rápidos, que cinco minutos después de los abrazos y besos, ya no los recuerdas… hasta el próximo año cuando los vuelvas a hacer…Empezando por prometernos iniciar ya mismo, el día primero con actitud, disposición, dieta y firme propósito de enderezar los entuertos del falleciente 2018…

Y resulta que el dia 1º empieza desvelado/desmañanado… muy meritorio entrar a las 8 a.m. a casa, bailado, cenado, y por qué no, un poco alegre de tantos brindis…en Uber claro… por aquello de los retenes…¡y solo por ser año nuevo! ¡Ajá!

Así que despertamos justo a tiempo para ver el partido de football americano colegial, y su respectivo medio tiempo espectacular, entusiasmados de ver ganar a los Buckeyes de Ohio State -en un partido de locos-, 28-23 sobre Washington en el Rose Bowl, o a los Texas Longhorns ganándole a los Georgia Bulldogs 28-21 en el Sugar Bowl, sí, lo adivinaron ¡! Soy mega fan del football americano!!, y luego después de almorzar el sagrado recalentado, sentarse en la camita, a comer chácharas y ver maratones de lo que quieras en la tele, y en pijama… yo, como se habrán dado cuenta, vi caricaturas de Disney para “olvidarme de la preocupación”… en serio, es rico pensar que … “tan solo se necesita lo muy esencial”, y recordando a San Francisco de Asís entender que es posible “vivir sin batallar, … Y la naturaleza te lo da”…

Claro, este es pensamiento de vacaciones, y de día de flojera.. la verdad es que hay que trabajar, y definitivamente prepararse para avanzar en la vida, para tener legítimamente derecho a tener ingresos que te permitan vivir confortablemente, pero lo que se me atraviesa en estos últimos años es la idea de los que tratan de guardar más dinero que Rico McPato… y todavía piensan que “ se merecen más” como la esposa de Javidu y el propio Javidu…

Vean lo que decían los abuelos Náhuatles cuando te bendecían…

“…Que la tierra se una a la planta de tus pies y te mantenga firme, que sostenga tu cuerpo cuando éste pierda el equilibrio...

Que el viento refresque tu oído y te dé a toda hora la respuesta que cure todo aquello que tu angustia invente...

Que el fuego alimente tu mirada y purifique los alimentos que nutrirán tu alma...

Que la lluvia sea tu aliada, que te entregue sus caricias, que limpie tu mente y tu alma de todo aquello que no le pertenece”…

No veo que dijeran… que te vuelvas millonario, y que sin ningún dolor de conciencia, nades en billetes mal habidos, y des a tus hijos aviones privados para llevar sus perritos Chihuahua a pasear a Europa, como Carlos Antonio Romero Deschamps, senador casi vitalicio, y líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana. ¿Ustedes si lo ven? ¿O concuerdan conmigo que sería una bendición, que a ellos les enseñara Baloo que se puede vivir “sin demasiado ambicionar” y se logra vivir muy feliz?

Encontré entre mis lecturas un pensamiento que me encantó de lo que de verdad debemos construir para hacer un buen año,… además de un análisis profundo de la bendición Náhuatl, hay aquí unas reflexiones sobre lo que tenemos que ahuyentar de nuestros planes de vida, para aprender a contenernos y avanzar hacia el lado correcto del camino. A continuación, describo verdaderos enemigos del bienestar interior que deberán ser controlados y eliminados.

Iniciar un nuevo año que abre sus páginas renovadas, no solo es luchar contra la báscula y el alcoholímetro que de suyo son buenos propósitos de contención, hay actitudes y acciones muy importantes, que si no estamos atentos, nos hacen perder las referencias entre lo que se debe y lo que no se debe hacer… Te invito a que consideres si es importante analizarlos y retirarlos de tus planes de este año si es que te rondan por ahí. Agrega el análisis muy despacito, para que no se te olviden como los deseos y propósitos que se emiten durante las uvas.

La superficialidad vacía. En ocasiones la vida acomodada que nos facilita el sistema actual, puede hacer que perdamos el verdadero valor de las cosas. Se extiende por doquier la superficialidad, encontramos mujeres a veces bellísimas por naturaleza, o con “una manita de gato” quirúrgica, y hombres espectaculares, con músculos trabajados minuciosamente en el Gym, que no tienen nada en el espacio que ocupa el cerebro, y mucho menos el corazón. Son personas con las que difícilmente puedes sostener una conversación coherente, que tenga alguna trascendencia hacia los demás.

La pereza. Tener valores es también una conquista que requiere esfuerzo, búsqueda y maduración, y eso para muchas personas realmente les hace expresarse como…¡Qué flojera!!... Creen que se merecen todo, como dicen “peladito y en la boca”, cultivarse, intentar vencer las propias inclinaciones, superar modas y tendencias de la sociedad, y esforzase para crecer en el interior de sus almas… Nooo… ¡es muuucho trabajo!.

El Egocentrismo. Quien vive centrado en sí mismo es incapaz de distinguir los valores de lo humano. Los valores no se logran por uno mismo, son siempre un don compartido con los demás. Saber compartir requiere de saber cultivar amorosamente el buen corazón, y tener la capacidad de obrar bien, es un proceso de seducción para lograr que se pueda dar lo mejor de sí, consolidando una solidez moral que al igual que el buen comer, se convierta en una experiencia de vida.

El Autoengaño. Este es uno de los grandes males de hoy en día, mentirse a uno mismo es realizar conscientemente acciones, que nos consta que lo hemos realizado “a propósito”, que sabemos por instrucciones previas recibidas que es incorrecto y que cuando nos atrevemos a parar frente al espejo este nos dice… estás mal… no lo debiste hacer… y aun así sabiéndolo las personas suelen buscar justificaciones a su acción, trasladando la sensación de culpa a otros y esperando que nadie se haya dado cuenta.

Como lo habíamos mencionado en colaboraciones anteriores, el amor incondicional, la bondad, el afecto, la honestidad, la justicia, la solidaridad, el respeto y la tolerancia son los valores que deberemos anteponer a estos defectos mencionados. Las personas adultas deberemos practicarlos, y saber transmitirlos a las generaciones que nos siguen. Estos serían verdaderos propósitos a cumplir. La pregunta que surge es ¿por dónde empezar este proceso de enseñanza y aprendizaje? La respuesta es en extremo simple y profundamente complicada. Todos los expertos consultados señalan que es la familia la única capaz de transmitir estos valores. Es en casa donde se descubre cómo ser un hombre de bien y una mujer de honor, y es exactamente en casa donde las familias se convierten en el mejor escudo protector de los grandes males de la humanidad.

El punto es, ¿están las familias preparadas para este reto? Tres cosas son urgentes para lograrlo y posteriormente poder reforzar los esfuerzos de las instituciones educativas en materia de valores para que éstos tengan resonancia. Una, es que a los padres les mostremos con mucha claridad lo que queremos ver en los hijos… Dos, que los amemos tanto como para estar dispuestos a hacer cuanto sacrificios sean necesarios para estar muy cerca de ellos, de manera que nos admiren tanto como para que deseen imitarnos… Y tres, que nos cuestionemos constantemente, para estar seguros de que nuestros actos están alineados con los principios que pregonamos.

Sabemos los padres perfectamente que en la primera infancia, los niños imitan todo, por lo que es muy importante ser coherentes a la hora de dar testimonio. No debemos olvidar nunca “que los valores no se enseñan. Los valores los descubren los hijos a través del ejemplo de los padres”. Usemos este recién estrenado año para sentarnos muy quietos, ante lo que quede de nuestro espiritu renovador y quizá frente a las luces bailarinas de nuestro arbolito navideño, y hagamos un verdadero compromiso con la Vida y la Armonía. Besos de Año Nuevo, les veo en [email protected]