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Opinión

Científicos Marxistas

Alberto Híjar Serrano

En el primer trimestre de 2019, han fallecido importantes científicos con inclinaciones marxistas diversas. Argentino de origen, Mauricio Schoijet estudió ingeniería y luego recibió un doctorado en Pensilvania. Desde el siglo pasado fue un constante crítico del capitalismo devastador del ambiente. Sus textos sobre las instalaciones nucleares en Laguna Verde, son precisos por la crítica científica estricta. Buscó la relación con militantes de izquierda hasta que encontró en la Liga de Unidad Socialista, de tendencia trotskista, la posición adecuada para difundir sus excelentes textos. Un tumor cerebral lo acosó durante 20 años hasta causar su muerte. Quizá por la huelga en la Universidad Autónoma Metropolitana no hubo comunicado universitario, salvo el de los compañeros de LUS, en especial, Román Munguía y Manuel Aguilar.

Exiliado de España, Germinal Cocho Gil destacó como matemático que a la par se graduó en Medicina para precisar la aplicación de sus saberes. Hermano de Flavio, matemático también, brillaron en la Facultad de Ciencias de la UNAM donde presumían en 1968 que sin las complicaciones del autogobierno, habían logrado orientar los estudios y las investigaciones con un sentido histórico y social. Apuntaban con esto, la caracterización marxista de la ciencia de la historia usualmente interpretada como si fuera posible descubrir leyes históricas de manera semejante a como ocurre con las llamadas ciencias naturales. En rigor, de lo que se trata es de advertir que todo el saber requiere de sentido histórico no porque haya fines metafísicos, sino porque la relativa autonomía de las ciencias sólo adquiere sentido transformador pleno con su ubicación histórica. Basta con advertir el imperialismo como coloniaje para concretarlo en la dependencia tecnológica y científica absolutas. Las reformas educativas son tan globalizadas como la acumulación capitalista actual y exigen orientar la educación con el patrocinio y las indicaciones de los grandes consorcios transnacionales. La historia de la ciencia en México es una materia aún vigente en las carreras de la Facultad de Ciencias, gracias a la iniciativa de los hermanos Cocho Gil. El siglo pasado, otro proyecto sobre este punto orientado a relacionar la investigación científica con la filosófica, dio lugar al Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos comandado por el matemático y filósofo marxista Eli de Gortari. Mes con mes, había una ponencia con un comentarista adecuado para publicarla en la serie de Cuadernos acompañada por la de Suplementos, éstos cuando provenían de algún coloquio o congreso distinto al Seminario. A la par, se editaron libros de autores tan importantes para la historia de las ciencias como John D. Bernal. Germinal Cocho animó cursos y seminarios al respecto en el Instituto Politécnico Nacional, en la UNAM y en la Universidad de la Ciudad de México donde mantuvo un curso sobre sistemas complejos que no es otra cosa que la sistematización matemática de la dialéctica. En lo personal, me he quedado sin interlocutor autorizado que me explique las aportaciones matemáticas de Marx en El Capital cuya lectura por los principales dirigentes en los primeros años de la Revolución Cubana, tuvo como guía un exiliado español en la URSS que fue sorprendido con el hallazgo de un error de cálculo de Marx por el Comandante Fidel Castro.

El jueves 16 de mayo fue presentado en el Instituto de Historia del INAH, el libro sobre María Fernanda Campa Uranga, la célebre Chata Campa, hija del comunista Valentín Campa y de su esposa de la misma afiliación, Consuelo Uranga. El subtítulo Geología y Revolución plantea la promesa de reflexionar sobre el tiempo largo de la geología y los tiempos históricos. De nada de esto trata el libro de Gloria A. Tirado Villegas de la Universidad Autónoma de Puebla, ni los comentarios de Rosa María Valles de la Universidad del Estado de Hidalgo ni la del Dr. Gerardo Necoechea, centrados en la vida de militante del personaje que logró ser la primera graduada en Geología del IPN, cuando apenas había dos mujeres estudiantes más estudiando en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura, y ella sola, todas en edificios donde no había sanitarios para las mujeres. En la presentación se habló de la Confederación Nacional de Estudiantes Democráticos impulsada por la Juventud Comunista del PCM en el que destacaban la Chata Campa, Raúl Alvarez Garín y otros no mencionados tan importantes como el universitario Walter Ortiz. La Conferencia de Morelia produjo un programa incluyente del repudio al bloqueo yanqui contra Cuba, en defensa del heroico pueblo de Vietnam y del apoyo al movimiento obrero y campesino. Este programa de 1966, explica los alcances del movimiento de 1968 en el que los mencionados tuvieron una participación destacada. La formación comunista de la Chata Campa incluyó desde la lectura de no menos de 15 páginas diarias de Así se templó el acero y Un hombre de verdad, a sus quince años; ya doctorada en la UNAM, encontró en el Instituto Mexicano del Petróleo, un lugar adecuado para sus investigaciones, de vez en cuando interrumpidas por denuncias de los trastupijes petroleros; hasta las visitas a su padre fundador del Partido Obrero Campesino Mexicano luego de su salida del PCM para participar en el Movimiento Ferrocarrilero, culpa que lo mantuvo 11 años en prisión. El matrimonio con Alvarez Garín no sólo fructificó con su hija Manuela, sino con la relación entrañable con la Dra. Manuela Garín, fundadora de Instituciones de Investigación y Estudio de las Matemáticas en su larga vida centenaria. El rigor científico orientó estos pasos e hizo que Alvarez Garín fuera conocido con su apodo “El Concretito” por sus llamados en la asambleas de no andarse por las ramas.

Nos vive, por fortuna, el Dr. Mario Rivera Ortiz, excelente neumólogo con participación destacada al lado de la cardióloga Carlota Guzmán, lo mismo en el Movimiento Médico y la revista que lograron sostener durante no menos de 20 años para alentar la reflexión revolucionaria sobre la salud pública. Trabajaron en Cuba y ya retirados, el Doctor ha escrito testimonios memoriosos, novelas y cuentos sobre su rica vida comunista. El fracaso del Movimiento de Liberación Nacional narra la construcción de este frente demasiado amplio que significó la expulsión del Partido Comunista del Comité del Distrito Federal con militantes como José Revueltas, mientras sufrían prisión otros entre los que destacaba Siqueiros. En el voluminoso libro homenaje al legendario marxista Guillermo Rousset, el texto del Dr. Rivera empieza con el parte médico sobre la cuchillada infectada en el cuello y hombro del personaje con una vida de brillantez política complicada con amoríos trágicos. Formación científica, precisión literaria y crítica política constante contra el capitalismo, prueban la relación de necesidad tan necesaria en tiempos infames de pragmatismo y horror a la teoría.

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