Alvaro Cepeda NeriConjeturas
I.- Desde al menos 1946, cuando la transformación del PNR y el PRM, en lo que fue el apogeo del PRI y los dos sexenios del PAN, los presidentes Alemán, Ruiz Cortines, López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, De La Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, hicieron uso de su “caja chica” desbordada de millones de pesos de los que disponían anualmente a su gusto. De esta manera se enriquecieron sin dejar huella de semejante despojo, porque en el presupuesto de ingresos de antemano se les asignaba esa enorme cantidad para gastos sin comprobar; es decir, gastaban alegremente el dinero del pueblo sin entregar cuentas de ello a nadie. Era pues, una partida secreta para el presidente en funciones y echaban mano de ella discrecionalmente hasta dejarla en ceros, antes de que se aprobara el presupuesto de ingresos del siguiente año. No pocos periodistas, diputados y senadores de los partidos de oposición, una y otra vez, cuestionaron ese despojo y los priístas-panistas ni caso hacían.
II.- Así que esos ex presidentes seguían enriqueciéndose impune y “secretamente”. Pero no era la única fuente del saqueo. No. Les llegaba dinero de Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE y de las 22 secretarías y órganos autónomos. Unos más. Otros menos. Todos estaban cortados por la misma tijera de la corrupción. Pero ahora y con 437 votos a favor, los diputados federales –porque es de su competencia reformar el Artículo 74 constitucional– acaban de eliminar esa “partida secreta”. Ha sido una supresión acertada de casi todos los partidos, encabezados por Morena. Un priísta se atrevió a decir que en los últimos dos sexenios (Calderón y Peña), no se hizo uso de ese multimillonaria bolsa, lo cual es de dudarse, ya que no hay pruebas para decir que el peñista Calderón y el último priísta en la presidencia: Peña, no le metieron mano negra para embolsarse millones de pesos. Se les puede investigar, pero esgrimirán la “defensa” de que como la cuenta es secreta, no deben rendir explicación de ese robo.
III.- Pero debe quedar claro que incluso usaban dicha cuenta para sobornar a sus cómplices, ayudar a sus familiares, amigos y, sobre todo, a ellos mismos, “porque el que parte y comparte, se queda con la mayor parte”. No le dieron la importancia debida en la prensa; pero las reporteras Martha Martínez y Claudia Salazar (Reforma: 26/IV/10), dieron amplia información. Y es que se trata de un asunto clave para ir minando la corrupción de esos once sexenios: nueve con el PRI en la Presidencia y dos con el PAN que le metieron mano al dinero del pueblo… ¡66 años robando impunemente! Así que todos ellos están identificados como ladrones desde el poder presidencial; pues además, toleraron y estimularon que el resto de los altos funcionarios también robara a manos llenas (no pocos ex gobernadores, encabezados por los Duarte). Por ese saqueo, en general, es que se peleaban por ser presidentes, para repartirse el botín federal y de las entidades con sus socios los desgobernadores. Se canceló, pues, esa partida secreta que enriqueció a esos doce rateros durante 72 años, los cuales alcanzaron el grado de ladrones.