Max Lesnik
Alguien tiene que decirles a los aspirantes presidenciales por el Partido Demócrata que no es cierto que el Presidente Donald Trump ganara el Estado de Florida gracias a los votos de los cubanos de la extrema derecha de Miami, puesto que los demócratas barrieron de manera arrolladora con los republicanos en el Condado Miami-Dade que es donde se asienta el mayor número de cubanos en todos los Estados Unidos.
Si esa mentira se la ha creído el Presidente Trump y por ello ha tomado la errada política de echar atrás todas las medidas de mejoramiento de las relaciones con Cuba del Presidente Obama, es un error de cálculo político de la Casa Blanca que puede beneficiar al candidato presidencial demócrata –cualquiera que éste sea– si en su plataforma con respecto a Cuba dice de manera explícita y clara que volverá a la política del Presidente Obama con respecto a la isla, que es lo que desea la inmensa mayoría de los cubanos de allá y de acá.
Tan es así que Barack Obama es respetado en Cuba por todos los cubanos de uno y otro bando, mientras que Trump es hoy por hoy el Presidente norteamericano más aborrecido por el pueblo cubano en toda la historia de las relaciones entre las dos naciones. Otra cosa que hay que decirle a los aspirantes demócratas antes del debate presidencial próximo a celebrarse en Miami, es que no se hagan la ilusión de que halagando a la extrema derecha cubana de Miami con discursos anti-cubanos de tiempos de “Guerra Fría”, que esa extrema derecha recalcitrante va a darle parte de sus votos a algún demócrata, puesto que para los cubanos de la derecha extrema todos los demócratas son “comunistas” tal como lo dice el Presidente Trump en sus discursos de campaña reeleccionista.
Tonto sería el aspirante presidencial demócrata que soñara con ganarse el voto de la extrema derecha de Miami apoyando la política de odio contra Cuba asumida por los Republicanos del Presidente Trump. Pero como en el caso de las brujas de si existen o no, digo yo, de que los hay los hay.