Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- Ya está de nueva cuenta la “maestra” –contra la CNTE y sin el SNTE–, en campaña electoral para formar un partido: Redes Sociales Progresistas, para lo cual inició su proyecto en Chiapas, de donde ella se dice originaria y donde tiene un rancho (además de sus mansiones en Los Ángeles estadounidenses), y con su yerno que anduvo apoyando a López Obrador, se presentó con sus lentes oscuros y su teléfono para sacarse fotos. La boletinaron en varios medios de comunicación anunciando su reaparición, como resucitada con harto maquillaje y hartas cirugías para parecerse a Dorian Grey; el personaje aquel del escritor Oscar Wilde por el que no pasaban los años… hasta que un día mostró su acumulada vejez. Elba quiere revivir. Resucitar. Priísta de toda su vida y encarcelada por Peña Nieto cuando ella quiso cobrarle favores cuando lo apoyó y entonces el mexiquense, con Chuayfett y Otto Granados, le prepararon su “prisión” en sanatorios particulares que ella pagaba y solamente una o dos veces la retrataron tras las rejillas del penal, cuando hacía sus declaraciones por los delitos que le imputaron. Y luego salió libre de culpa penal.
II.- Se repuso en el último piso de su torre de departamentos en Polanco y estuvo planeando cómo reaparecer, tras ser echada del SNTE y sin poder librarse de las embestidas del CNTE que la tienen en la mira. Supone ella que puede revivir políticamente. No es difícil… es imposible. Ya no son los tiempos de cuando ella, utilizando su reinado magisterial, hacía y deshacía. Ya no existe el PRI que fue la cuna donde la nacieron hasta volverse la poderosísima y temible maestra. Y es más que dudoso que López Obrador la cobije, ya que Morena no la quiere; por lo que Elba ha de tener que buscar cómo resucitar si es que de sus cenizas queda fuego, lo cual todo indica que no. Empero, insiste en crear un partido y como tiene recursos, es millonaria, invertirá hasta donde vea que hay una oportunidad. Lo cual es casi imposible, pues nuevos protagonistas conforman la élite del poder político y no tiene cabida por más que uno que otro haya sido su compañero de un viaje que no tiene retorno.
III.- Insiste en lucir joven. Y escupe a diestra y siniestra sus ansias de volver al escenario de lo público para poner en práctica de nueva cuenta su poderío. Su proyecto es para dentro de dos años y ya para entonces, sin lograr registrar su Redes Sociales Progresistas, tendrá que reconocer que ya pasaron los años y no podrá participar ni competir en el contexto de un populismo que busca perpetuarse en los poderes del Estado donde ella, en el siglo pasado, fue todo y creyó que hasta podría ser candidata presidencial. Así que anda desplegando su frenética actividad electorera, juntando lo que sobra de los partidos y de lo que ella tenía en el magisterio con el objetivo de subir al escenario. Pero es actriz de filmes antiguos y de la pelea pasada. La retiraron, pero historiadora como AMLO, insiste tras bambalinas en llevar a cabo una actuación más, al menos como “extra” del populismo y de esa manera revivir sus tiempos dorados que no volverán.
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