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Opinión

Guerrero NO acaba su Padecer

Hugo Carbajal Aguilar

-Testimonios y denuncias-Las mujeres en el frente-La Generala, Doña Bertha, valiente y decidida

Las comunidades que conforman el territorio comunitario de la Montaña Baja integradas al Concejo Indígena Popular de Guerrero-Emiliano Zapata se han declarado en resistencia ante el terror narcoparamilitar y ante la ausencia del Estado mexicano.

“Nuestro territorio –declaran– será cerrado totalmente para evitar una masacre por parte de los grupos narcoparamilitares, pero también está cerrado para cualquier partido político o funcionario gubernamental porque sólo se han venido a burlar de nosotros. Cualquier comunicación deberá ser directa con nuestras asambleas permanentes presididas por las autoridades civiles y agrarias del Concejo Indígena Popular de Guerrero – Emiliano Zapata”.

Esta es la última declaración de la Asamblea de este Concejo perteneciente al Congreso Nacional Indígena que, organizados y decididos, han tomado en sus manos la protección de sus comunidades. Y no es para menos. Aquí les presento testimonios de guerrerenses, hombres y mujeres, que han sufrido abusos, robos y asesinatos de estos grupos que operan como dueños del territorio armados hasta los dientes y convertidos en tortuosos y trastornados criminales.

Estos son de Teloloapan: Estos delincuentes… “afectan a todos los que vivimos aquí, estamos aterrados, te diré, todos los ciudadanos, por los múltiples atropellos que sufrimos por los cárteles que están asentados aquí. Atropellos de todo tipo como cobro de piso a todos los negocios chicos y grandes, robos, extorsiones, prostitución. Se ha llenado el pueblo de cantinas en el centro, no se puede protestar por nada, te matan.

“Las autoridades están puestas por la delincuencia, todas, sólo obedecen. Los ciudadanos pensamos que con la llegada de Ejército se modificaría algo, pero no. Están en el cuartel como monjas, no dan seguridad. La gente comenta que así, de seguro, ya les llegaron al precio, bueno, es algo extremo. No hay policía, todo, todo controlan ellos, hasta los retenes. La entrega del fertilizante ellos la organizaron con su gente. No podemos comentar nada, ahorita están obligando a los campesinos a sembrar amapola y si no quieren los sacan del pueblo. Aquí nadie puede hacer nada sin permiso de la maña.

“Los que mandan aquí se hacen llamar ‘los comunitarios’. Y mandan en todo, ellos ponen y quitan a las autoridades, no respetan las elecciones de ningún tipo. Los elegidos sólo reciben órdenes del jefe de la plaza –cuidado y tomen otro rumbo– porque ellos disponen de los apoyos y la lana que da el gobierno. Son una cosa extrema, se dicen ‘comunitarios’ pero son la maña.

“Aquí todos los municipios cercanos tienen quién los mande, de aquí no podemos ir a Tierra Caliente porque ya no sales, ahí es otro grupo el que manda. Por ejemplo, ahorita está entrando otro cartel, ya están desplazando a otros, están llegando aquí los que no quisieron trabajar con aquellos, bueno, es un cuento de nunca acabar. Lo que yo observo es que tengo vecinos narcos que se pasean sin preocupación, están bien parados dicen, por eso no les tocan ni un pelo”.

Esta es la situación que están padeciendo en Teloloapan y municipios circunvecinos. Urge la ayuda inmediata con toda la fortaleza y legitimidad del Estado. Si no…

Col. Parotillas, Mpio. de Tecoanapa. Domingo por la tarde, un calor tolerable y camino verde, muy verde entre montaña, río y valle. En el trayecto de Tierra Colorada a Tecoanapa hay 63 km. Hay cinco retenes, hombres jóvenes armados con rifle antiguo, sombrero de campo y chaqueta verde olivo parecida a las del Ejército. Saludan cortésmente, preguntan si todo está bien, solicitan amablemente una ayuda y se despiden. En un hogar de estos habitantes de la Col. Parotillas se escucha toda la información. Son guardias comunitarias integradas por habitantes del pueblo, están comunicados por radio. Protegen a las diferentes comunidades, están informados de las actividades escolares. Los estudiantes son los que dan vida a estas colonias. La escuela primaria está ubicada entre dos rancherías y los alumnos van caminando de una u otra para llegar a su escuela. Hace 5 años se organizaron con sus autodefensas, las mujeres participan también, son las más decididas y las más encabronadas (sic). Así se muestran.

El reparto del fertilizante provocó enfrentamientos. En las comunidades se hizo un registro de los que realmente tenían tierra para sembrar o la habían rentado, pero el padrón que llegó con los servidores de gobierno venía incorrecto. Figuraban campesinos que ya habían fallecido o no vivían en la comunidad. Protestaron, y entre ellos abrieron la bodega y se repartieron el fertilizante. Es una situación que generó rivalidad entre las comunidades. La urgencia es por las lluvias. Ellos dicen que otros programas pueden ser reorganizados pero los fertilizantes tienen su tiempo. Gran aprendizaje de los habitantes de Parotillas. En el invierno la urgencia es otra.

Efectivamente, se suscitó un conflicto entre las comunidades de Parotillas y El Saucito con feas consecuencias. Para el registro solicitaron CURP así como llenar un vale para recibir 8 bultos de fertilizante granulado y 2 de fertilizante blanco. Era un grupo muy nutrido, la mayoría hombres y sólo 14 mujeres que participaron y lucharon al igual que todos. Abrieron la bodega y repartieron a los que verdaderamente iban a sembrar. Los servidores públicos toleraron esa repartición. El pueblo tomó esa decisión y así se evitó un conflicto mayor. Esas comunidades siembran jamaica, maíz y calabaza.

Hay un protocolo de tiempo de ahí la necesidad de la Policía Comunitaria -ésta sí auténtica y en serio- cuidan el camino de Tierra Colorada hacia Ayutla de los Libres. Hubo muchas bajas, perdieron hombres de sus comunidades pero ahora ya están más organizados. Sobre todo se reconoce la presencia de la mujer como elemento de fuerza y credibilidad. La escuela primaria entre esas comunidades se llama Unión y Progreso, los habitantes hacen honor a su nombre.

La señora que da testimonio, con gran fortaleza motiva a las mujeres de su comunidad, enfermeras, maestras, cocineras, bordadoras, artesanas, todas amas de casa, se unen para organizarse en bien de todos. Se llama Bertha, le dicen la Generala y se unen para exigir se cumpla lo ofrecido por el gobierno en franca rebeldía para continuar su trabajo cotidiano en beneficio de toda su comunidad.

La organización y unidad del pueblo es la respuesta, no se trata de sentarse a esperar. Permítanme dedicar estos testimonios actuales a la memoria de mi gran amigo Simón Hipólito Castro –Albañil y Preso Político– quien colaboró en Correo del Sur y dio testimonio con su trabajo y su vida de los anhelos de paz y justicia para todos desde su participación con Lucio Cabañas. El ya descansa, nosotros tenemos que continuar.

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