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Opinión

Martín Moreno

“¿Deberá Mancera limitarse a tocarle el hombro a

Lorena y decirle: es que los policías me engañaron?”

Lamento todo lo que usted pasó, pero entiéndame también: yo era servidor público y a mi me engañaron los policías… –le dijo el ex Procurador General de Justicia capitalina y hoy senador, Miguel Angel Mancera, a Lorena González Hernández, quien estuvo presa durante 7 años acusada, sin pruebas, por el secuestro de Fernando Martí y varios plagios más, y cuya reclusión fue encabezada por el propio Mancera.

–Y usted entiéndame a mí, porque tiempo después de que fui detenida, usted ya sabía que yo no era la persona señalada y también sabía que me estaban incriminando. Usted no hizo absolutamente nada para remediarlo. ¡Nada!

El pretexto absurdo de Mancera –“me engañaron los policías”–, y el reclamo directo de Lorena a la pasividad criminal del ex procurador ocurrió apenas hace tres semanas, en septiembre pasado, durante el Foro “Análisis Sobre Derogación del Arraigo”, efectuado en la sede del Senado de la República. Allí, Mancera le tocó el hombro a Lorena por la espalda para hacerla voltear y, de frente, intentó justificar la injustificable canallada cometida desde septiembre del 2008 en contra de quien, en ese momento, era Subinspectora de la Agencia Federal de Investigación (AFI), cuando fue detenida.

¿A qué se refería Lorena cuando le respondió a Mancera, hace algunos días, que “usted sabía que me estaban incriminando y no hizo absolutamente nada para remediarlo”?

A un hecho concreto y contundente.

Para comprenderlo, nos remitimos a mi libro “Abuso del poder en México” Edit. Random House /Aguilar. Capítulo “Mancera, el fabricante de culpables”. (Extractos):

“El 17 de julio de 2009, Noé Robles Hernández, sicario al servicio de la banda de secuestradores conocida como “Los Petriciolet” o “La Flor”, confesó públicamente, tras ser detenido por la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), haber sido el verdugo de Fernando Martí.

“Poco más de dos meses después, el 23 de septiembre, fue aprehendido por autoridades federales el jefe de la banda de “Los Petriciolet”, Abel Silva Petriciolet, alias el “Di Caprio”, también confeso de haber planeado y ejecutado el plagio de Martí. Al recibir menos dinero del pactado por el rescate, Abel fue quien ordenó a Noé quitarle la vida a Fernando.

“Y el 16 de abril de 2010 fue capturada María Elena Ontiveros Mendoza, alias “La Güera”, quien durante fragmentos de sus interrogatorios aceptó ser la mujer que estaba al frente del retén que le marcó el alto al BMW en el que viajaba Fernando Martí, a la entrada de Ciudad Universitaria (CU), por órdenes de un sujeto de nombre Jorge Rico, director de una empresa de Seguridad privada.

“Todos ellos –ellos sí–, integrantes de la banda de “La Flor”.

“Todos ellos, confesos de haber participado en el secuestro de Martí: el autor intelectual, el asesino de Fernando, y la mujer a la cabeza del retén.

“¿Conocían Noé Robles, Abel Silva Petriciolet y María Elena Ontiveros, a Sergio Humberto Ortiz Juárez y a Lorena González Hernández?

“Dejemos que sean ellos quienes lo digan a través de sus testimonios rendidos ante autoridades federales y de videos que son públicos. Extractos. (Los agregados entre paréntesis son para mejor comprensión del lector y no alteran, en absoluto, el sentido de las declaraciones).

“Noé:

“Presentan en la tele a ciertas personas que no tuvieron nada que ver en ese secuestro. Hay una mujer que está detenida (Lorena), pero me doy cuenta que no es la persona que participa con los demás en el levantón, porque veo a esa persona (María Elena) en dos ocasiones antes de que se hiciera eso (el secuestro de Martí), y las características físicas no coinciden con la persona que veía…era una persona de tez blanca, cacariza y fea…alta, caderona, voluptuosa de cierta manera, y la persona que presentaron en la tele no lleva esas características”.

–¿Qué me dice de la comandante Lorena?

–Yo no la conozco. No sé quién sea esa mujer.

“Abel:

“No conozco ni al Apá ni a Lorena…”.

–¿Quién le realizó el alto? (al automóvil de Martí).

– Una mujer llamada “La Güera”.

–¿Cuál es el nombre de “La Güera”?

–No lo sé, señor….

–¿Cuáles son sus características?

–De uno ochenta de estatura, de conflexión (sic) mediana, con la cara llena de barros o cacariza y el cabello largo, hasta un poco más debajo de los hombros….

“María Elena:

–¿Qué le diría a Lorena?

–A ella más que a nadie…no sé si la señora haya cometido algo, pero dentro de eso no (retén del caso Martí). Yo jamás la vi, y me hubiera gustado irle a poder decir que no era ella, pero tenía miedo…”.

Hasta aquí, lo asentado en mi libro.

Es decir: justo en el momento cuando fueron capturados Noé, Abel y María Elena, y declararon ni siquiera conocer a Lorena González, el entonces procurador Mancera debió haber retirado los cargos en contra de Lorena y promover su libertad. Pero no lo hizo. Siguió respaldando la canallada cometida contra Lorena. La mantuvo encerrada durante…¡5 años más!

A ese momento se refiere Lorena.

Al momento en el que Mancera supo que ella era inocente, y no movió un dedo para solucionar esa injusticia.

*****

¿Cómo explicar que una inocente haya sido enviada a prisión por órdenes de Miguel Angel Mancera?

Volvamos a las páginas de mi libro:

“Regresemos a Palacio Nacional.

“Cuando Alejandro Martí, dolido por la muerte de su hijo Fernando y erigido en voz inequívoca del hartazgo de una sociedad arrodillada por los criminales, lanzó a las autoridades tanto federales, estatales, municipales y capitalinas, aquel lapidario: “Si no pueden, renuncien”, Ebrard, oportunista, respondió ante todos: “Yo le tomo la palabra…estoy seguro que voy a cumplir”, comprometiéndose a dimitir si no tenía éxito en este caso.

“Ese mismo día, Ebrard le ordenó a Mancera –nombrado días antes (9 de julio de 2008) titular de la PGJDF–, y a sus colaboradores, hacer del caso Martí una prioridad. Una razón de Estado. Detener a los responsables, a cualquier precio. Ofrecer sus cabezas a Alejandro Martí, a costa de lo que fuera. No dejar en el aire su palabra empeñada en Palacio Nacional.

“Así, una obligación constitucional –brindar seguridad a los ciudadanos–, se convirtió en un objetivo con cálculos eminentemente políticos. ¿Por qué? Ebrard aspiraba, entonces, a la candidatura presidencial del PRD en el 2012.

“El caso Martí se transformó –para Ebrard, Mancera y sus hombres–, en un asunto estrictamente político, tras la promesa de Marcelo, ante todo el mundo, de resolverlo o renunciar.

“Por eso Mancera fabricó culpables. Para hacer cumplir –al costo que fuera–, la palabra empeñada por su jefe Ebrard.

“Por eso Mancera utilizó a un testigo ahogado en sus propias contradicciones. Miope físicamente. El escolta Christian Salmones, de cuyas confusiones nos ocuparemos más adelante.

“Por eso Mancera culpó al Apá y a Lorena González de un delito que no cometieron. El interés político por encima de la ética profesional.

“Por eso Mancera fabricó también otros secuestros ligándolos a Lorena, con elementos –a opinión de abogados, del periodista y, por supuesto, sujetos al escrutinio público– tan insostenibles como fantasiosos, y de los que se conocerán detalles en este capítulo.

“Miguel Angel Mancera pasará a la historia como el Procurador de Justicia que fabricaba pruebas y culpables para fines políticos. O para lucimientos personales.

“Lo hizo con el caso Martí. Con El Apá y con Lorena.

“Lo hizo con el episodio del Bar-Bar, donde encaminó a prisión –por presiones político-mediáticas– a otro inocente: Carlos Cázares, Charly, gerente del lugar.

“Lo intentó hacer con Mariel Solís, estudiante de la UNAM acusada, en falso, de haber participado en el asalto y homicidio de un catedrático universitario.

“Lo pretendió, nuevamente, con Alfredo Mauricio Marichal, sobrino de la actriz Julia Marichal, asesinada a principios de diciembre del 2011. Fue liberado gracias a que cayeron los verdaderos culpables, pero Mancera ya lo preparaba para presentarlo como “asesino”.

“Migue Ángel Mancera, el Procurador de Justicia que fabrica culpables.

“Abuso de poder.”

Hasta aquí, lo escrito en mi libro.

*****

¿Cómo va a pagar el ex Procurador de Justicia de la CdMx y actual senador por el PRD, Miguel Angel Mancera, esta canallada en contra de Lorena González Hernández, que le costaron siete años de su vida en la cárcel por un delito que no cometió?

La actual Procuraduría de Justicia capitalina, así como el Poder Judicial de la CdMx, ya ofrecieron –como sabemos– una Disculpa Pública a Lorena. Pero no basta. Se le tienen que resarcir los daños económicos, emocional y psicológico, causados por un encarcelamiento injustificado.

Aún más:

¿Deberá Mancera limitarse a tocarle el hombro a Lorena y decirle: es que los policías me engañaron? ¡Por supuesto que no! Sería abonar a la impunidad.

Mancera debe pagar el precio de fabricar culpables durante su gestión como procurador de justicia capitalino.

Nada menos es aceptable.

TW @_martinmoreno

FB / Martin Moreno

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